La Bella y la Bestia, FanFic de Vegeta y Bulma

Cuando todo empieza a cambiar.

Ya un tiempo había pasado desde aquel pequeño incidente...

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-¡Listo!-exclamó Yamcha colocando a Vegeta en una camilla en la enfermería.

-Gracias...-le respondí sin prestarle mucha atención.

El doctor de la zona comercial de la corporación, se infiltra en la habitación, sorprendido por el inconsciente Saiyajin.

-Por favor, retírense-dijo nervioso el mismo.

Pasamos al pasadizo, donde se encontraban además, mis padres.

-No sé porque te preocupas tanto por él-murmuró Yamcha pensando que no lo escucharía.

-¿Por qué me preocupo tanto por él?-ni yo sabía la respuesta-Pues... Por que él es mi invitado.-dije aparentado tranquilidad.

-¡Vamos, Bulma!-exclamó celoso-Él se puede cuidar solo, ya ni tenemos tiempo para salir...

-¡Si quieres, tú vete!-lo interrumpí. ¿Acaso no veía que Vegeta estaba gravemente herido, y postrado en una camilla?-Y lleva a Maron a dar un paseo- le repliqué.

-Entonces, te dejaré con tu príncipe-dijo retirándose enojado, sin despedirse de mis padres.

:::::::FinFlashBack::::::

El doctor ya se había ido y junto a mis padres, entre a la enfermería. Vegeta se encontraba ahí con diversos vendajes por todo el cuerpo, en ropa interior, tapado con una manta hasta el pecho y con respiración artificial. Quedamos en silencio por un momento.

-No me queda más que decir que, fue un milagro que se haya salvado después de la explosión. Los Saiyajin son una raza muy resistente.-dijo mi padre sorprendido ante el estado del Saiyajin.

-Pobresito de Vegeta-lloriqueó mi madre detras mío.

-Vamonos-habló mi padre retirándose con ella.

Miraba a Vegeta detenidamente. Se veía tan indefenso. Impotente. Cosa que no se mostraba en él todos lo días. Lo beso por encima de la mascarilla.

Estaba a punto de irme...

-Kakaroto-dijo débilmente sorprendiéndome-, seré más fuerte que tú, superaré tus poderes, a como dé lugar.-aún se encontraba con los ojos cerrados, sudó un poco.

Intranquilidad era lo que reflejaba su rostro y logró que esa misma sensación se apoderara de mí. Me senté en una silla al lado de él. Hasta que finalmente me dormí apoyada en la mesa al frente mío.

POV Vegeta

Escuche gritos de enfado.

Mi vista era borrosa.

Veía la silueta de un musculoso hombre, de cabellos en forma de flama de un tono castaño oscuro, acercándose hacia mí, era confuso. Lo conocía, era obvio, pues cuando mi vista se enfocó, llegué a notar su rostro llenó de preocupación, que se me hacía realmente familiar .

Estaba al frente mío, mirándome fijamente, arrodillado en el piso, para igualar mi altura. Mi padre, mi padre era a quien veía. Era yo un niño, de nuevo.

-Vegeta-dijo sujetándome de los hombros. Mis ojos se desenfocaron, una vez más, ante las lagrimas que se acumulaban en ellos. Mas no podía. No debía dejar que se derramaran. No de nuevo.