La Bella y la Bestia, FanFic de Vegeta y Bulma

Lo que jamás debió sentir.

Y sucedió...

Mas no sé realmente cuando y como paso, tal vez solo fue un impulso.

Cada vez me acerque más a él hasta encontrar sus labios con los míos.

Yo lo besaba, pero él no correspondió, estaba atónito.

-¡¿Bulma?!-chilló mi madre al ver aquella comprometedora escena y...

¡¿Yamcha?!, pensé nerviosa.

Vegeta me empuja y sobrevuela el balcón.

Me sonrojo.

Yamcha quien hace tan solo un día era mi "queridisima" pareja, se encontraba detrás de mi madre.

Rojo.

Con los puños cerrados.

-¿Ese era el Joven y Apuesto Vegeta?-preguntó mi madre... ¿Feliz?.

Podría decirse.

Él no decía nada.

-Hmmm... ¿si?-dije buscando la aprobación de mi progenitora, obviamente Yamcha estaría en desacuerdo.

-¡¿Acaso te has vuelto loca, Bulma?!...-intervino exaltado Yamcha. No esperaba más ni menos de él...

-Y pensar que yo me hice la misma pregunta-pensé con gracia, la cual no me duró mucho.

-...Terminamos hace menos de un día, ¡¿Y ya te entregaste a Vegeta?!-gritó enfadado.

¿"Entregaste..."?, pensé ofendida, ¿Qué insinuaba?

Exploto.

-¡¿Qué?!-dije indignada, tomando lo dicho por él como una indirecta-¡Tú eres el que me engañaba todo el tiempo a mis espaldas! ¡Eres un idiota!

El remordimiento me invadió.

Mi madre quedó sorprendida, no debió escuchar eso, por lo dicho anteriormente y se limitó a retirarse.

~ ~ ~

POV Vegeta

Hubo silencio.

Noté como ella se acercaba progresivamente hacia mi,

¡¿Qué pretendía hacer?!, pensé, empezando a sudar.

Traté de alejarla, mas mi cuerpo me traicionó.

Nos unimos en un profundo y "apasionado" beso, sus labios sabían a un dulce sabor a miel.

Disfrutaba el momento inconscientemente a pesar de estar completamente atónito ante la situación.

¡¿Qué me pasa?!, pensé hundido en mis pensamientos, no le correspondía en el beso.

-¡¿Bulma?!-era la madre de la mujer que seguía en dicha acción.

Ese Ki... no, no puede ser..., pensé seguido de una extensa sensación de enfado-...¡La sabandija! ¡Recuerdo haberle dicho que se vaya!

Empujo a la peli-azul muy enfadado y me retiro mediante la ventana, mostrando le el dedo medio a la sabandija.

Mi orgullo.

Mi dignidad.

-¡¿Cómo pude disfrutar de un momento tan incómodo?!-me reproché a mi mismo-"Amor"-una voz que pude ignorar durante un largo tiempo, resonó en mi cabeza.

Pude escuchar gritos de parte de la sabandija, de alguna forma sentía ganas de golpearlo, mi paciencia las retuvo, hasta que la oí llorar...

Paré en seco y me posé en el ovalado y liso techo de mi habitación.

Observé como él salía de aquel edificio y le tiré piedras mientras lo hacía, era lo menos que podía hacer.

Se dirigió a gran velocidad a la entrada principal. Mientras se quejaba.

Reí.

-Maldita sabandija inservible-mencioné orgulloso.

Oí atentamente lo que sucedía en la habitación siguiente de la mía, donde había sucedido todo anteriormente, sentí un vacío en mi pecho al percatarme de que la peli-azul aún lloraba.

De alguna forma sentía culpa. Era una nueva sensación para mi persona.

Notar que esa insignificante mujer me causaba tal cosa, me confundía.

¡¿Cómo yo, un guerrero orgullo y despiadado, siente culpa?!, pensé, me dispuse a meditar mientras oía y sentía cada movimiento de dicha mujer.

Habían pasado largas horas, en donde escuchaba el pasar de sientas de paginas de un libro y susurro que no llegaba a entender. Hasta que el mínimo sonido cesó.

Dormía.

Me atreví a entrar.

Mi orgullo se había desvanecido.

-Pe-pe... Perdón-dije con dificultad, jamás le había pedido perdón a alguien.

~ ~ ~

POV Bulma

Desperté de un profundo sueño y a pesar de no tener cansancio físico, tenía cansancio emocional.

Recordaba lo sucedido el día anterior con una extraña emoción.

El reloj marcaba las 4:58 am. Observe por debajo de mi puerta aún en mi cama, los pasillos eran obscuros y silenciosos. Luego de unos minutos oí unos pasos que pretendían no hacer ruido alguno, sin éxito.

¿Quién despierta tan temprano?, pensé extrañada, no me dio tiempo de pensar opción alguna, cuando noté que se dirigía a mi habitación.

Entonces lo recordé, ¡Vegeta entrena temprano!. La puerta se fue abriendo lentamente...

Fingiendo estar dormida diviso los delgados guantes de Vegeta deslizarse por la perilla de la a puerta, cerrándola, cuidadosamente, detrás de él.

¿Qué hace aquí?, pensé confundida.

Se acerca, con el intento de no golpear nada casualmente.

Me estaba poniendo nerviosa con cada uno de sus movimientos.

Se sienta al pie de mi cama y siento claramente como mi corazón para, por alguna razón sentía que él ya lo había hecho antes.

-No debería estar aquí-susurra débilmente.

Se pone de pie y se retira de la misma forma en que se infiltro en mi habitación.

-¡¿Pero... qué fue eso?!-murmuré mientras que procesaba lo que acababa de suceder. Tal vez él también estaba confundido.

Lo del día anterior no había sido para nada, algo usual...