Todo se aclaró

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Capítulo beteado por yanina barbosa, beta de elitefan fiction

Cinco minutos más tarde, estábamos en la cocina de mi casa. Edward estaba recargado en el frigorífico y sostenía una compresa de hielo en su cabeza, mientras que Rosalie estaba a su lado, mirándolo con rostro preocupado. Emmett se encontraba recargado sobre sus codos en la encimera, y yo, yo estaba sentada a un lado de éste observando a todos mis visitantes.

-Quiero una explicación con lujo de detalles, Emmett -demandé.

Emmett hizo caso omiso a lo que le había dicho y dijo:
-No entiendo cómo es que Bells pudo contigo, cuñadito. ¡Por San Gasparín! ¡Te pegó en las bolas! Y no solo una, sino dos veces. Eso ya es perder tu tarjeta de hombre, amigo. -Sacudió la cabeza de un lado a otro sin dejar de reír. El cobrizo se giró hacia Emmett y lo fulminó con la mirada.
En ese momento no pude más y me uní a mi hermano. Viéndolo bien esto era verdaderamente gracioso. Hace veinte minutos el estúpido de Cullen planeaba cobrarse su estúpida venganza, y ahora estaba con el labio inferior partido, con los cabellos revueltos más de lo habitual y, seguramente, con un problema de bolas moradas.

«Aun así sigue viéndose jodidamente comestible, ¿no crees, Bella?», dijo una vocecita aguda, que se estaba convirtiendo rápidamente en un grano en el trasero.

«No, claro que no», le contesté.

Edward levantó la vista hacia mí, mirándome fijamente con aquellos ojos verdes hipnóticos. Quería intimidarme. Pero una cosa era segura: hoy no era su maldito día de suerte. Le devolví la mirada de la misma manera, excepto por una ceja levantada que yo añadí.

-Te explicaré todo, hermanita -dijo Emmett, obligándonos a prestarle atención. Desvié la mirada para observarlo, él suspiró fuertemente para luego decir-: Veníamos hacia la casa de Charlie, estábamos a mitad de camino cuando encontramos a Edward varado en medio de la carretera en el coche de Carlisle. Paramos y verificamos el coche, pero no encontramos el problema; así que como Edward no tenía ningún medio de transporte, le ofrecimos llevarlo a casa, claro, una vez que habláramos con Charlie, Edward aceptó y vinimos para acá. En cuanto aparcamos frente a la casa de papá, recibí un mensaje de él diciendo que había salido de emergencia a la estación de policías. Dijo que no tardaría demasiado y que lo esperáramos; íbamos a quedarnos fuera de la casa, entonces recordé que tú me habías dado la llave de tu casa para alguna emergencia, no lo pensé dos veces y vinimos aquí.

-También te dije que tenías que llamar antes de venir -interrumpí su discurso.

-Supongo que se me olvidó eso. -Se encogió de hombros.

Crucé los brazos sobre mi pecho y lo miré con los ojos entrecerrados, definitivamente no le creía.

-Busca otro pretexto porque no te creo -bufé. Hubo un largo silencio-. Bueno, quedó establecido cómo llegó Edward a la casa. Ahora quiero que me digas cómo es que jodidos llegó a mi habitación. Él... él me secuestró, ¡en mi habitación!

-No lo hizo -dijo Emmett,despreocupado.

-Lo hizo -aseguré.

-Ya te dije que no fue él -insistió.

-¿Entonces quién? -pregunté.

Se quedó un momento callado, luego levantó una comisura de su boca y dijo:

-Fui yo.

¿Pero qué demonios estaba diciendo?
-¡¿Que tú qué?! -pregunté elevando mi tono de voz.

Robándose al novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora