Por la mañana siguiente no pude evitar el sermón.
-¿Qué pasa padre?-pregunté
- Guadalupe ahora que ya has descansado, sabrás que nos merecemos una charla-lo mire con cara de que ya sabia lo que me iba a decir- ¿Cuántas veces hemos hablado sobre el límite que te marque en la selva?-y al ver que me quede muda siguió-¿En qué estabas pensando para desobedecer?
-Lo siento padre, solamente me dio curiosidad-dije
-Es que no se trata de un juego lupe, pudiste haber sido la presa de ese animal. No quiero que vuelvas hacerlo-dijo con el ceño fruncido.
Fui hacia el y lo abrace, pegando mi mejilla con la suya dije:
- No te preocupes papito, no volveré a fallarte...te lo prometo- lo mire y sonreí.
-Espero que sea así lupe- dijo y sonrió tambien-volveré a confiar en ti.Otra cosa mas, quiero que le pongas mas interés a tus estudios, ya que tenemos pensado volver a la ciudad.
Mis padres siempre me obligaban a estudiar, me enseñaron a leer y sumar. Y papá había insistido en que lea unos libros, según él, para que que aprenda a hablar de una manera correcta y educada.
-Si esta bien padre-respondí
Cuando ayudaba a mamá con el almuerzo, se me ocurrió algo.
-Madre me gustaría volver a invitar a Hernan a comer-dije.
-Claro, me parece una buena idea-me dijo mamá-nosotros estamos muy agradecidos con él, y a tí te cae muy bien ¿No?
-Sí, lo quiero tant...-dije y mamá me interrumpió
-¡Lupe! Pero si apenas lo conoces-suspiro-bueno dejémoslo ahí, que te parece si para ese día cocinamos una gallina.
Mis ojos se agrandaron
-¿Qué?-dije con mucho asombro.
-Lupe ahora me vas a decir que no sabias para que eran las gallinas, no sirven solamente para poner huevos, tambien se hace una comida muy rica que se llama pollo-decía mamá mientras yo me tomaba la cabeza y es que lo único que comía en la selva era la verdura de una gran huerta hecha por papá y pescado.
-No, no, pobre gallinitas, no,no-me negaba completamente- porque no hacemos la sopa de verdura, esa que es tan rica.
Mamá me miro, movió su cara de lado a lado y sonrió.
Después de comer, me pare afuera a esperar a Hernan, a penas lo viera pensaba invitarlo mañana a almorzar. Pero pasaban las horas y nada. Entonces no aguante más y corrí por la selva, llegue a mi árbol favorito, lo trepe hasta la última rama, pero no se veia mucho. Me lamentaba el que fuera tan peligroso ir a buscarlo, sino, ya lo hubiese hecho.
Pasaron los días y Hernan no se aparecia, estaba triste y hasta ya me había resignado a que no lo vería nunca más.
Una tarde caminaba por la selva a el lago, tranquila, tarareaba una bella canción que me había enseñado mi padre. Me saque el vestido y me arroje al agua, nade hasta la cascada y lave mi pelo, mientras me relajaba dejándome caer un chorro de agua por la espalda. Cuando termine y ya de camino para mi choza, sentí un ruido que se acercaba, me asuste un poco pero al darme vuelta ¡Hernan!, si, era él en su jeep.
Al verme se freno, no pude evitar sonreir, por dentro mío sentía que iba a estallar de felicidad.
-Hola lupita, venia a verte-dijo y al verme toda mojada pregunto-¿Porque estas empapada?
-Es que estaba en el lago, nadando...te espere todos estos días, pensé que no volvería a verte.
-Lo siento, estuve muy ocupado, pero mira para que me disculpes te traje esto-dijo dandome una bella flor color rosada-es para ti.
lo miré y me mordí los labios
-Gracias-fue lo único que pudo salir de mi boca.
Volvimos a casa, deje la flor en agua y comíamos frutas que habiamos recolectado en el camino. El tiempo se me paso volando.
-Hernan ¿Quieres quedarte a cenar? haremos una fogata-pregunto mamá.
-Me encantaria señora, pero no puedo volverme tan de noche, es muy peligroso-respondió.
Me ponía muy triste saber que se tuviera que ir. Al ver mi cara entendió lo que sentía, me acaricio la mejilla, beso mi frente y se marcho.
Cuando lo veía irse me di cuenta de que me había olvidado de invitarlo almorzar.
Al día siguiente escale mi árbol y lo espere.
-lupe-me dijo mi padre, que me miraba desde abajo con una sonrisa.
Sonreí tambien y baje de el árbol rápidamente, cuando iba por la última rama me balance sobre mi papá y lo abrace.
-Te quiero mucho pa-le dije
-Y yo a ti hija. Pero veamos quien quiere más a quien, te juego una carrera de aqui a la...
No termino de decirlo q me heche a correr.
-¡Hey! eso es trampa-grito el mientras trataba de alcanzarme. Fue muy divertido.
Ese día Hernan no se apareció, por la noche y mirando el hermoso cielo estrellado, suspire. Lo extrañaba sentía que me estaba enamorando de él.
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HOLA BELLOS LECTORES
ME Gustaría QUE COMENTEN QUE LES VA PARECIENDO, QUE ESPERAN Y ME REGALEN UNA ESTRELLITA DE ALIENTO.
GRACIAS POR LEER.
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Inocencia Salvaje
Teen FictionFui criada en la selva, lejos...muy lejos de tu mundo sin embargo un cotidiano dia el destino decide que es hora que conozca a el hombre que cambiaria mi vida para siempre...