No es un adios

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    ...Y así pasaron los días, cada momento era perfecto, había crecido un amor muy grande, estábamos totalmente enamorados.

Un día note su mirada tristes y me di cuenta de todo, se iba. Tome su cara con mis ojos llenos de lágrimas y lo mire con gran ternura

-Voy a extrañarte tanto amor-le dije mirando sus perfectos ojos azules.

-En cuanto acomode mis cosas vendre ¿Me vas a esperar?-su mirada suplicante me hizo sonreir

-No haré otra cosa, en mi corazon vas a estar siempre

   Me abrazo tan fuerte y nos besamos apasionadamente.

Se despidió de mi familia muy cariñosamente, habiamos creado un vinculo de amor muy fuerte.

Lo vi marcharse y sentí un calor fuerte en mi estómago, parecía que había olvidado que pronto estaría dandole la sorpresa de ir a la Argentina. Y me invadió la ansiedad y la desesperacion por ir tras él.

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    Su ausencia volvio a llenar mis días de soledad, recorría cada lugar en donde estuvimos y suspiraba nostálgica recordando y es  que aunque se había ido seguia conmigo desde que me levantaba hasta que llegaba la noche y contemplaba el cielo estrellado me preguntaba si él tambien lo estaría mirando.

Al fin llego el día en que brinque de alegria, mis padres ya tenían todo listo ¡Iríamos a la ciudad! estaba tan feliz, abrace a mis padres y no dejaba de agradecerles. Ellos sonreían pero aun así notaba algo raro.

-¿Todo esta bien?- pregunte, me miraron y quedamos en silencio.

  En un momento mamá comenzó a preparar té y mi padre me hizo una seña para que me sentara.

-Escucha lupe-suspiro y dio un sorbo de su té, lo vi mas triste aun y empezé a asustarme- tomar esta y desición no fue facil, pero queremos lo mejor para ti lupe y esta selva no lo es...estas muy sola aqui y necesitas de la sociedad, es algo esencial para el ser humano.

Mire su rostro he hice una pregunta que no había hecho nunca.

-¿Porque se alejaron de la ciudad padre? Sé que buscaban paz, pero ¿Qué fue lo que los llevo a venir aqui?

Vi una mirada complice en ellos.

-Nuestra historia lupita, hay un pasado duro y difícil que nos toco vivir, tanto tu padre como yo enfrentamos muchas circunstancias que nos llevaron a tomar esta decisión y por tantos dolores es que elegimos no volver a la ciudad.

Mis ojos se abrieron, no quería interpretar esas últimas palabras.

-Es decir que...-dije y papá interrumpió

-Es decir que tendrás que ir tu sola , nosotros no podemos acompañarte-Negaba con la cabeza, esperaba que fuese una broma.

-No pueden hacerme esto, yo no podría sola-mis ojos se llenaron de lágrimas- No, no, no podría vivir sin ustedes-mi padre quiso hablar pero no lo dejé- ¡No! madre tu, tu dime que bromean, cómo pueden dejarme sola...

-No lo estarás, irás con mi hermana, tu tia te ayudara en lo que necesites-dijo mamá.

Conocía a esa mujer porque mamá la nombró y me mostró fotos en varias oportunidades tenía un gran afecto por su hermana a quien no veía desde hacia tantos años.

Aun así no podía entenderlo, no entendía porque mis padres me dejaban sola en un momento que era tan importante. Mi insistencia para que vinieran conmigo permaneció pero no tuvo exito y mi felicidad no estaría completa, pensé que seria lo mejor quedarme en la selva pero mis padres realmente querian que conozca la ciudad y pertenezca a una sociedad, mi idea era ir por Hernan y luego volver a mis tierras junto a él y para no separarme de mis padres.

Inocencia SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora