Primera vez

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    Antes de empezar a escribir me detuve un momento para recordar aquella fiesta de cumpleaños. Fue en el jardín de la casa, junto a la piscina y ese pasto verde perfectamente cortado y  adornado con flores que le daban un aroma exquisito al ambiente. Había una mesa principal con toda clase de cosas ricas dulces y saladas, sillones y mesas por todo el jardín. Una barra con mi nombre "La barra de lupe" decía, algo que me causa gracia. Allí  servirían todo tipo de bebidas y un DJ que puso la mejor música toda la noche.

    Realmente Tamara se había pasado, y no solo ella Michael que se encargo de el DJ, tia Mónica de el catering, y todo el fabuloso personal de la casa que obviamente invite a la fiesta.

    Antes de bajar, me di un baño para relajarme y me vesti, ¡Estaba tan nerviosa! Me puse un vestido corto, pegado al cuerpo con un lindo escote, era de lentejuelas muy pequeñitas color doradas y tacos altos combinados con el vestido.

      Tamara planchó mi pelo y le hizo bucles en las puntas, luego me delineo negro los ojos, agrego sombra dorada, máscara de pestañas y brillo de labios.

-¡Hay lupe que linda estas!-dijo tia Mónica entrando en la habitación.

-Gracia tia, y tu estas bellísima- dijo sonriendo, ella vestía un vestido largo color azul como sus ojos y su pelo rubio planchado y suelto.

-Si, las dos son unas diosas menos yo ¡Me voy a cambiar!-dijo y salio corriendo de la habitación, nos hizo reír su expresión.

-Tia, estoy muy agradecida por todo lo que han preparado para mi en este día, mas que feliz

-Lupita mi niña, quiero que disfrutes esta noche y te traje un obsequio...feliz cumpleaños bella- se paro y rodeo en mi cuello una cadenita color dorada, me enfrento al espejo y pude verla, era hermosa tenía un dije en forma de estrella- Era de tu madre, Bayron se la obsequio para su cumpleaños.

-Tia es bellísima-dije- pero ¿Porqué no la tiene ella?-la mire.

-Bueno, ella no quería llevarse nada que le recordara la tristeza que paso, tenía sus razones-miro al piso luego a mi-pero veo que vos tenes el cuadrito que te di con la foto de mi hermano-paso su vista a la mesita de luz- y crei que te gustaría tener esta cadenita.

-Claro que si tia, es el mejor regalo...gracias, ella significa tanto para mi.

Tia Mónica tomo el dige y sonrió

-Tu madre adoraba las estrellas, le encantaba mirarlas aunque sea un ratito por la ventana...

-Y en la selva lo hacíamos siempre, cuando yo era niña pasábamos horas mirando el cielo-tenía mis ojos llenos de lágrimas.

   Ella me miro, sonrió y se tomó su tiempo para luego preguntarme

-¿Tu madre es feliz, lupe?- 

  Reflexiones su pregunta para recordar cada momento que vive con ella  y muy segura conteste

-Todos los días...en los años que tengo noción nunca la vi pasar por alguna amargura, sin embargo habían momentos en que podía notar su angustia antes no entendía porque

   Mi tia suspiro y me abrazo.

-¡Wuaaauuu!-dijo Michel entrado a la habitación- pero que hermosas están.

   Ambas reímos y le dimos las gracias, el vestía un pantalón Chupín blanco y una remera ajustada celeste que combinaba con su cinturon.

-Feliz cumpleaños, lupe-dijo él trayendo una canasta acolchonada con un perrito muy pequeño, color marrón claro.

Grite emocionada y corrí a alzarlo, entraba perfectamente solo en mi mano.

-Gracias, gracias y mil gracias maik, ooohh- lo miraba y besaba su carita tiernamente.

Inocencia SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora