Tan cerca y a la vez tan lejos

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- Es el pasado de mi famila, una historia tan triste Hernan que lo único que quiero es olvidarla, extraño a mis padres quiero abrazarlos y estar con ellos no debí haberme ido, nunca...

El tomo un mechon de mi pelo y lo puso detrás de mi oreja, tenía una media sonrisa

-Tranquila lupe, el pasado ese se término, ahora tienen todos una vida feliz, y si vos seguís así vas a recordarle a todos esos malos momento...

-Es verdad-dije con la voz ronca

-En esta vida tenes que ser fuerte, dejá atrás todos lo que te cause dolor, no te sirve de nada tenerlo presente-Deje de llorar y lo mire-y no tenes que sentirte culpable de estar acá, para nada.

-Gracias...de verdad...tenes razón tengo que estar bien.

El suavemente pasaba sus manos por mi rostro para secarlo, y sin pensar nuestras miradas se encontraron ese momento tan profundo, tan nuestro hubiese querido detener el tiempo mirando aquellos ojos azules.

Se acerco para besarme pero disimuladamente lo evite

-eeh Hernan debo volver a casa-me acomode en mi asiento.

El sonrió y condujo, la verdad hacia tanto ya desde la última vez que lo besé que no podía negar que me tentaba volver a probar esos labios, pero debía mantener la paz lograda hasta el momento.

Nos despedimos con un abrazo fuerte

-Acordate lupe, nada de estar triste ¿Si? la tristeza no soluciona nada.

En la puerta tia Mónica y Tamara me esperaban

-¿Cómo estas princesa?- dijo tami dandome un abrazo.

Recorde las palabras de Hernan y suspire

-Ya muy bien, solo necesitaba desahogarme-mire a mi tia que tenía una suave sonrisa- tia, todos los días le voy agradecer a dios por tener una familia tan bella, estoy orgullosa de ti-vi como sus ojos se cristalizaban- de mis padres, son un ejemplo de vida y soy feliz porque dios me mando a ustedes...y Bayron...pese a todo es mi santo y me gustaría que me hagas una copia de su foto, se que el hubiese sido un gran hombre como lo es Michael- tia Mónica se quebró y empezo a llorar.

-Incluso se parecen mucho, cuando lo veo a mi hijo su forma de actuar y hasta físicamente me recuerda a mi hermano- dijo entre llanto.

-ooh ven tia, ven- estire los brazos y nos abrazamos- ya no lloremos más, ahora eres feliz todos somos felices.

Esa noche fuimos a cenar las tres juntas, la pasamos muy lindo.

Al día siguiente con mi tia hicimos algo muy especial, visitamos la tumba de Bayron, acaricie ese pedazo de cemento y en un silencio único le agradecí una vez mas por todo.

-Te echo de menos hermano- dijo mi tia en un suspiro, sentir que se me presionaba el pecho.

Llegamos a casa todavía era temprano, Tamara se estaba levantando para desayunar así que la acompañamos, tia Mónica pidió que nos sirvan en el jardín, genial idea ya que era un lugar precioso.

-Gorda ¿Me acompañas esta tarde al shopping? Tengo que comprar unas cosas-me dijo Tamara

-Claro, sabes que tengo todo el tiempo...-hice una pausa y mire a mi Tia-...con respecto a eso, ya es momento que me ponga hacer algo, mi madre dijo que debía ayudar, trabajar y...

-Lupe, por favor-dijo mi tia negando con la cabeza- no sos una huésped sino de la familia, aparte eres menor de edad no puedes trabajar

-Pero tia me gustaría ayudarte, aunque sea capacitarme para hacerlo en tu empresa...

Inocencia SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora