Enamorada de mi Tío

Capítulo 9

  Me desperté y estaba mi tío junto a mi, se veía exageradamente angelical durmiendo, parecía indefenso y su frente tan relajada que le tenía envidia. Me levante con cuidado para no despertarlo y fui a darme un baño rápido para quitarme las emociones desagradables de anoche, aunque todo hubiera salido bien.
Salí envuelta en una toalla para buscar un conjunto casual, mis padres se iban a ir a Barcelona para buscar nuevos empleos, por lo que o me quedaba sola o me iba con mi querido tío nuevamente. Me vestí con rapidez y baje a ayudarle a mi mamá con el desayuno.
- ¿A qué hora volvieron anoche? –pregunto mi madre mientras sacaba huevos del refrigerador.
- No tan tarde, quizá a las 10 u 11 –dije sacando una caja de leche también del refrigerador.
- ¿Tu tío ya te dio la noticia? –estaba preparando huevos con tocino, amaba como los hacia.
- No –respondí vaciando jugo a algunos vasos.
- Se va a casar con Lilly muy pronto, me parece que el próximo mes –dijo emocionada dejando los huevos unos momentos.
- ¿Qué? –dije ocultando mi llanto.
- Si, que tendrás una tía muy pronto –dijo aun emocionada.
La deje haciendo el desayuno mientras que me fui corriendo al jardín, allí había un árbol que Taylor y yo habíamos plantado cuando cumplí 6 años. Me subí en una rama y comencé a llorar. A la vista estaba la ventana de mi habitación donde mi tío traicionero dormía, había pensado seriamente en ir a despertarlo y confrontarlo pero ¿qué le iba a decir? Yo era su sobrina y nada más, por más que a mi me gustara, él al parecer estaba haciendo caso a la lógica genética. Me recosté en mi árbol y comencé a llorar. Tenía que desahogarme de alguna manera y contándole a alguien no era una opción. Mire hacia mi ventana y mi tío estaba ahí, mirándome, me sonrió al instante pero yo solo de verlo lloré nuevamente y me voltee para no verlo.
Bajo inmediatamente para ver que era lo que me ocurría.
- Princesa, ¿qué te pasa? ¿te duele algo? –que persona tan inconsciente, me mintió y aparte se hace como el que no lo sabe.
- Eres la peor persona que conozco –dije subiendo más a mi árbol.
- ¿Qué? ¿Por qué? –comenzó a trepar también.
- Porque... -sonreí sarcásticamente –dijiste que habías terminado con ella para contentarme y resulta que vas a casarte con ella, baja de MI árbol –dije casi gritando.
- Dawn también es mio, ¿olvidas ese día que lo plantamos? –dijo acercándose a mi.
- No, tú ya no eres nada para mí, eres como mis otros tíos.
- Dawn, entiéndeme, soy un soltero que de esta edad mi hermana ya tenía una vida y una hija, yo quiero lo mismo que ella y estoy atrasado 4 años, Lilly aun es joven y el que haya aceptado a casarse conmigo es un logro personal –se sentó junto a mi.
- Vaya logro –me recosté en una rama gruesa.
- Princesa no me odies, no sé que seria de mi si te molestaras conmigo de esta forma y por esta razón que es totalmente ilógica.
- Para mi la tiene, mucha lógica, y no me molesta que te cases, bueno si... pero me molesta que vayas a hacerlo con una persona como ella, va a lastimarte y dejarte en bancarrota. Pero si lo que quieres es una zorra que quiera dinero pues ahí muchas mejores –baje de un salto de mi árbol y entre a mi casa.
Cuando entre, mamá estaba terminando de poner la mesa, la ayude a poner los cubiertos mientras que llamaba a mi papá y a mi tío. Me prepare una quesadilla porque de último momento se me había antojado. Todos nos sentamos en "familia", mientras que mis padres felicitaban a mi tío por su compromiso yo me callaba y me aguantaba las ganas de ir a besarlo.
- Taylor, ¿podrías cuidar a Dawn desde mañana?, bueno hoy se quedara sola por si quieres ir con Lilly o algo y mañana pues, estará contigo si puedes.
- Por supuesto, desde hoy –me sonrió y yo puse cara de pocos amigos.
- Mi amor no has dicho nada desde que viniste a sentarte –dijo mi papá.
- Mi mamá me ah dicho que si no tengo algo positivo que decir mejor que no hable –dije cortante.
- Pero si solo tienes que felicitar a tu tío, es una muy buena noticia el que vaya a casarse y aprovecha esta semana porque quizá sea la última que tengas para convivir con tu tío.
- Vaya felicidad –me cruce de brazos.
- ¿Dawn qué te pasa? –dijo mi mamá.
- Estoy harta –me levanté de la mesa para ir al jardín.
- Dawn Warden Lautner –dijo mi padre en voz imperativa –vuelve aquí en este momento.
No me quedo de otra más que obedecer. Regrese a la mesa con la cabeza abajo para escuchar mi regaño.
- Lo único que te pediré mi niña –dijo mi papá un poco más calmado –es que felicites a tu tío por su compromiso.
- Felicidades tío –dije fingiendo una sonrisa.
- ¿Qué te pasa mi amor? ¿Celos de sobrina? –dijo mi mamá.
- Peor que eso, ¿puedo irme? Iré a ver a Kyle –al menos con el me desahogaría.
- No vayas a ver a ese idiota –dijo mi tío.
- No puedes negármelo, aun están mis padres presentes –dije y me levante, aunque no di ni dos pasos porque mi papá volvió a llamarme.
- Tu tío tiene razón, no quiero que vayas a verlo.
- ¡Esta bien! –explote –iré a la calle, con mis amigas, al metro, al parque, al basurero, ¡yo que se! Solo quiero alejarme de él –señale a Taylor.
Salí corriendo de la casa e iba camino a casa de Kyle, lo que me hiciera me daba igual, mejor, que tal si me golpeaba hasta el punto de la muerte, o me besaba al grado del ahogamiento. Llegué a su casa y el abrió.
- Hola –dije sonriendo.
- Ven acá –me beso, bueno, al menos podía desahogarme en el pensando que era mi tío. Taylor Lautner.