Capítulo 16

1.1K 44 0
                                    

  – No seas ridícula muévete –me empujo ligeramente.
– Te dije que te iba a convencer quisieras o no –dije posando mis brazos alrededor de su cuello.
– Dawn no estoy jugando, si tus padres regresan y nos ven así tendremos muchos problemas –parecía el típico novio adolescente preocupado por su reputación de santo.
– No van a regresar en un buen rato –agarre su mano y la puse en mi cintura, no deje que la moviera.
– Princesa ya basta –su cara me mataba de la risa.
– No hasta que me des lo que quiero –coloque mi nariz cerca de su oreja y me reí, él se erizo por mi aliento en esa sensible área.
– Te lo daré, te lo daré –dijo desesperado y volví a reírme.
– Bien –me puse frente a él esperando a que me besara –hazlo –dije con voz desesperante.
– ¿Qué quieres? –dijo con su cara normal, la de desesperación que tanto me estaba haciendo reír había desaparecido.
– Bésame –pedí una vez más.
– ¿Si sabes que no puedo? Eres mi pequeña princesa –bufé.
– No soy tu princesa, ya no. Sabes que desde que me besaste la primera vez te atraigo –le reproche.
– Tal vez si pero estoy intentado no hacerlo evidente.
– Pues lo estas haciendo muy mal –sonreí.
– Ya me di cuenta, ¿iremos a París? –pregunto sonriente.
– No –dije seria.
– ¿Por qué?
– Mi mamá... dijo que no –mire hacia otro lado.
Él sonrió y me quito lentamente de su regazo, se recostó en la parte opuesta del sillón y colocó sus pies en mis piernas.
– Ven –le indique que se pusiera su cabeza en mis piernas.
– Solo no pienses en hacer tonterías –me advirtió, yo reí un poco.
– Para nada –asegure.
Recostó su cabeza en mis piernas y prendió la televisión, platicamos un poco, me sentí incomoda cuando me contó lo de Lilly pero pareció darse cuenta y me pregunto de Kyle, hablamos un poco de él y me sentí mal por haberlo dejado así en su casa, tenía toda la razón de haberme gritado y haberse enojado.
A los pocos minutos de poner una película Taylor se quedó dormido, se veía muy tierno, tenía su boca entreabierta y era muy valiente de mi parte no devorarlos. Volví a ver la televisión, la película había comenzado a aburrirme y quería ir a darme un baño para poder dormir tranquila pero Taylor seguía hermosamente dormido, no quería levantarme. Tome un par de fotos de él y luego mi celular comenzó a vibrar, creí que había sido Kyle y no le tome mucha importancia pero después volvió a sonar, conteste.
– Hola –dije casi en un susurro.
– Eres una amiga de lo peor, llevamos más de dos semanas sin hablarnos, no eh recibido ningún mensaje de tu parte, ingrata –oh mi amiga Kate, era la única amiga verdadera y de confianza que tenía.
– Perdona he tenido unas semanas de lo peor –volví a susurrar.
– ¿Estás secuestrada? –rio.
– No, mi tío está dormido en mis piernas –sonreí a pesar de que sabía que no iba a verlo.
– Quítalo –casi gritó –yo odio que personas que ni me agradan me toquen.
– Si supieras –me reí.
– Voy a saber, me debes contar, me voy. Tengo cita con Bruno –colgó.
Guarde mi celular y mire a Taylor una vez más. Que hermoso se veía, no había palabras para describirlo.
– Dawn –dijo mi nombre entrecortadamente, creí que estaba despierto
– Aquí...
– Te amo –estaba dormido, y había dicho que me amaba.
Lo moví un poco, que felicidad haberlo escuchado decirlo, quizá no consciente pero había salido de él.
– ¿Qué pasa? –movió su cabello.
– Dijiste que me amabas –sonreí.
– No, no lo hice –dijo desconcertado.
– Estabas dormido, pero lo dijiste –sonreí aun más si es que me era posible.
– Cariño sabes que te amo –me sonrió.
– ¿De verdad? –pregunte entusiasmada.
– Pero claro que si –aseguro.
– Te lo pido –me hinque en el suelo.
– Cariño hazme el favor de levantarte, una princesa jamás debe mostrarse así ante un hombre –me ayudó a sentarme en el sofá.
– Entonces bésame.
– Si puedes hacerlo tú, ¿para que me lo pides? –buen punto.
– Porque no quiero ser una la patética loca de la relación que besa a la otra persona a pesar de que no quiera.
– Cariño esto es raro para mi –se acercó.
– Por favor –insistí.
– No se ni para que me rehusó –sonrió.
Se acercó lentamente a mi y me beso, intente quedarme quieta y no hacer maniobras raras pero me fue imposible.

Narra Taylor:
La estaba besando, nuestras lenguas hicieron contacto e imagine que sabía que intentaría separarme por lo que ella colocó sus manos en mi cara para evitar que me alejara. La abrace y nos acostamos en el sillón, no debí de haberme negado desde el principio si sabía que de todas maneras terminaría haciéndolo. Después de asegurarse de que no iba a alejarme, paso sus manos detrás de su cintura y tomó una de las mías, entrelazo nuestros dedos y la otra me obligo a que la colocara detrás de su cuello. Nos separamos poco después por la falta de aire.
– Te amo –dijo escondiendo su cara en mi cuello. Amaba que hiciera eso.
– Yo también –respondí, a ella pareció agradarle y entrelazo la otra mano que faltaba.
– Lo sabía –sentí como sus labios se curvaban. Estaba sonriendo.  

Enamorada de mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora