D O S

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Entré en la casa con el enojo a flor de piel. Me senté en el sofá y vi como mi hermano entraba con mis cinco valijas.
-Podrías ayudarme, ¿no?-preguntó, visiblemente molesto.
Lo ignoré por completo y miré mis uñas, chequeando mi esmalte azul mate. Oí unos pasos en las escaleras y maldije. Al parecer, todos estaban en casa.
-¿Volvió la malcriada?
-Hola, Louis. Un gusto verte también. -dije pero no volteé a verlo.
-No empiecen.-nos cortó Zayn y rodé los ojos.
Mi hermano era un verdadero dolor de cabeza cuando quería. Pero sus amigos eran todavía peor. Cinco famosos que no hacían mas que recorrer el mundo y hacer lo que querían cuando querían, podían ser el amor platónico o la peor pesadilla de una adolescente.
La historia acá es que no me va el cuento de la chica aislada en el colegio, con buenas notas y una vida de mentiras y sueños. No. Ese no es mi estilo. Con dieciséis años de vida, entendí que la vida no es un cuento de hadas, que es mejor ir a lo fácil y seguro y que es preferible ganarse el odio por ser una popular en toda regla antes de que te pisoteen. Pero todo esto lo aprendí a costas de Zayn, quien siempre creyó que yo cambiaría al crecer.
La cuestión es que no cambié y no quiero cambiar. Esta es mi vida y no voy a cambiarla mágicamente después de un accidente que terminó con la vida de mis padres.
El instituto está por terminar y mi hermano, después de un año, logró arrastrarme a este lugar.
-Uma...-dijo, arrodillado frente a mi.
-Ya lo conseguiste. Me metiste en una casa con esos cuatro idiotas. Te felicito. Ahora no la jodas mas.-dije y me levanté rápidamente, metiéndome en mi cuarto.
Subí al cuarto, que conocía bien, y tomé a Niall de la remera, alejándolo de mis cosas, de mi cuarto, lo mas posible de mi vida.
-Algún día vas a necesitarnos.-dijo él.
-No.-le corté y cerré la puerta en su cara.
Comencé a guardar mi ropa con delicadeza y a poner las cosas como a mi me gustaban. Si iba a quedarme, al menos agradecía tener el cuarto mas grande de la casa.
Esa noche no bajé a cenar ni le di importancia a los llamados insistentes de Zayn. No quería verlo. Ni a él ni a nadie.
Separé mi ropa para el día anterior y me metí en la cama, usando mi conjunto de ropa interior favorito. Mandé un par de textos, entré a Twitter, a Instagram y me dormí luego de comprobar que todo seguía en orden. Todo estaba en orden como siempre, salvo porque estaba en esta casa, con esto cinco idiotas.
Y cualquier persona puede preguntarse qué motivos tengo para odiarlos tanto pero no los entenderían. Va mucho más allá de que me consideren una malcriada y yo unos idiotas desde el primer día. Todo va mucho más allá.

-Volvió la malcriada.-dijo Louis, asqueado.
-Ahora va a vivir con nosotros.-sentenció Niall del mismo modo.
-No vamos a poder aguantar tanto con ella.-acotó Liam.
-El que encuentra a la puta esa enrollándose con uno, primero, gana.-rió Harry.
Todas las manos se unieron, incluso la de Zayn.

Al despertar, tomé mi una ducha, molesta. Odiaba soñarlos. Odiaba verlos. Odiaba oírlos. Odiaba todo lo que a ellos se refiriera.
Salí del baño en ropa interior y me metí en el short tiro alto, suficientemente corto como para causar la rabia de la directora. En conjunto, me puse un pequeño top negro, escotado con tiras en la espalda para sostenerlo. Dejé que mi cabello moreno cayera suelto por mi espalda y comencé a aplicar maquillaje.
Morena de ojos verdes y piel tan pálida que asustaba, ¿qué clase de fenómeno era? Zayn, en cambio no contaba con mi piel ni con mis ojos, nadie contaba con mis ojos y yo no sabía de dónde demonios habían salido.
Bajé con mi pequeña mochila en la mano y tomé una manzana antes de precipitarme a la puerta.
-No vas a ir vestida así a la escuela.-sentenció Zayn y volteé, topándome con todos ahí.
-Es lo mas decente que tengo.-dije con una vocecita de inocencia que solía usar con el rector o la directora.- ¿No te gusta?
-Sabes muy bien que no, Uma.-dijo él, firme.
-Mal por vos.-sentencié y me volteé nuevamente.- Porque no me importa en absoluto lo que pienses.
-Uma Malik...-empezó, pero salí de la casa sin dar lugar a más palabras.
Los flashes me inundaron pero no me detuve. La sensación del momento, "El gran Zayn Malik se hacía cargo de su hermanita menor". Que dulce. Lástima que nadie dice "Uma Malik prefería vivir en la calle antes que con su hermano".
Entre en la institución y recibí una nalgada por parte de mi ex novio. Le mostré mi dedo de en medio y seguí hasta mi casillero. Tomé mi uniforme de las porristas y me dirigí al gimnasio. El último partido de la temporada, del año. Comenzamos con la rutina con rapidez y por el rabillo del ojo vi como Tatiana se confundía en los pasos. Detuve todo. El silencio fue absoluto. Me acerqué a la rubia y ella retrocedió un paso. Nada bueno salía jamás de un error en los pasos de las coreografías importantes.

Empezando de cero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora