Empezando de cero.

C A T O R C E

Las películas pasaron una tras otra y mi hermano se quedó dormido antes de llegar a casa. Liam me miró con complicidad y busqué lo mismo en los ojos de los demás. Me paré con cuidado y fui a mi mochila, extrayendo un pequeño bolsito lleno de maquillaje. Se lo tendí a los chicos y todos empezamos a trabajar en una versión renovada de mi hermano.
Para cuando llegamos, Zayn estaba maquillado, sus tatuajes decorados y su pelo atado por pequeñas gomitas. Bajamos del bus y estallé en carcajadas ante la cara de Simón. Cubrí mi boca en un intento por calmarme y Niall me rodeó con ambos brazos, dejándome ocultarme en su pecho. Louis y Liam reían también.
-¿Qué pasa?-preguntó Zayn.
-Nada....-reí y volví a mirarlo.- hermana.
-¿Qué? -preguntó confundido y sacó su teléfono para usarlo de espejo.- Uma Malik, voy a matarte.
Corrí al otro lado del estacionamiento y él me siguió. Apuré el paso y le saqué gran distancia antes de volverme y sacarle la lengua.
-Ganaste la carrera.-gritó y vi que acababa de cruzar una línea de llegada. Lo miré sorprendida y él rió.- Vení acá, Uma.
Corrí a sus brazos abiertos y me arrojé en ellos riendo. Mi hermano me hizo dar vueltas en el aire y ambos reímos.
-Gracias por ser mi hermano.-dije y besé su mejilla.
-Ahora sí vamos a ir a casa.-dijo él.- Y te vas a encargar de sacarme todo este maquillaje.
-Te queda hermoso.-reí y él igual.- Yo te lo saco cuando lleguemos.
Y así fue. Al llegar a la casa, le saque el maquillaje y me mantuve junto a él en lo que Harry juntaba sus cosas.
-Es la hora. -me dijo Niall y sentí pánico.- Uma...-negué repetidas veces y él me abrazó con fuerza.- ¿Qué vamos a hacer?
-Dejala, Niall.-interrumpió Louis.- Ella ya lo dijo en sueños. Uma ya eligió.-lo abracé con fuerza.- Está bien, preciosa. Igual no vas a librarte de mi. Me declaro tu mejor amigo.
Fiel a mis sueños, acepté que había elegido a Liam. Él entró y tomó mi mano entre las suyas.
-Si no queres...-susurró y Niall y Louis se retiraron.
-Te elegí, Liam. -sonreí y él rió con suavidad para luego besarme con dulzura y felicidad.
-Te quiero, preciosa.
-Yo también te quiero.-admití y dejé que sus brazos se cerraran en torno a mi.
Harry pasó frente a la puerta y oculté el rostro en el pecho de Liam.
-Fui el primero.-dijo y los brazos del chico se tensaron.- Felicitaciones. Estás con una chica mas tocada que una campana de iglesia.
-Ya no más. -mascullé.
-Solo estás con Liam porque no te dejé que me eligieras.
-Estoy con Liam porque lo quiero y lo elegí en un sueño. Y, ¿sabes qué? Vos también eras una opción en mi sueño.
Tomé la mano de Liam con firmeza y él se colocó delante de mi.
-No sabes lo que es el amor. -dijo Harry, quien lucía bastante molesto.
-Ya voy a descubrirlo. Liam va a enseñarme.
-Tenes que irte, Harry. -dijo Liam, firme, antes de cerrar la puerta y volverse hacia mi.- Es la primera vez que dejas asomar al ángel tras el disfraz de demonio.
-¿Vas a enseñarme a amar?-pregunté y él me tomó por la cintura.
-Vamos a aprender juntos.
Me besó con suavidad. Bajé y me senté junto a mi hermano, quien me rodeó con sus brazos y besó mi frente.
-¿Cómo está la bruja mas hermosa que vi en la vida?-preguntó y reí.
-Sin ganas de volver a empezar el colegio.
-Es un lindo lugar. Te anoté en el mismo que iba yo.
-No quiero ir, Zayn. -dije haciendo puchero y él rió.
-Yo tampoco quería.
-¿Y si me salto estos dos años?
-No, señorita. -dijo él.- No voy a dejarte faltar.
-No quiero estar en las porristas este año.
-No dejes que lo que pasó en la otra escuela te arruine eso, Uma. Sé que te gusta ser porrista.
-Conozco a la lider de esta escuela. Me acosté con su novio en una fiesta.
-Uma...-me reprochó con algo de decepción. Me pegué más a su lado.-Ya no sos así, mi vida. Ella va a verlo también.
-Yo no quise hacerlo. Fue él.
-Lo sé. Sé que nada de esto fue tu culpa.-y supe que le atribuía cualquier clase de culpa a Harry.- Yo lo sé.
-Papá también estuvo en mi cuarto, Zayn.-susurré y él me miró de inmediato. Entonces supe que lo había dicho en voz alta y mi hermano no lograba asimilarlo.
Me maldije por no dejar mis pensamientos dentro de mi cabeza en todas las ocasiones.
Cerré los ojos con fuerza y me pegué a su lado pero sus brazos ya no estaban en torno a mi.