C I N C O

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Al despertar, fui a mi cuarto a darme una ducha y me topé con Liam ahí.
-No vas a decirlo, ¿cierto?-preguntó alterado y yo negué.- Gracias.
Le mostré una débil sonrisa y caminé al armario, encontrándolo vacío. Las valijas estaban armadas.
-Va a empezar la gira.-dijo Liam y lo recordé. Abrí una de las valijas y saqué un short y una camisa con un top.- ¿Estás bien?-asentí tras unos segundos y él se acercó a mi lado. Su mano bajó por mi espalda y lo miré con súplica.
-Hoy no, por favor.
-Tranquila. -dijo él.- Solo quería decirte que todo se va a solucionar.
-Gracias, Liam.
-Denada, nena.-dijo él y besó mi cabeza.- Si me necesitas, estoy en la puerta del fondo a la derecha.
Asentí y entré a bañarme. Al salir, todos se preparaban para irse. Zayn se acercó a mi y dijo que iría a buscar mis cosas pero yo me adelanté y bajé con una sola valija.
-¿Y tu ropa?-preguntó.
-Solo necesito esto.-suspiré.- Ya no quiero ser una zorra.
Y era cierto. Me había abierto las puertas a ese cambio que tanto me costaba tomar. Ahora podía abandonar las cosas que no me gustaban del todo, que no me hacían sentir cómoda, que me hacían la farsante que todos veían.
-Vamos, Uma.-dijo él y vi orgullo en sus ojos.- Nos espera el mundo.
A pesar de que la idea de dar un gran cambio me alentaba un poco, el hecho de que fuera en la gira de One Direction, me fastidiaba. Después de todo había aún algo que no olvidaba ni superaba ni aceptaba.
Subí a la limusina y clavé la mirada en la ventana. Mi hermano se sentó junto a mi y me rodeó con su brazo de un modo un tanto posesivo. Y no me importaba, si él se volvía posesivo pero me quería, no me importaba.
-¿Queres quedarte en el bus con nosotros? -asentí con algo de duda.- No quería que te quedaras sola. Tenes pesadillas.-lo miré algo avergonzada y él me besó la mejilla.- Como cuando eras chiquita.
Me acomodé el top y dejé mi cabeza sobre su hombro. Miré a Harry y este negó lentamente para luego mirar por la ventana. Así era él. Lo recordaba. Nada nunca le venía bien. Nada le gustaba. Cuando entraba en mi cuarto, se tomaba de la cabecera y no me miraba ni me tocaba. Tampoco le gustaba que yo lo tocara. Así era él. Me rechazaba por completo pero volvía una y otra vez.
Al llegar, nos instalamos en el bus y ellos se apartaron para planear sus conciertos mientras yo miraba el techo. Era horrible por momentos, dejar atrás a esa perra engreída que solía ser. Se sentía ese molesto vacío de no saber quién demonios eras o quién debías ser. La impotencia me inundaba.
Miré a un lado y cerré los ojos. Un cuerpo hundió el colchón a mi lado. Una mano se deslizó por mi cintura y me arrastró contra un cuerpo.
-Todos se fueron.-dijo Louis.- Querían trabajar con los de la banda.
-No quiero, Louis.-suspiré y él me hizo voltear.
-Solo vine a hacerte compañía. -dijo él pero su rostro estaba demasiado cerca del mío. Mi instinto me llevó a unir nuestros labios y él pasó a ponerse sobre mi con rapidez.- Me lo complicas.
-No puedo evitarlo.-admití.-Ya es parte de mi.
Louis se bajó y volvió a su posición anterior.
-Perdón por decirte malcriada. No lo sos. Siempre te fastidio y eso, pero... Vamos, Uma. Me gusta tenerte cerca. Te quiero acá y ahora. No sos un juguete y perdón si alguna vez te hice sentir así.
-¿Louis? Cuando te dejaba meterte en mi cama y hacer lo que quisieras, ¿qué pensabas de mi?-él guardó silencio.- Que era una puta. Pero no te importaba. ¿Por qué ahora si?
-Porque nunca tendría que haberlo hecho con vos.-dijo.- Me aproveché de tu edad, tus confusiones, todo. Y me aproveché. Te hice creer que todo estaba bien, todo lo que hacías.
-No fuiste el único.
-¿Qué? -preguntó confundido.
-No fuiste el único que dijo que lo que hacía estaba bien. No fuiste el único que se acostó con la hermana de su amigo.
Su rostro mostraba muchísima confusión. Él no parecía querer creer que los demás se habían acostado conmigo también.
-¿Vos...? Dios mío, Uma. ¿Por qué te haces esto? No entiendo...
-Doy asco, ¿no es así? -pregunté con amargura y volteé.- Supongo que es así como tenían que pasar las cosas.
-¿Quién fue el primero?-preguntó y me helé. Nadie lo había preguntado antes.- Fue él, ¿no es así? Él hizo algo que...
-Fue el primero en entrar a mi cuarto. -dije y un escalofrío me recorrió.- Lo quise pero él no a mi. Una sola vez posó sus ojos en mi.
-¿Por eso hiciste todo esto?¿Por un idiota que no se merecía nada de vos?-preguntó molesto y buscó mi mano, entrelazando nuestros dedos.- No hagas nada por él, Uma.
-Quiero que vuelva.
-¿Por qué?
-Porque lo estimo, a pesar de que siempre gimiera otro nombre.-un nudo se formó en mi garganta y Louis me hizo voltear, atrapando mis labios y presionándome contra su cuerpo.
-Dejame demostrarte que nunca voy a decir otro nombre.-pidió sobre mis labios y fue la primera vez que quise besar a alguien.

Empezando de cero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora