CAPÍTULO 15,1- La experiencia Parisina

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Finalmente, era la mañana en que viajaríamos a  París, Francia, uno de mis sueños se haría realidad, y lo mejor de realizar ese viaje es que, iría a la capital mundial del Amor con mi novio; llegamos al aeropuerto a las 10:15 am, debíamos estar allí a las 10:am pero, la multitud de fans no hacía posible nuestro avance, fue una locura total, se necesitaron mas de 40 hombres para posibilitarnos el paso, sin contar, que algunas de ellas, alcanzaron a, literalmente, arrancarles la ropa a los chicos, vaya que fue una experiencia totalmente nueva; nuestro vuelo, era un vuelo privado, salía a las 10:30 y duraría aproximadamente 4 horas.

- ¿Estas contenta?- preguntó Zayn mientras besaba mi frente.

- Contenta no es palabra que pueda describirlo- sonreí.

- Me alegra saberlo, me alegra saber que te hago feliz- me besó.

- Zayn, tu me haces mucho mas que feliz- mordí su labio inferior.

Tras 4 horas de vuelo, finalmente llegamos a París; al bajarnos del avión, otra multitud de fans esperaban en la pista de aterrizaje, fueron necesarios otros 40 hombres para retenerlas sin contar la ayuda policial; 20 minutos despues nos encontrabamos realizando el respectivo papeleo, luego, salímos del edificio, donde aproximadamente 120 paparazzis esperaban al lado de la van que nos llevaría al hotel; ya en el hotel, nos entregaron las llaves de las habitaciones, por supuesto, Zayn y yo compartiríamos habitación; subímos y desempacamos nuestras cosas, bajamos nuevamente al lobby del hotel a una corta reunion, los chicos debían ir a hablar con los patrocinadores de los eventos que tendrían por esos dos días, mientras tanto, uno de los guardaespaldas del lugar, nos llevó a un pequeño tour, y por supuesto, a almorzar.

A las 8:pm, volvió Zayn y subímos a la terraza donde había una mesa preparada especialmente para nosotros, junto con unos deliciosos Creppes, cena a la luz de la luna y con tan majestuosa vista, como lo era el río Sena y la torre Eiffel a la orilla de este mismo; al terminar de cenar, me puso su abrigo, luego, nos acercamos al balcón, y me abrazó por la espalda, apreciando la vista, se acercó a mi oído 

- Te quiero mucho, mi princesa- besó mi cuello.

- Y yo a tí amor- recosté mi cabeza en su hombro.

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