Las personas tienen maneras distintas de ver la distancia y yo simplemente no te veo por la distancia.
Todas las personas suelen tener opiniones distintas acerca de lo que la distancia puede provocar en una relación, más no se puede tener una teoría general ya que a unos les sirve y a otros los destruye.
La agencia que Harry había construido en la que trabajaba junto con sus mejores amigos era todo un éxito, pero no todo en su vida había mejorado a pesar de que todos pensaban que por fin había conseguido su final feliz. Aun teniendo a Louis tenía que enfrentarse a periodos de soledad que no eran nada agradables por el trabajo de su esposo, el cual no había dejado ni estancado después de su matrimonio.
Generalmente todo era así para él. Seguía llegando a una casa vacía cuando Louis tenía que grabar en otros lugares. Había ocasiones en las que lo acompañaba por un tiempo, pero no podía dejar su trabajo y la casa en descuido, así que él tenía que volver.
Louis estaba en su mejor momento y él ni siquiera se atrevía a decirle algo. Era como si la maldita historia se repitiera y el rizado no lo encontraba justo.
Él había dejado una de las cosas que más amaba en la vida con tal de ser feliz con Louis y su esposo aún tenía todo lo que quería – incluso aún más -, pero esa no era su molestia, en verdad. Se miraba al espejo todos los días y sabía que no se sentía menos que el de ojos azules; el problema radicaba en que simplemente sentía que algo le faltaba.
Jamás había presumido de ser un hombre tradicional que disfrutara de ir a una oficina y después volver a casa. A pesar de que lo había intentado por todo ese tiempo no lograba llenar ese vacío que se hacía más grande cuando Louis se ausentaba.
En la soledad de su habitación a veces se aventuraba a cerrar los ojos y recordar aquellos momentos que había pasado en los cielos. Podía detallar las nubes y como el sol en ocasiones se escondía detrás de ellas para después reaparecer tan luminoso y brillante, tan cercano como si con sólo estirar la mano pudiera tocarlo e incluso sostenerlo para después volver a dejarlo ir. Los cielos nocturnos con las estrellas que brillaban persistentes, unas más que otras, dispuestas ahí para que cualquier persona enamorada las guardara en su bolsillo con el propósito de regalarla a la persona que hacía su corazón latir.
Todo allá arriba era tan hermoso como el amor que albergaba en su corazón por la persona que dejaba el otro lado de la cama completamente vacía por el trabajo pero que también impregnaba con su aroma la almohada que solía usar para que jamás se olvidara de que existía y vivía en lo más profundo de su almohada.
Una gran oportunidad había salido para Louis. Era una película que iban a grabar en varios lugares de América, por lo que había hecho sus maletas para pasar tres meses lejos del rizado. Había sonreído con tristeza en su dirección antes de acercarse a él para plantarle un beso suave en los labios y en la mente del rizado retumbaban sus palabras: "prometo que después de esto me tomaré un largo descanso".
Así que en teoría Harry se quedaría solo en casa por tres meses o incluso más si algo salía mal en las grabaciones y vaya que la vida le estaba cobrando el haber jugado con los corazones de tantas chicas en el pasado.
Aquella mañana se había despertado extremadamente temprano ya que era una costumbre que se le había quedado desde que se dedicaba a ser piloto. Bajó las escaleras de la hermosa casa que habían conseguido con pereza y se estiró con intención de sentirse más despierto.
Se acercó a la cocina y empezó a preparar un café – porque sí, maldita sea, su anterior trabajo le había dejado malas costumbres – mientras miraba por la ventana de la cocina que daba a la calle. Él no era el único en ese tranquilo vecindario que se despertaba a tempranas horas y eso lo tenía completamente claro ya que desde el principio había caído en cuenta de que muchos vecinos suyos salían a pasear a sus perros mucho antes de empezar con sus ajetreados días.
Llevó la taza a sus labios y dio un sorbo al líquido caliente que le hizo sentir una extraña sensación en el estómago para después recordar que tenía algunos correos pendientes de algunos clientes que debía de contestar antes de que se arrepintieran de acudir a su pequeña empresa para realizar sus viajes. Caminó hacia la sala de estar donde había dejado su computador la noche anterior antes de ir a la cama y tomó el mismo para ponerlo sobre sus piernas.
Soltó un bostezo mientras entraba al correo y al hacerlo sonrió puesto que se dio cuenta de que no había dejado que las personas esperaran tanto. Fue contestando los correos con palabras amables porque eso era lo que les había dado el éxito – siempre se lo repetía a sus amigos -, la amabilidad en la atención. Estaba por terminar cuando se encontró con un correo que llamó su atención por completo.
Abrió el correo de la aerolínea británica para la que solía trabajar y el contenido le dejó helada la piel; su anterior jefa le enviaba el mensaje pidiendo que volviera a tomar el puesto de piloto para la misma ruta que había tenido antes, recalcando que él siempre había sido un empleado ejemplar y que los pasajeros jamás habían tenido quejas de sus vuelos durante su estancia.
El café se enfrió en la taza esperando por ser bebido ya que el rizado se había perdido en sus pensamientos.
Aquella era una gran oportunidad y podía hablar con ella para que su contrato fuera de tres meses, el tiempo exacto que Louis estaría ausente. Así él no se sentiría tan perdido, llenaría aquel vacío que le quedaba en el interior de su ser por la ausencia de su esposo y también podría tener de cerca ese azul tan parecido al de los ojos del chico que amaba.
Nada podía salir mal con su plan y se sentía seguro, pero era claro que antes de hacer cualquier movimiento primero tenía que acudir al consejo de su mejor amigo a pesar de que sabía más o menos lo que éste le diría.
Después de sobreanalizar la situación, simplemente dejó el computador de lado y se dirigió al exterior de su hogar para poder levantar el periódico que llegaba todas las mañanas sin falta. Siempre lo ojeaba en busca de noticias de su novio y cuando las encontraba simplemente las recortaba para después guardarlas.
Tenía una entera colección de notas que hablaban acerca de Louis, todas ordenadas por fechas ya que a pesar de que fuera absolutamente vergonzoso, él era su más grande fan.
Al regresar al interior de su cálido, pero vacío hogar sin dejar de desear que las horas del reloj empezaran a correr a toda prisa para que el día siguiente llegara y así poder consultar con su mejor amigo aquello que lucía increíble para él.
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AIRPORT 2: Volver a Volar ✈|Larry Stylinson|
FanfictionAirport 2. - Siempre has sido lo más importante, dejé lo que más amaba por ti, pero estoy tan cansado en este momento que creo que es hora de volver a volar. Puedes leer Airport 1: https://www.wattpad.com/story/36387994-airport-%E2%9C%88-larry-styli...