Capítulo 6.

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A todas las personas que ya hayan visitado mi página (annemir.voog.com) y a todas las que tengan más de tres historias mías en su biblioteca de lecturas, comenten "YO" para que les siga.


~*~

"Quiero quedarme a tu lado por el resto de mis días".


El sonido de su despertador inundó la habitación y él con pesadez intentó moverse, pero se detuvo al notar unos brazos rodeándolo con fuerza y recordó que la noche anterior había ido a dormir con aquel a quien consideraba el amor de su vida.

Sonrió perezoso y estiró la mano hacia la pequeña mesita de noche que se encontraba de su lado de la cama para después dirigir su mirada a Louis, quien lo observaba atentamente, con una sonrisa.


- Podría permanecer aquí toda la vida – murmuró, el castaño, antes de besar su hombro.

- Yo también.


Abrazó fuertemente a su esposo y respiró su aroma con tranquilidad, cerrando los ojos en el acto para poder guardarlo en su memoria.

Amaba a Louis en todo momento, pero en especial en las mañanas ya que podía sentir su cuerpo así de cerca, inundarse con su calor y maravillarse con la vista de su cabello despeinado, sus ojos hinchados y las marcas de sus besos y sus actos por todo su cuerpo, como si de una obra de arte se tratara.

Acarició su espalda lentamente, sintiendo como sus propios ojos volvían a querer cerrarse, pero sabía que no podía hacerlo ya que tenía que ir hacia el aeropuerto.


- ¿Qué tal si te quedas aquí y repetimos lo de anoche?


Su cuerpo reaccionó ante la idea, pero por más que quisiera volver a tener a Louis, simplemente sabía que no tenía demasiado tiempo.


- Me encantaría – susurró, aun acariciando la espalda de su esposo – pero muchas personas se quedarían en Londres por mi irresponsabilidad.

- Vamos – rió, para después sentarse sobre el regazo del rizado, quien permanecía en la misma posición.


De la manera más natural acercaron sus rostros y unieron sus labios en un beso completamente apasionado, pero que al final no dejaba de ser dulce y cargado de amor.

Las manos de Harry descendieron por el camino que la espalda de su esposo le marcaba y llegó hasta su trasero, el cual apretó con sus grandes manos, sintiendo una oleada de placer al escuchar el gemido agudo de Louis que murió sobre sus labios.

Con pesadez, alejó una de las manos del cuerpo de Louis para encontrar en la mesa, justo a un lado del despertador el lubricante que habían usado la noche anterior. Lo destapó con agilidad y con ayuda de su esposo, llenó sus dedos de la sustancia para después dirigirlos a la estrecha entrada.

Louis escondió el rostro en su cuello y un gemido agudo le acarició esa zona cuando introdujo el primer dedo dentro de su esposo. Lentamente empezó a dilatarlo y cuando sintió que era suficiente por la manera en que el de ojos azules se refregaba contra su cuerpo, tomó su miembro y con lentitud se adentró en el por completo.

AIRPORT 2: Volver a Volar ✈|Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora