Capítulo 8.

3.1K 276 111
                                    

Autora: Aquí la octava parte para que vean cómo sus vidas se empezaron a complicar. Si les gusta más con las imágenes, comenten. 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Como la más brillante de las estrellas, apareces en mis noches oscuras para iluminar mi alma"


Si, realmente se encontraba completamente cansado y sentía que lo mejor que podía hacer en ese momento era meterse entre las sabanas y por fin cerrar los ojos para dormir plácidamente, pero sus amigos habían organizado una fiesta por su cumpleaños y no podía fallarles ya que en esa fecha no estaría con ellos para poder festejar de una mejor manera.

Nick lo había prometido en aquella ocasión cuando se habían visto para pasear a Tomas - su perro – y realmente había dedicado tiempo a que esa fiesta se diera, cosa que no pudo causar más en Harry que un encogimiento en su corazón porque él sabía que aparte de amistad había un sentimiento más detrás de todas las acciones del locutor de radio.

Se miró en el espejo para acomodar su largo cabello y no pudo evitar pensar en que debía de cortarlo de una vez por todas ya que no era demasiado positivo para su trabajo.

Una camisa blanca con los primeros botones sueltos y unos skinny jeans negros cubriendo sus largas piernas era lo que él había considerado completamente apropiado para la ocasión ya que, ¿qué más podía ponerse para una cena?


- ¿Estás listo? – la voz de Zayn lo tomó por sorpresa mientras por su mente pasaba que lo mejor era cambiar de camisa.


Al voltear se topó con el chico de cabello oscuro recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre su pecho luciendo un atuendo rebelde, juvenil y negro – como siempre -. Su mirada lucía apagada, desde hacía un tiempo estaba de esa manera a pesar de que sonreía ampliamente y Harry estaba casi seguro de que eso no se debía a su divorcio porque en definitiva aquello era algo que desde hacía un tiempo atrás a su amigo le había empezado a dar completamente igual a pesar de que había visto a Perrie llorar en un par de ocasiones cuando tenían reuniones con sus abogados para acordar la situación de las propiedades y bienes.

Si se cuestionaba a sí mismo, podía darse cuenta de que no sólo la mirada de Zayn había cambiado, sino que empezaba a lucir mucho más distante y apagado, tan encerrado en sí que a veces Harry temía en hablarle cuando lo encontraba mirando a un punto fijo completamente perdido ya que sus pensamientos podían ser demasiado importantes, al menos eso era lo que su entrecejo fruncido demostraba.


- No estoy seguro de esta camisa – comentó, intentando sacar una sonrisa de su amigo por sonar como una chica, pero fallando miserablemente.

- Estás bien – sonó cansado – siempre luces bien.

- ¿Qué tan bien?

- Como para no quitarte a Nick de encima durante toda la cena.

AIRPORT 2: Volver a Volar ✈|Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora