Taemin se dirigió a su casa y se duchó nervioso. Llevaba mucho tiempo sin escuchar las palabras de Key y había demostrado tener razón siempre. Mientras se arreglaba el cabello practicaba frente al espejo las palabras que le diría, hasta que vio la hora y se dio cuenta de que debía apresurarse. Salió de casa y se encontró con Minho esperándolo en la puerta, llamaron a los chicos para coordinar la hora y se dirigieron a la parada del autobús. Llegaron a la casa de Jimin y se sentaron en la acera de enfrente a esperar por Key, Onew y Jonghyung.
- Así que... ¿cómo va todo con Sunny? – preguntó de pronto Minho, dibujando en el suelo con una varita que encontró tirada por ahí.
- Hmm – Taemin se paralizó. No quería que este fuera el momento para decirle todo, además aún no hablaba con Sunny, así que improvisó – bien, en verdad la noto más comprometida con... esto.
- ¿Qué sientes por ella, Minnie? – preguntó el moreno mirándolo a los ojos, una mirada dura y exigente.
- Yo...
- ¡Annyo! – gritó Key mientras corría hacia ellos. ~ Gracias a Dios ~ pensó el pequeño – perdonen la tardanza, pero no podía venir vestido como cualquier cosa – exclamó arreglando su cabello. Se saludaron y entraron todos juntos a la casa del chico, Key llevando el regalo que entre todos le habían comprado.
Se dirigieron al patio donde había mucha gente sentada alrededor de la piscina, en hamacas, en el césped, en todas partes. La casa de Jimin era bastante grande y daría abasto para mucha gente. Taemin se quedó en la sala observando absorto una pecera llena de pececillos de distintas especies y colores. Minho lo miraba desde el ventanal con expresión de ternura. Se acercó por detrás y le hizo cosquillas en las costillas, haciéndolo saltar. Caminaron al patio y se apostaron juntos en una pequeña terraza con sofá en forma de L y una elegante mesita de centro.
Minho entró junto a Jonghyung a preparar los tragos para todos, incluido Taemin, que ya se había iniciado junto a ellos y esta representaba su prueba de fuego; aunque para él todo se resumía esta noche a Minho.
- ¿Hablaste con Keroro? – le preguntó Key cuando JJong se llevó a Minho adentro por los tragos.
- No, Ryu se escapó en la tarde así que no tuve tiempo – respondió el pequeño - ¿debería hacerlo ahora?
- Hmm, es una situación complicada, cuando se hablan temas serios en fiestas así nunca salen bien las cosas, pero en este caso está todo claro entre ustedes, así que sería lo mejor. Quizás no sea lo más correcto cortar con Sunny aquí, pero qué más da, ella anduvo besuqueando a Jungkook por ahí - respondió Kibum indignado.
- Hmm, tienes razón, lo mejor que podría hacer sería terminar con Sunny y declararme con Minho hoy mismo, ya no lo soporto – respondió el pequeño con rostro de frustración, mientras sus mejillas se sonrojaban.
- Tranquilo, todo saldrá bien – exclamó Onew dándole palmaditas en la espalda para tranquilizarlo.
Los chicos estaban dentro de la casa preparando los tragos, cuando Minho se quedó prendado de la imagen de Taemin mientras este hablaba en el patio trasero con Key y Onew. Habían farolitos colgando alrededor de un pequeño cobertizo que protegía la terraza, y el pequeño estaba mirando fijamente las pequeñas luces mientras estas hacían brillar sus ojos. Minho recordó su día de borrachera y lo tierno que se veía ebrio diciendo lo mucho que le encantaban los farolitos. Sintió que su estómago se revolvía recordando todo lo que ocurrió esa noche.
- ¿Minho? Amigo, ¿qué sucede? – preguntó Jonghyung al verlo divagando con la vista perdida.
- ¿Eh? Oh, no nada – respondió volviendo su mirada a los tragos que estaban preparando.
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La ventana de al lado (en edición)
FanfictionJongin se marchó una tarde de otoño sin despedirse ni mediar explicación, y desde aquel día, los ojos de Taemin se perdían en la oscuridad de su vacía habitación, su cuerpo deslizándose entre el eco de bailes que aminoraban su desencanto. El cuarto...