Capítulo 5: I Know

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La puerta de la dirección fue abierta después de que dos simples toques dieran aviso, como si de su casa se tratase, Castiel cruzo la puerta y camino por el lugar como si la directora no estuviera.

-Joven Castiel, ¿a qué se debe su visita?- Pregunto la directora sin despegar su vista de unos documentos que había en su escritorio.-

-Vamos, no hay nadie aquí.- camino hasta una silla que estaba frente al escritorio para sentarse y apoyando sus pies en el escritorio.- Puedes hablarme normalmente.-

-¡Baja los pies de escritorio!- Regaño la directora al pelirrojo mientras de un solo movimiento quito los pies del otro provocando que él callera por el empujón.- Muestra tus modales.-

-Joder, eso duele.- Se quejó por el dolor.-

-Dime que haces aquí, tengo mucho trabajo.- Continuo mirando sus papeles mientras que Castiel volvía a tomar asiento.-

-Necesito pedirte un favor.-

-Que descaro, después de todos los problemas que le has dado a esta institución ¿bienes a pedirme ayuda?-

-Está bien.- Se levantó para caminar a paso lento hacia la puerta.- No es realmente necesario que su "majestad" me de su consentimiento, ya encontrare una forma "No legal" de hacerlo.- Dijo haciendo énfasis en "No legal." Cuando estuvo a punto de salir por la puerta, la Directora lo detuvo con un grito.-

-¡Castiel!-Llamo.- ¿Qué es lo que quieres?-

-No es mucho lo que pido, solo quiero tener acceso al sótano.- Concluyo.-

-¿El sótano? ¿Para qué?-

-Es un buen lugar para que Lysandro y yo practiquemos. La ventaja es que el sonido no llegara a las aulas. Puedes hacer este favor por mi ¿no? Que sea una recompensa por no darte lata últimamente. -

La directora suspiro para después presionar un poco su entrecejo. Saco unos papeles para empezar el tramite lo más rápido posible, era verdad, Castiel en lo que eran 2 semanas se había comportado mejor, seguía faltando a algunas clases pero al menos no recibía otras quejas sobre él. Aunque el chico pelirrojo lo menciono como una "recompensa", ella acepto pensado que al menos así podría comportarse mejor. Termino los papeles en 15 minutos, le dio dos copias de la llave del sótano, una para Lysandro y otra para él, claro, ella no sabía que aquel par de amigos ya se las había arreglado anteriormente para hacerse de dos copias. También le entrego un par de documentos, uno para ellos y otro para el delegado notificándole del uso del sótano, era para que, si los encontraban en ese lugar no fueran acusados. Ahí era donde el plan de Castiel terminaba en éxito. Bien podía seguir con los ensayos a escondidas como hasta ahora, solo que no quería ver al Delegado que, ocasionalmente iba para asegurarse que todo estuviera bien.

-Espero una conducta ejemplar por haberte cumplido tu caprichito, joven Castiel.-

-No prometo nada.- Nuevamente fue hacia la puerta.- Gracias por todo tía*- Se despidió el chico.-

-¡En la escuela soy la Directora!-Le regaño sin recibir respuesta de joven.-

Una vez fuera, tenía que ir con Nathaniel para avisarle sobre lo del sótano, pero no tenía ganas de verlo. Desde aquel incidente ninguno de los dos se había cruzado, ni siquiera Nathaniel lo busco para disculparse o darle una explicación y el no iría a pedírsela, lo que había visto le decía todo. Aunque Lysandro fue un caso distinto, ese mismo día lo busco su perdón ya que eran como hermanos, le costó trabajo perdonarlo pero realmente lo veía arrepentido y era su mejor amigo. Esa fue la peor traición que pudo haber tenido, después de todo siempre amo a la rubia y para tratar de olvidar sus sentimientos intento olvidarlo con una chica de nombre Debrah que resulto ser más fácil que la tabla del cero, le resultaba algo gracioso como ahora le dolía la traición que fue algo similar.

No juegues con mis sentimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora