En el sótano de la escuela se encontraban dos chicos, mientras uno entonaba melódicamente las notas que estaban en su libreta, él otro tocaba su guitarra para acompañar a su amigo. La música invadía aquel lugar, las notas complementaban perfectamente la voz del más alto, cualquiera que los escuchara se daría cuenta que tenían un futuro por delante, pero no importaba en ese momento.
La puerta del sótano se abrió bruscamente dejando entrar la luz y segando un poco a los chicos dentro. Lograron visualizar una figura femenina pero no distinguían quien era. La chica de cabellera larga bajo las pocas escaleras para encontrarse con los chicos que en ningún momento hicieron o dijeron algo sino hasta verla clara mente y notar que era Priya no se veía nada contenta. Camino hasta donde estaba Castiel que solo miro a mi amigo quien estaba confundido.
La oreja del pelirrojo fue tomada con brusquedad y sin decir nada, la chica comenzó a caminar hacia la salida otra vez.
-¿Qué te pasa? ¿Crees que no duele?- Se quejó mientras era arrastrado el chico, pero Priya nunca dijo nada.- ¡Lysandro ayúdame! Dile algo.-
El alvino soltó un pesado suspiro y se dirigió a la chica.- Priya ¿Serias tan amable de soltar a Castiel?- Pidió Lysandro pero solo recibió una fría mirada por parte de la chica, no era como si la tuviera muy contenta.-
El joven victoriano se quedó paralizado dejando ir a su mejor amigo a merced de la chica. Resignado Castiel cedió y acompaño a la chica al Aula B donde finalmente lo soltó. Colocando su mano en la zona lastimada planeaba quejarse pero al ver que Lynn y los gemelos fantásticos también se encontraban comenzó a saber de qué se trataba todo.
-Castiel, nos debes una explicación.- Hablo la morena.-
-¡maldición Armin, no aguantas nada!- Se quejó Castiel.-
-¿Qué? Te recuerdo que me besaste sin mi consentimiento y que no era el único presente ¿Cómo sabes que no fue Alexy quien les dijo?-
-¡¿Besaste a Armin?!- Las dos chicas estallaron.-
Castiel se quedó confundido ¿Acaso no era esa la razón por la cual lo arrastraron hasta ese lugar? Volteo a ver a los gemelos, mientras al azabache intentaba aguantar la risa al ver la cara de pelirrojo, al chico de cabellera azul no tenía miedo de soltar una fuerte risotada.
-Te trajimos aquí porque nos enteramos que lograste que la directora te diera permiso de ocupar el sótano y como sabemos que no eres el favorito de la directora (ni de los maestros) solo se nos ocurrió que la habías chantajeado.- Explico Lynn- Aunque ahora entiendo porque Alexy nos dijo que estaba traumado.-
-Armin ¿Tú no te traumaste?-Hablo divertido el pelirrojo mientras se acercaba por atrás del gamer.-
-Solo fue molesto tratar de convencer a mis padres de que no eres mi novio.-
-Que lastima, tendré que hacerlo mejor la próxima.- Dicho esto, se acercó hasta la oreja de Armin para morderla leve mente haciendo que unos escalofríos recorrieran la espalda del chico de cabellera oscura.
Priya, Lynn y Alexy solo observaban los movimientos de ambos, la cara asustada de Armin no tenía precio. Armin y Castiel comenzaron a discutir por tal acción, poco después se le unieron Alexy y Lynn regañando a Castiel, Priya se unió al final intentando calmar a todos pero también salió quemada haciendo que los cinco comenzaran a discutir entre todos.
Por la puerta del salón paso Kentin que solo podía ver extrañado al pequeño grupo discutir, era extraño para él, discutían pero en ningún momento se veían realmente enojados, es más, juraría que se estaban divirtiendo. En la escuela militar no se veía eso, todo en esas escuelas le parecía tan falso, los estudiantes parecían maquinas, él se incluía, odiaba eso. Pudo convencer a su padre de cambiarlo de escuela y en ese momento agradecía que fuera en la que se encontraba.
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No juegues con mis sentimientos.
FanfictionEsta historia tiene de protagonista a Armin, quien solo deseaba pasar un agradable día con su novio, Lysandro. Mientras buscaba un poco de ayuda, termina descubriendo el oscuro secreto que le guardaba su novio. [Nota: No hay una pareja en concreto...