ADIÓS ALEXANDER

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COMO USTEDES RECUERDAN, GRELL TIENE VOZ DE TENOR, UNA VOZ HERMOSA, ASÍ QUE SUPONGO QUE ES CAPAZ DE MODULAR SU VOZ CUANDO LE PLAZCA.

...


William suspira, está sentado a la orilla del lago, sumerge lentamente su mano derecha en el agua cristalina y fría, sobre su hombro hay una paloma que arrulla a su oído, su mente se pierde en sus pensamientos y malos recuerdos, de repente el frío metal de una guadaña cala su garganta, no tienen miedo, pero no se lo esperaba, la paloma sale volando velozmente, los ojos de William se abren como platos y traga saliva.

—Eres muy malo Spears— una voz gruesa y ronca le llama, un cálido aliento roza su cuello. William se tensa de inmediato, el metal se pega más a su garganta, pero cae en la cuenta de quién es su agresor al sentir un beso en la mejilla.

—¿Qué quieres Sutcliff?— dice con enojo, ha sido un año difícil para William, preparándose para subir de puesto y huyendo de Grell, de verdad desde la platica con Brendan Sutcliff, William perdió todo interés en Grell, no porque el viejo le ordenara no acercarse al pelirrojo, no, todo se trataba de sus malos recuerdos como mortal.

—Wiiill, ¿como supiste que era yo?— el tono de voz agudo regreso al pelirrojo, ahora desanimado, hace meses que William lo evade, ya no comen juntos, ni siquiera un saludo casual, era como si la tierra se hubiera tragado al moreno, y cuando por fin lo encuentra este lo descubre en su broma truncada.

—¿Que quieres?— repite William.

—¿Que pasa Will?— pregunta triste el carmín pero su ánimo regresa pronto.

-Mira Will, te traje el almuerzo- Grell entrega un pequeño paquete con algo de alimento, un emparedado improvisado aunque de no muy buen ver, Grell no es un experto en comida, siempre ha tenido quien le haga las cosas, pero por alguna razón siente que debe congraciarse con su amigo que lo ha abandonado sin explicación.

William sigue sentado a la orilla del lago, sostiene en sus manos el paquete pequeño y lo observa, de pronto Grell se recuesta a su lado y coloca la cabeza en su regazo, William dirige su mirada al chico extravagante, Grell tiene una gran sonrisa en su rostro y extiende su mano izquierda para acariciar la mejilla pálida de William, Spears frunció el ceño, dejo a un lado el alimento, ni siquiera lo abrió.

Christina solía hacer eso cuando venían aquí, se acostaban juntos y ella acariciaba su rostro diciéndole cuánto le amaba, incluso ella era pelirrojo, la mente de William se ve golpeada por aquellos recuerdos.

—Gracias por la comida Grell Sutcliff-san, pero debo irme, tengo mucho trabajo por hacer— William se levanta rápido dejando caer bruscamente al pelirrojo y se fue caminando sin decir nada.

—¡Aww!, Will espera— Grell se levanta y corre tras su compañero mientras soba su cabeza golpeada contra el césped.

—Will, no tenemos trabajo, ¿qué es lo pasa?, ¿por qué me evitas?— Grell no resiste más la actitud de William y lo enfrenta, en su cara es notable la angustia y tristeza.

—Grell Sutcliff— William se detiene y se para frente al pelirrojo triste, al verlo le remuerde la consciencia, pero, hace a un lado esos sentimientos, como shinigami los sentimientos no tienen lugar en el corazón de una parca. —No tengo tiempo para socializar Sutcliff, no quería decírtelo aún, no hasta que fuera algo seguro, pero seré promovido como gerente— Habló estoico el joven de cabellos oscuros y despeinados.

—¡¿Queeeeé?!— grito alarmado el pelirrojo.

—Pero Will, eso significa que... te iras, seras transferido ¿por qué Will?—Grell se aferró al brazo de William, unas cuantas lágrimas chantajistas inundan sus ojos, pero no causan efecto en William este se suelta de su agarre y sigue caminando, dejando solo a un pelirrojo. Si el era promovido, era seguro que se iría de Londres, ningún estudiante se quedaba en su país de origen, los shinigamis eran enviados a otras sucursales. Alejarse de Grell era lo más inteligente que podía hacer.

L'EAU ET LE FEU (GRELLIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora