SENTIMIENTOS vs OBLIGACIONES

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Sebas y Ciel aunque no tengan una participación muy activa, siguen formando parte de la historia, gracias por su apoyo y paciencia.

En lo personal creo que Eric es malhablado y grosero, en ocasiones puede usar lenguaje vulgar, más cuando se trata de Grell o esta borracho, así es como yo lo manejo, pido disculpas si no les gusta o les parece demasiado atrevido de mi parte.

...

—¿Qué he hecho mal ahora Will?— Grell pregunta con el ceño fruncido, hace unos minutos estaba platicando tranquilamente en el área de descanso con Eric y de de repente William le llamó a su oficina, el supervisor no suele llamar al pelirrojo a su oficina nunca a menos de que se trate de un regaño, por lo general siempre es Grell el que entra al despacho de William sin ser llamado.

—Nada aún, espero— dijo William mientras rebuscaba entre sus cajones, él sabía que esta calma se esfumaría en cuanto le diera las nuevas buenas a su subordinado.

Grell alzó una ceja y se inclinó hacia el frente para mirar mejor lo que William hacía, de pronto el moreno suspiro y de modo brusco le entregó una hoja, Grell la tomó entre sus manos y la leyó, con solo el membrete su ira comenzó a crecer pero se mantuvo calmado, a media hoja, el carmín rompió el documento a la mitad y se levantó de su asiento aventando los dos trozos de papel a su patrón.

—¡Sutcliff!— espeto con molestia William.

—Debes estar "loco" si crees que iré al psiquiatra William Spears— respondió el pelirrojo sin mirar atrás y salió de la oficina azotando la puerta. William se ajustó las gafas y salió tras de él.

—Eso no es a tu elección Grell Sutcliff— el hombre mayor alcanzó al pelirrojo y lo tomó del brazo fuertemente, la parca roja luchó por soltarse pero William no cedió ante su compañero, rápido llegaron a ese infierno rojo que Grell solía llamar oficina y ambos se encerraron.

—No pienso ir— contestó tranquilamente Grell mientras tomaba asiento en el lovesit de cuero rojo que tenía en su oficina.

—¡Este trabajo me ha costado más de 80 malditos años de mi existencia y no voy a perderlo por tú culpa!—William habló con tono sombrío de voz, con los dientes muy apretados y tomando a Grell por la barbilla con su mano derecha y con la izquierda apretando el hombro del pelirrojo contra el respaldo del sillón inmovilizándolo.

—Tsk— Grell chasqueo la lengua y desvió la mirada, realmente no le interesaba lo que William tuviese que decir.

—Escúchame bien Grell Sutcliff—el shinigami oscuro soltó un poco su agarre.

—Will, no es mi culpa, algo me obliga, ayudame, haré lo que quieras, pero no me envíes a ese lugar, lo odio. Por favor.

—Grell, Yo se que debió ser difícil lidiar toda tu infancia con dos hombres que abusaban de ti, pero no puedes descargar tus frustraciones matando a inocentes— William habló tranquilamente, pensó mucho sus palabras, tenía incluso un discurso planeado sobre abuso sexual en niños, él no pretendía arriesgarse con su subordinado después de leer sus expedientes clínicos anteriores.

Grell abrió mucho los ojos y una vez liberado por su jefe el pelirrojo tomó a William por la garganta tirándolo al suelo y montándolo.

—¿Qué acabas de decir Will querido?— la parca carmesí pregunto con rabia disimulada.

William trato de alejar las manos de Grell que aunque pequeñas eran muy fuertes y esas malditas uñas largas se estaban encarnando en su pálida piel, pensó un poco y no encontró error en sus palabras anteriores.

—¿Estás diciendo que mi amado padre me violó?— cuestionó ejerciendo más presión en el cuello del hombre que yacía bajo el.

—Yo... no he dicho tal cosa... de... Alexander...— trato de explicar el supervisor, pero su tráquea se estaba cerrando y le costaba trabajo hablar.

L'EAU ET LE FEU (GRELLIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora