No podía dormir, estaba intranquilo, cualquier cosa podría ocurrirle, pero necesitaba descansar, sólo un poco, no era mucho pedir ¿o sí?.
—Levántate, hoy tus pesadillas terminan— un hombre entró a la celda de Grell y al verlo dormido, lo tomó por el cabello alzando su rostro y mirándolo con algo de odio, la parca gimió de dolor e intentó soltar sus rizos rojos.
—¡Maldito!... ¿cómo te atreves a tratar así a un dios?— protestó el shinigami carmesí, de verdad odiaba a estos demonios, eran muy inferiores a Sebastian, eran perros callejeros como bien decía William.
—¿Un dios?, no me hagas reír, no eres nada, ni siquiera llegas al nivel de los de tu raza, no eres más que una mediocre. Eres más demonio que shinigami, tu sed por sangre te delata— el demonio tomó a Grell por el cabello y lo arrastró unos cuantos metros, hasta que un demonio mayor le detuvo.
—Gracias— susurró Grell, el monstruo frente a él le ofreció agua y alimento.
—No agradezcas, no lo hago por ti, simplemente son negocios, nadie compra mercancía dañada- respondió el diablo.
...
Desde hace varios días William tenía una fuerte migraña, el shinigami se apretó las sienes y trato de relajarse, pero no podía, tenía un mal presentimiento y no estaba equivocado.
—Buenas noches William-san— Dijo el demonio, William se estremeció al escuchar su nombre en labios del demonio.
—¿Que quieres?, si no traes a Grell, no me interesa hablar contigo— espetó William pensando que se trataba de Michaelis.
—Ah, pero no vine a hablar de negocios— dijo en tono burlón y tomó asiento frente al shinigami
—No le queda mucho tiempo, nuestro señor no está tratando bien a su amante... dígame, ¿está dispuesto a recolectar mil almas para salvar a Grell-san?- William apretó los puños y guardó silencio. —Como imaginaba, el trabajo siempre fue, es y será más importante que su amado subordinado— se burló el contrario.
—El destino de Grell Sutcliff tiene varios rumbo, pero todos llevan al mismo final, o nos entregas la biblioteca shinigami, o el rojo obtendrá las espinas de la muerte, igual tendrás que recolectar almas...—dijo con una sonrisa altanera— o bien, Grell se convierte completamente en demonio y recolecta almas para nosotros y tú tendrás que matarlo.
—¡Jamás!
—En ese caso, espero que Grell no sea rencoroso —el demonio desapareció en un santiamén, William lanzó un lámpara contra la pared y maldijo su suerte.
...
No le quedaba otra opción, solo no podría entrar al infierno por Grell, necesitaba ayuda, lamentablemente, ayuda de demonios. Spears llamó a las enorm puertas de aquella finca, cuando estas se abrieron, una sonrisa cordial le dió la bienvenida.
—¡Quiero a Grell Sutcliff ahora! —William gritó con desespero.
...
Más muertes están ocurriendo en el mundo de los vivos, Inglaterra está aterrorizada, los humanos o saben que es lo que ocurre, el diablo anda suelto murmuran los ancianos mojigatos y no están equivocados, William sabe que se trata de Grell, todo el reino shinigami está en su búsqueda, deben detenerlo en cuanto antes y aunque William trata de hacerles entender que la parca roja está siendo manipulada, a los ancianos eso no les importa, Grell debe ser castigado, y no sólo ellos opinan eso, Ciel Phantomhive también está al acecho.
...
10 dioses de la muerte fueron enviados en busca de Sutcliff, están comandados por el supervisor Spears. La horda de demonios han entrado a un hospital, están devorando todo a su paso y Grell es quien encabeza la masacre.
No están solos, Ciel y Sebastian también están presentes.
—Honestamente, trabajar en compañía a estos seres despreciables— dijo William entre dientes—Ayúdame a capturar a Grell Sutcliff demonio—exigió William
—Sebastian, captura a Grell Sutcliff— ordenó Ciel, con una reverencia, el mayordomo acató la orden, tal cual fue dada, "capturar a Grell Sutcliff" pero nunca se especificó "con vida".
Fue una batalla desigual, los demonios superaban en número al equipo de William, incluyendo a Sebastian. Grell era un arma peligrosa, combinaba lo mejor de ambas especies.
A pesar de ser más, no eran mejores que Michelis, eran demonios de menor rango, pronto el equipo de William pudo aniquilarlos con ayuda del mayordomo, tuvieron que trabajar en equipo, el demonio que mantenía rehén a Grell, al verse arrinconado tomó una decisión precipitada, este no era el plan original, pero haría pagar a estos shinigamis su osadía.
Sebastian y Ciel eran muy bien conocidos en el infierno, todos estaban al tanto de su historia, así que eso sería usado en su contra.
—Shinigami— llamó el demonio a William. —tienes una última oportunidad de salvar a tu amante, entreganos la biblioteca.
—Eso nunca lo saboreara tus repugnante paladar — fue la respuesta de William. El demonio se encogió de hombros e hizo su jugada, Grell se lanzó a atacar a Ciel, el pelirrojo no contaba con guadaña, ningún arma estaba a su alcance, simplemente sus manos y dientes. Ciel estaba en el suelo, a merced del pelirrojo, este estaba listo para matarlo, sin embargo, Sebastián fue más rápido, su mano atravesó el corazón de Grell, estrujandolo entre sus dedos, la parca cayó inerte en el frío piso, de inmediato, William corrió a su lado. El demonio causante de todo este daño se disponía a huir, sin embargo, Michalis no lo permitiría, esta alimaña había puesto en riesgo la seguridad de su amo y debía pagar, las luces en el hospital e apagaron, todo la energía del edificio fue consumida por el mayordomo quien se dio el lujo de torturar a aquel ente del infierno, en medio de la penumbra sólo se escucharon gritos desgarradores además de oírse huesos romperse y entrañas desgarrarse.
...
—¿Estas bien?- William cepillo los rizos rojos ahora enmarañados en el rostro de su amante, Grell asintió con la cabeza y enterró el rostro en el hombro de William y cerró los ojos, la sangre emanaba descontroladamente de su pecho.
—¡Está muerto, tienes que traerlo vivo!— William tomó al mayordomo por el cuello y lo agitó desesperadamente, Sebastian frunció el ceño e hizo que William lo soltara.
—No, sin un contrato nada me obliga a servirle William-san... ahora, yo le prometí entregarle a su amante y aquí está— Sebastian habló con cinismo y señaló el cadáver de Grell. Sebastian le hizo una revisión rápida a su amo para después marcharse.
...
—Grell, ¡Grell!— William gritó sin conseguir respuesta, en sus brazos yacía el cuerpo inerte de Grell, de pronto el cinematic record de la parca roja se liberó, la película se reproducía en desorden, su alma buscaba algo que aferrarse, era tentadora la situación, podría mantenerse cautiva en su cuerpo y cumplir su penitencia a lado de William o permitirse morir y encontrar la paz que tanto añoraba, un shinigami asesinado, encontraría el perdón inmediato, su alma estaba en un dilema, De pronto la película se detuvo y una luz deslumbrante abandonó el cuerpo de Grell. Spears quería morir en ese momento, toda razón le abandonó en ese instante, estaba vuelto loco. El alma de Grell le había abandonado, ni siquiera se permitió ser cosechada.
—Vaya que Grell siempre ha sido un alma libre ¿no es así Will?— Undertaker se burló. —No está muerto, aún, así que date prisa o no podré ayudarte— el sepulturero mostró un libro que en el interior contenía el marcador rosa, por un momento William sintió serenidad y calma.
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L'EAU ET LE FEU (GRELLIAM)
RandomCuando se ha perdido la esperanza y la fe, se suele tomar medidas desesperadas. Todos los pecados son perdonados, pues tenemos la oportunidad de arrepentirnos y remediar el daño, todos menos el suicidio, una vez ejecutado, no hay marcha atrás, ¿O...