Termino de desayunar y solo escucho mi respiración en mi casa, es algo más personal pero por alguna razón me gusta ir al trabajo e ir a casa de mi tío y es que a veces me pega la soledad aunque al principio era peor y poco a poco lo he ido madurando, aun siento que vivir sola es un gran paso que he hecho y que aún me toca madurar un poco, pero todo eso es parte de la independencia.
Me cepillo y tomo mi bolso, agarro las llaves y salgo de mi casa bajando rápidamente las escaleras saludando a algunos vecinos.
Hoy toca caminar hasta el estudio, no es que no tenga el carro que se me dio en la revista (en realidad fue mi tío el que insistió que lo tomara); sino que en realidad no me queda tan lejos ya que vivo prácticamente en el centro de la ciudad y soy muy floja, así que hoy obligo a mi cuerpo a salir de la comodidad.
Camino unas cuantas calles con mis audífonos puestos y escuchando algunas bandas sonoras. No soy de esas que prefieren escuchar canciones en inglés o en español e incluso grupos, yo escucho música instrumental y bandas sonoras que me hayan gustado. En este caso, Narnia. Un gusto no muy común por lo que he visto. Esto no lo puedo hacer en mi país, escuchar música en la calle, hace rato ya me hubieran robado. Debo admitir que recibir esa propuesta de trabajo fue como un escape de esos problemas.
Siento algo moverse a mi lado y es una moto. De pronto mi corazón comienza a acelerarse porque la primera vez que me robaron fue así; giro mi cabeza y casi doy el grito al cielo al encontrarme a Jackson manejando su moto a la velocidad de mi paso y noto una sonrisa en su cara.
-Me vas a matar un día de estos -digo quitándome los audífonos y sin dejar de caminar.
-Prometo que será una muerte épica -hace sonar su moto sin acelerar - ¿Dónde está tu auto?
-En casa -le lanzo una mirada rápida.
-Y... ¿Vas al programa? -asiento y luego agarra mi mano -Entonces sube, te termino de llevar.
-No hay necesidad, estamos muy cerca -acomodo el bolso en mi hombro para soltarme de su agarre -Me falta poco para llegar.
-Pues déjame decirte que con esas mejillas rosadas y tu respiración cansada llegarás muerta antes de que yo te mate -ruedo los ojos ignorándolo -Si no quieres subir, entonces permaneceré a tu lado.
-Pero por favor, en silencio -acepto con mirada amenazante.
-Lo prometo -pasamos unas dos calles más y él cumple su promesa de mantenerse a mi lado en silencio. Debo admitir que así me sentí más protegida y eso que estaba segura que antes no estaba corriendo peligro.
Jackson se estacionó rápidamente y me alcanzó quedando a mi lado y entrando al estudio.
- ¿Por fin que pasó con Sebastián y Elías? -no puedo evitar preguntar. Inmediatamente hace una especie de puchero haciendo sobresalir sus rosados labios.
-Están relativamente bien. Tuvieron un conflicto y afectó un poco la práctica -se encoge de un hombro y ambos nos paramos frente a la puerta que da al recinto donde él tiene que entrar y yo seguiría de largo -Pero saben que estamos metidos en una competencia así que solo afectó brevemente.
-No puedo imaginar lo grave que podría ser.
-Es solo algo... inesperado -asiento y él me sonríe de costado - ¿Estás preparada para ver a este bebé bailar?
-Ya decía que estabas muy serio -sonríe de nuevo antes de ponerse pensativo y mirarme con sus ojos rasgados y oscuros, con el torso de su mano, pasa una caricia por mi mejilla, quedo helada en mi sitio, porque extrañamente siento cosquillas en esa parte. Pero Jackson tiene novia así que me aparto -Creo que debo ir... a mi asiento.

ESTÁS LEYENDO
Contra Corriente
RomanceVanessa González, una latina con carácter, busca su independencia como periodista en la ciudad de Buenos Aires; siendo segura de sí misma, sin compromisos y una mente idealista, está preparada para su nueva vida. Sin embargo, existen imprevistos en...