Jackson aún sigue mirándome, esperando a que por fin me suba a su moto. Tomo el casco que me tiende luego de sentarse y encenderla ruidosamente mientras yo hago una mueca.
-Vamos Vane, no tenemos toda la tarde -asiento nerviosa, realmente estoy asustada de montarme en la moto.
A pesar de tener el miedo acumulándose en mí, puedo notar que luce más llamativo e incluso intimidante agregando que su espalda se ve más grande de lo normal. Aprieta sus brazos descubiertos haciendo notar sus músculos más tensos. Quito rápidamente esas ideas de la cabeza y me coloco el casco asegurándome de que no me moleste con el cabello.
-Solo pasa la pierna izquierda y sube.
Nerviosa, hago lo que me indica y como acto relejo, me sostengo de sus hombros para terminar de sentarme. Siento sus músculos bajo mis manos.
-Esto es demasiado raro -digo y él acelera sin moverse a propósito. Le pego suavemente por haberme asustado -No juegues con mis nervios.
-Lo siento -se burla -Pero... -dice en tono bajo, quitando mis manos de sus hombros -...Yo creo que es mejor que pongas las manos aquí_ y para mi sorpresa las lleva a su abdomen_ Sostente fuerte.
En estos momentos siento mi corazón acelerarse exageradamente y tanteo brevemente su abdomen para no agarrarme tanto, pero entonces acelera y lo termino de rodear completamente con mis brazos sintiendo su respiración y la mía agitada. El viento pega en mi cara mientras pasamos por comercios y casas a gran velocidad. Jackson maneja demasiado rápido, he visto personas que son moderadas, pero él pasa el límite y no porque esté con él ahí. Acelera cuando por fin llegamos a la carretera y pego mi mejilla a junto a su espalda. No me importa que piense, maneja tan rápido que esquiva tan sutilmente los demás autos.
-Te voy a matar Jackson -lo escucho reír después de mi grito, manteniéndome agarrada con fuerza hasta que siento que por fin desacelera y levantando el rostro, veo que estamos entrando a una urbanización sencilla, pasa unas lentamente para luego detenerse frente a una pequeña casa y estacionarse detrás de un auto.
-Ese es el coche de Elías -me mantengo observando la casa notando que es sencilla y bonita, no tiene jardín pero tiene un letrero indicando que alguien ya la ha comprado_ Vanessa, no te culpo porque quieras estar abrazada a mí, pero debemos entrar -reacciono y lo suelto avergonzada.
Se baja con facilidad, luego se gira hacia mí quitándome el casco y después me agarra de la mano para ayudarme a bajar evitando caerme. Cuando me paro frente a él, me mira unos momentos.
-Eres realmente hermosa, Vanessa_ lo dice tan seriamente que me sorprende y luego me sonríe relajando el ambiente.
-Supongo que... gracias.
-Ven -me empuja por el hombro suavemente y me guía hasta la puerta tocándola - ¡Ábreme Elías! -pasan unos momentos y la puerta es abierta, dejando ver a un Elías muy serio. Detrás de él la casa se ve vacía.
-Vanessa ha venido a acompañarme -me siento incómoda, pero Elías me da una sonrisa no muy convincente.
-Hola Vanessa_ doy un paso al frente y beso su mejilla. No sé de donde agarro confianza tan rápido con estos chicos si yo no soy así, pero me la inspiran y como dijo Jackson, ya les tengo cariño.
-Lamento venir de intrusa.
-No lo eres, siempre es bueno escuchar la opinión de una chica -su comentario hizo relajarme más -Pasen -recibo otro empujón suave de Jackson y paso hacia una casa que está casi vacía. Es pequeña solo teniendo un mueble en lo que supongo que es la sala, una nevera y una cocina.
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Contra Corriente
RomanceVanessa González, una latina con carácter, busca su independencia como periodista en la ciudad de Buenos Aires; siendo segura de sí misma, sin compromisos y una mente idealista, está preparada para su nueva vida. Sin embargo, existen imprevistos en...