Jackson y yo nos miramos y no sé qué sentir, no sé muy bien que acaba de suceder, no entiendo nada. Decido no responder el mensaje de mi madre hasta después de hablar con él.
―Yo... ―no me salen las palabras de la boca, pero aun así lo intento― Jack, realmente no sé qué pasó.
―Tranquila ―dice para mi sorpresa―. Supongo que es una noticia que no asimilan.
― ¿Dices que me tranquilice?
―Sí, esperemos unos días ―encoge un hombro y asiento lentamente, me levanto de la silla y lo abrazo de la cintura pegando mi mejilla a su pecho inclinándome un poco, sintiendo su suave respiración, pero aun así su corazón late con fuerza.
―Te amo ¿Lo sabes? ―le digo cuando siento sus brazos rodeando mis hombros.
―Sí... Lo sé.
―No necesito esperar por nadie para estar contigo ―lo digo tanto para él como para mí, porque esto no me da buena espina.
―Sabes que yo tampoco ―siento un beso en mi frente y seguimos abrazados un largo rato, hasta que levanto el rostro para mirarlo.
―Vamos a cocinar algo, tengo hambre.
―De acuerdo ―y allí aparece su cálida sonrisa.
***************
Me acuesto en la cama después de despedir a Jackson y tomo el teléfono, abro el mensaje de mi madre y mi mirada se queda a allí por un rato. Yo creo que sé realmente que es lo que ha pasado, y es algo que no tome en cuenta cuando me enamore de él. Algo que siempre me recalcan una y otra vez, más que todo mi hermano Andrés. Mi familia es xenofóbica, y Andrés es una persona que lo es a niveles extremos, pero sólo con las personas asiáticas. Realmente quiero tomar en cuenta eso que me dijo Jack, de esperar unos cuantos días. Yo también supongo que ellos lo aceptaran, no pueden ser tan crueles, además, es mi primer novio formal, eso tiene que decir mucho de Jackson. Así que sí, les daré unos días para que lo asimilen, no creo mucho que sea por ser mi novio; porque sé que estaban felices de que por fin encontré a alguien... Es por el hecho de ser asiático, en unos días deberían entender que lo quiero. Todo está más que claro, yo estoy enamorada, sino, no me estuviese arriesgando a presentárselos.
Muevo mis dedos para contestarle a mi madre.
― "En unos días hablamos" ―recibo su respuesta.
― "¿No me harás caso?" ―arrugo el ceño.
― "¿Sobre qué?"
― "No queremos que estés con él" ―aprieto mis puños ante tal anuncio.
― "No lo han conocido bien"
― "No es necesario"
― "Hablamos luego mamá"
Luego de la conversación, me encuentro en un estado de rabia provocando que cierre el chat, apague el teléfono y por último, colocarme las sábanas encima. Trato de conciliar el sueño tratando de olvidar lo sucedido y también porque mañana será el día en el que hablaremos con la señora Zhou.
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Salgo del baño secándome las manos con mi camisa por no poder encontrar con qué hacerlo, dirigiéndome de nuevo a mi cubículo y Anastasia se acerca a mí cuando me siento en mi puesto.
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Contra Corriente
RomanceVanessa González, una latina con carácter, busca su independencia como periodista en la ciudad de Buenos Aires; siendo segura de sí misma, sin compromisos y una mente idealista, está preparada para su nueva vida. Sin embargo, existen imprevistos en...