- ¡¿Que mierda están haciendo?! ¿Por qué se están demorando tanto?
Se escuchaban los gritos y los pasos de Juan que se acercaba a ellos; al instante se separaron y se arreglaron la ropa, Arturo trataba de componer su entre pierna, que ya le molestaba demasiado, apenas lograron tranquilizarse, llegó su hermano.
-¿Por qué razón se demoran tanto? - Preguntó el recién llegado a los chicos.
La pareja se miró con complicidad, Arturo le respondió muy serio
-Nada es que nos pusimos a platicar y se nos pasó la hora - Sara al escuchar eso no sabía que decir, esa platica le había dado demasiado calor.
-Pues si ya terminaron - dijo mirando hacia los dos con una ceja levantada - vamos por que ya todos están sentados en la mesa esperándonos. Sara se apresuró a salir de ahí e ir al encuentro de su hermana, quien estaba muy a gusto.
Juan antes de partir tomó a su hermano del brazo para detenerlo y poder decirle dos palabritas.
-¿Arturo que mierda estás haciendo? La chica es muy buena y tierna, ha sufrido demasiado, no es justo para ella, tú eres un picaflor que le gusta siempre tener diferente mujer, lo mejor será dejarla, porque le prometí que no dejaría que nada ni nadie la lastimara. - le decía entre dientes y bien serio, Arturo ya no aguantaba las palabras de su hermano "¿Que cree, que soy tan jodido para lastimarla; Por Dios tan poco me conoce?" se preguntaba a sí mismo. Furioso se dio la vuelta, sus ojos tiraban chispas de fuego, su color se había puesto casi negro.
- Hermano ¿Qué tan poco me conoces? Crees que sería capaz de hacerle daño a ese Ángel después de todo lo que sabemos - se soltó del agarre de Juan y siguió - no te lo puedo explicar, pero esta chica despierta cosas en mí, que mujer alguna no lo ha hecho antes, deseo cuidarla y hacerla feliz, que siempre sonría - ya estaba cansado de dar tantas explicaciones y se tiraba el pelo desesperado - No puedes entender lo que te digo hermano, todo el día pienso en ella, sé que no es algo pasajero, por favor Juan, no te enojes, pero la necesito y la deseo con toda mi alma, sé que es muy pronto para todos estos sentimientos pero no puedo decirte nada mas - dejo caer sus brazos al lado de su cuerpo y su cabeza hacia abajo en forma de derrota.
- Tranquilo peque - le dijo Juan poniendo la mano en el hombro de su hermano - te entiendo muy bien, y sé que con el corazón nunca puedes estar seguro, pero te voy a dar un consejo de hermano y amigo, ve despacio y cuídala, de verdad es una gran chica pero en realidad estate seguro que si la lastimas me encontraras delante tuyo y te pateare el culo - dijo este revolviéndole el pelo y cerrándole un ojo - ahora vamos por que mamá se pondrá más histérica de lo que esta y tengo un hambre que mata.
En ese momento se abre la puerta de la casa y entra Paulo, en un estado muy raro, como que estaba sorprendido, excitado, enojado, Arturo y Juan lo miraban y no podían entender nada.
- Paulo ¿estás bien? - le pregunto Arturo, poniéndole una mano en el hombro para llamar su atención.
- Mmmm... si - le respondió este, todavía en su mundo.
-Paulo, por favor reacciona, tenemos gente en casa, dinos que pasa ya me estas asustando - le dijo ya un Juan muy desesperado.
-Es que vi la mujer más hermosa, delicada, sexy, mal hablada, que según ella tiene razón en todo, que me dijo que era un imbécil y más encima me choco el auto - todo esto lo decía sin dejar de sonreír.
-¿Con cuál coche andabas? Si el tuyo está en el taller - le pregunto su hermano - y saca esa estúpida sonrisa de tu boca imbécil - los dos hermanos al escuchar sobre el coche chocado y ver a su hermano en ese estado ya se estaban desesperando.
-¡Con el de papa, pero cálmense, que fue un toque solamente, no le ha pasado nada de nada, pero yo estoy loco por esa chica!
-Que chica ni tres cuartos ¿eres estúpido o qué? Tu cada noche te vas con una mujer diferente, nos meterás en problemas ¿Qué mierda tienes en esa cabeza? Imagínate que has terminado de estudiar leyes, pero claro que con lo que tiene que ver con las mujer siempre piensas con lo que tienes entre las piernas - Juan ya estaba que explotaba con la irresponsabilidad de Paulo y con lo que había hecho antes Arturo - ¿pero dónde cresta tienen sus cabezas? - dijo señalando a los dos - ahora saldremos a cenar con los demás y en algún momento tendremos nuestra charla de chicos - dijo esto y le dio a cada uno un coscorrón en la cabeza y se adentró hacia la casa, los otros dos se sobaban la cabeza ya que les había dado demasiado fuerte y dolía, los dos hermanos se miraron y se pusieron a reír dirigiéndose al encuentro con los demás.
La noche era muy agradable, entre todos tenían diferentes temas de conversación, Samuel y Marco se cayeron muy bien, tenían muchas cosas en común, quien diría que un Europeo que estaba acostumbrado a una gran ciudad que tenía otro ritmo de vida y un Latinoamericano que había vivido toda su vida en ese pueblo acostumbrado a cosas totalmente diferentes, pero como se notaba que sus mujeres eran del mismo lugar, ya que Michelle les había pasado todas sus costumbres a su familia, así que conocían de mas como era nacer y crecer en San Fernando, claro que estaba bastante cambiado desde que ella se había ido, pero la gente nunca cambia. Las dos amigas estaban felices que sus familias se llevaran tan bien y sobre todo que sus hijos se estuvieran convirtiendo en amigos (¡si supieran que más habían hecho!)
Durante toda la noche los jóvenes estaban muy animados, hablaban de todo, deportes, música, las chicas de vez en cuando hablaban sobre ropas y cosas que tenían que ver con ellas; claro estaba que en toda la noche Arturo no había dejado de mirar a su Paloma, la chica que le cortaba la respiración, cuando se encontraba su mirada, Sara sentía que le subía la temperatura y su respiración se entrecortaba, sentía que sus manos le picaban para ponerla entre el pelo de Arturo y atraerlo para besarlo, en ese momento solo en pensarlo sentía que se humedecía. Era primera vez que sentía cosas así.
-Karla, hija ¿Por qué no invitas a los chicos a la fiesta de Fin de Año? - le dijo Diana a su hija.
-¿Que fiesta? - pregunto curiosa Michelle.
-Es una fiesta que se realiza cada Fin de Año para todos los jóvenes del lugar - decía Diana - será bueno para que los chicos empiecen a conocer a más personas y hacer relaciones con gente para sus trabajo.
-¡Sí! Estaría muy bien - dijo entusiasmado Paulo.
- Seria genial que vinieran - siguió Karla - lo pasaremos súper bien y así conocerán a nuestros amigos.
-Listo, entonces ya sabemos qué haremos para la noche de año nuevo pero para Navidad aún no sabemos qué hacer. - dijo Stefano mirando a sus hermanos.
-Pues para noche buena vendrán a cenar a la casa y haremos nuestros intercambios de regalos como cada año ¿si es que lo desean? - Dijo Diana a su amiga llena de esperanza por su respuesta, la cual miro a su marido entusiasmada para tener la aprobación. Marcos miro a su mujer y siendo que nunca le podía negar nada y estando seguro que lo disfrutarían asintió con la cabeza dando de esa manera la respuesta que tanto deseaba Michelle.
-Sí, creo que será perfecto. Así que ya está decidido lo que haremos - respondió la mujer aplaudiendo y con una gran sonrisa en los labios.
Era algo que Marcos daba cada día gracias a Dios por la sonrisa de su amada esposa. Lo daría todo por verla así de feliz toda su vida, pero las cosas no les habían venido como al él le gustaría y esa era una de las razones por las cuales habían regresado al país.
Después de que a Michelle le diagnosticaran cáncer de mamas y de haber pasado meses llenos de quimioterapias, de depresión y todo lo que una mujer puede pasar en esos momentos, Marcos había jurado de que si su mujer se salvaba se dedicaría toda su vida por hacerla feliz y cumplirle todos sus deseos y el deseo más grande de ella era volver a su país.
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Amor en Tres Tiempos: Sin ti.
RomanceUn amor puede ser de un día,como puede ser de vidas anteriores, que no siempre han tenido su Final Feliz y han tenido que seguir intentándolo. ¿ Será que Arturo y Sara lograrán tener ese Final Feliz o seguiremos buscándolo hasta poder encontrarlo? E...