CAPITULO 26

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Ella no podía creer quien se encontraba ante sus ojos, le tenía delante, el hombre quien por tantos días había robado su sueño el motivo de que su corazón latiera con incertidumbre.

Él fue la razón de que en algún momento fuera increíblemente feliz y en otras de que su corazón doliera demasiado, las terapias con la psicóloga le habían ayudado para poder aclarar sus sentimientos y pensamientos también.

Al mirarlo fue como la primera vez, un escalofrío la invadió, su mirada era diferente a como la recordaba, tenía una transparencia particular, se veía agotado pero seguía siendo el hombre que la hizo vibrar.

Arturo se levantó de su asiento y se dirigió a donde ella se había quedado parada, la tomó de la mano y se la besó con algo de cautela, no quería hacerla sentir mal y mucho menos alejarla pero necesitaba de ello, tomó la silla, le ayudo a sentarse, estaba tan nervioso y aún más al ver que ella quedaba sin reacción.

Después de algunos minutos que fueron eternos y de un muy pesado silencio él decidió tomar la palabra.

-Estas preciosa- le dijo mirándola directo a los ojos.

-¿Qué haces acá? ¿Cuándo regresaste?- Sara se encontraba muy nerviosa, no sabía cómo reaccionar, pero de algo estaba segura ¡Juan la escucharía por no decirle nada!

-Hace unas horas, tenía que irme para aclarar las cosas, perdóname por favor y perdona a Juan por traerte, pero necesitaba de su ayuda para poder hablar a solas contigo, necesitaba verte en un lugar en donde estuviéramos solos sin interrupciones pero que a la vez te hiciera sentir segura de irte si así lo deseas - pasó su mano por el pelo, estaba muy nervioso y no sabía cómo comenzar está conversación tan importante.

-¿Por qué Arturo? ¿Qué quieres?

-Sé que no tengo escusas para lo que hice y tampoco sé si valga de algo una explicación - la voz se le quedaba atorada en el nudo de su garganta pero tenía que continuar - sé que pedirte perdón nunca será suficiente aunque te entregue mi alma en ello, ahora mismo de lo único que tengo seguridad plena por muy difícil e imposible que te parezca, es que yo te amo con todo mi corazón, que cuando cierro los ojos me inundan los sentimientos, que en sueños he gritado tu nombre con desesperación e impotencia, y que mi piel arde al saberte lejos.

- Fui un tonto, el peor de ellos no lo niego, creo que jamás pensé o fui consciente del daño que te hacia y de las consecuencias, hasta que te perdí - tomó entre sus manos la de Sara y la miro directo a los ojos, esos en los que tanto le gustaba perderse, esos que lo atrapaba con su dulzura y lo mataban lentamente de ternura - pero perderte hizo replantearme todo lo que sentía, jamás me había dolido tanto el querer, ¡no! amar a alguien como te amo a ti, jamás pensé que si no estabas a mi lado moriría, como estoy muriendo ahora, sin ti mi vida, mi alma y mi corazón no tienen sentido.

Los ojos de ella comenzaron a llenarse de lágrimas no derramadas y al mirar a los de él y verlo tan vulnerable hizo que unas cuantas corrieran por su mejilla sin poder evitarlo, en el mismo instante que él las limpiaba con sus manos temblorosas.

-Yo sabía que algo te había pasado en tu relación anterior y odie a ese tipo por dañarte, jamás imaginé hasta qué grado se había atrevido a hacerlo y cuando escuché tu platica con el doctor y luego cuando tú misma me contaste lo sucedido con ese desgraciado, me hirvió la sangre, en ese momento lo primero que pensé fue en buscarlo y matarlo, quería hacerlo pagar con sangre todas y cada una de tus lágrimas, luego me di cuenta que yo no era mejor que él ya que ni siquiera fui merecedor de ganarme tu confianza y que me contaras lo que habías vivido - suspira con rabia - tal vez yo no te maltraté físicamente como ese cabrón, pero si volví a romper tú corazón, traicioné tú confianza he hice a un lado el amor por algo que no valía la pena - la rabia es tanta que se ve en sus nudillos que ya están blancos por lo apretados que los tiene.

Amor en Tres Tiempos: Sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora