CAPITULO 24

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Jonathan se dio la vuelta y se encontró con un Arturo con muy mal aspecto, se notaba que no lo estaba pasando nada bien.....resopló y cruzó sus brazos sobre su pecho.

-¡Ah otra vez tú!

Sus miradas competían ferozmente, ninguno de los dos quería ser el primero en retirarla, pero fue Arturo quien tomó la palabra.

-No me parece ético la confianza con la que tratas a una paciente y más cuando esa paciente es mi novia.

-Dale, pues resulta que esa paciente, Sara, es mi amiga y estoy sumamente comprometido con su bienestar y además sus padres me han pedido como favor especial que no me aleje de ella y poderla ayudar.

- Espero que no se te ocurra aprovecharte de la situación, ella me va a recordar y volveremos a estar juntos ¡PARA SIEMPRE! - le dijo muy seguro de su persona.

-¿Tan seguro estas de eso? - Le preguntó de forma cínica y levantando una ceja - por lo que me he enterado el que tiene la mayor culpa de todo lo sucedido eres tú, así que no creas que te dejare tan fácil el camino libre para estar con ella.

-No sé lo que te han dicho - respondió un Arturo bastante molesto, ya perdiendo la paciencia - y me importa una mierda lo que sea pero Sara volverá a estar a mi lado ¡eso dalo por hecho! - le dijo señalándolo con un dedo muy cerca de su cara.

-Me parece que lo único que te importa en este momento es perder "algo" - siguió Jonathan muy tranquilo, era una persona con demasiada paciencia y muy difícil la perdía - pero déjame decirte que Sara no es algo, es una mujer maravillosa que se merece todo lo mejor del mundo y estoy más que seguro que tú no se lo darás.

-¡No puedes decir algo así porque no me conoces para nada! - para el joven cada palabra que le decía Jonathan era un clavo mas es su corazón pero no se dejaría vencer en esta lucha.

-Claro a ti no te conozco para nada pero a ella sí.

-¿Cómo que a ella sí? ¿Desde cuándo y dónde conoces a Sara? - le preguntó un Arturo mucho más molesto que antes. Aunque Jonathan se puso nervioso por el error que había cometido de decirle que la conoce a ella no lo demostró en ningún momento.

- Desde hace una semana - mintió el médico - pero yo hablé con ella, la escuché, aprendí a tenerla como una amiga y una mujer valiosa, algo que creo que tú no hiciste por ningún momento.

-¡Estás muy equivocado, la conozco mejor que nadie! - dijo ya totalmente fuera de sí.

-Bueno si tú lo dices - Jonathan no quería seguir llamando la atención de la gente, así que diciendo esto levantó sus hombros se dio media vuelta dejando a un Arturo más que desconcertado por las palabras de quien por lo que parecía era su oponente.

"Si fuera verdad que la conocía se daría cuanta de que está mintiendo y que no es verdad que no lo reconoce, ¿Cómo puede ser tan ciego? Desde que la conozco me he dado cuenta de los gestos que hace cuando miente mordiendo su labio inferior o cuando se preocupa por algo y comienza a jugar con su pelo o cuando esta triste que nunca te mira directo a los ojos para que no te des cuenta de su dolor"

Jonathan pensaba tantas cosas al momento mientras se dirigía hasta su casa.

"Ella quiere perdonarlo pero es tan imbécil que no le da el espacio y tampoco le dice las cosas correctas para que lo perdone, mi pequeña lo necesita y reconozco que si ella decide estar con él porque lo ama y cree que podrá cambiar entonces me alejaré de ella porque la amo y quiero que sea feliz"

Pasó las manos por su pelo, le angustiaba la idea de perderla pero ella nunca había sido suya y lo único que le ofrecía la joven era su amistad lo cual para él por el momento le bastaba para ayudarla con sus problema.

Amor en Tres Tiempos: Sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora