CAPITULO 18

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La noche transcurría tranquilamente aunque las miradas de Valentina hacia Arturo lo incomodaban bastante, pero él trataba de disimularlo por su paloma. No valía la pena hacerla sufrir por algo que había pasado una vez y fue antes de conocerla, aunque el recuerdo de ese encuentro aún hacia vibrar su virilidad, ¡pero no podía ser! él estaba enamorado de su ángel y quería hacerla feliz por sobre todas las cosas.

Pasadas unas horas el joven se levantó para ir al baño y al salir se encontró con una Valentina bastante seductora de espalda a la muralla y levantado un poco su pie hacia atrás.

-Hola guapo - lo saludo ella.

-Hola Valentina ¿Has perdido algo?

-Si a ti - le respondió con una sonrisa muy sexy en sus labios.

-Por favor, estoy con Sara y la amo - era la primera vez que decía esas palabras tan claramente - no quiero tener problemas.

-¿Y no pensaste eso cuando te acostaste conmigo esa noche?

-Aún no estaba con ella, después fue que la conocí y además, no tengo porque darte explicaciones - le respondió un poco frustrado por toda la situación.

-A mí no cariño - dijo en el momento que situaba la mano en el pecho del joven y acercaba sus labios a los de Él - pero creo - siguió cada vez más cerca de sus labios - que a mi linda amiga le interesará enterarse de que nosotros dos nos conocemos bastante bien - sin más lo beso, al principio él se opuso trato de alejarla, pero por alguna razón se lo respondió mucho más brusco, era una lucha entre ellos dos, pero de seguro alguien saldría dañado. La sostuvo entre él y la puerta que daba al jol evitando así que alguien entrara, ya no era el Arturo de Sara, sino el hombre, la bestia que necesitaba tirarse a su presa, por la simple razón de obtener su placer.

Algo hizo que reaccionara en el momento que le empezaba a meter mano por debajo del vestido y se apartó bruscamente.

-Esto no puede ser - dijo el tratando de componer su agitada respiración - estoy con Sara, es una maravillosa mujer ¡no puedo, ni quiero hacerle esto!

-Si puedes y si se lo has hecho, así que amor - le dijo en el momento que se le volvía a acercar - podemos seguir con lo nuestro en algún lugar más adecuado - Sujetándola fuertemente por sus muñecas y con un tono en su voz de desprecio entre dientes le dijo:

-Tú no le alcanzas ni en lo menos, ella no se merece algo así vete por favor y tenlo por seguro que yo mismo se lo contaré todo ya que no quiero que en nuestra relación hayan secretos.

-Pero amor entre tú y yo pueden pasar cosas maravillosas como aquella noche, así que te espero a la media noche en mi dormitorio es el docientos trece y te advierto que lo mejor que tienes que hacer es venir o por lo contrario se enterarán todos de lo sucedido entre nosotros y sabes mi imaginación es muy poderosa y suelo ser muy convincente.

-¿Pero qué te pasa?, ¿no te importa para nada como se sentirá Sara? ¿Qué no se supone que es tu amiga? - le preguntó él sorprendido.

-Para nada - le dijo cerrándole un ojo - como a ti no te importó aquella noche en que hicimos el amor, ni mi nombre, ni mis sentimientos.

-¡NO HICIMOS EL AMOR! ¡Solamente matamos las ganas! - el joven ya no aguantaba más la situación y no veía la manera de irse de ese lugar y refugiarse en el amor de su maravillosa paloma.

-Así como eres de cruel tú, así lo seré yo también - una vez más acercó sus labios a los del joven y pasándose primero la lengua por los de ella y después únicamente la punta en los de él volviéndolo loco. Haciendo que se volviera a perder, esta mujer tenía algo que lo descolocaba no podía hacer nada por alejarse de ella era como si le hubiera hecho brujería y esta vez fue él quien la tomó con fuerza y decidido a llevar esto hasta el final, lo único que le importaba era saciarse.

Amor en Tres Tiempos: Sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora