CAPITULO 14

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Al llegar al condominio de San Alfonso, todos quedaron asombrados por la belleza que tenían delante de sus ojos, al único que no le asombraba era a Juan que por las razones de trabajo ya había visitado el lugar.

Afuera se encontraron con Erick y María, que ya los estaban esperando bastante tiempo. Al verlo, Noemí no sabía cómo le diría a su hermano todo lo que había sucedido con Antonio y después con Paulo, ¿qué le diría el joven por su comportamiento?

Al estacionar el coche, descendieron todos a sacar sus maletas, de inmediato Paulo se percató de lo nerviosa que se encontraba su chica, se le acercó y le pasó el brazo por la cintura atrayéndola hacia él.

-¡Suéltame! – le exigió Nomi.

-¿Qué sucede? – le respondió el joven sorprendido por su reacción.

-Suéltame, por favor – le dijo mucho más amable dándose la vuelta para quedar cara a cara – mi hermano – comenzó a explicarle – no sabe nada de lo sucedido con Antonio o contigo, no creo que le agrade... - no alcanzó a terminar con lo que decía por que de inmediato escuchó una voz detrás de ellos preguntando.

-¿Qué es lo que no me agradará? – le preguntó Erick a la vez que miraba entrecerrando sus ojos hacia la pareja. Ellos se miraron sorprendidos por la llegada inesperada del joven.

-Ay mi vida me asustaste – le exclamó Noemí lanzándose a los brazos de su hermano.

- Perdona, hermanita – no iba a dejar el tema ahí, él se enteraría de lo que sucedía, fuera como fuera – pero quería ver cómo había estado tu viaje, ayer no te vi muy bien y estaba preocupado – ella vio que su hermano era honesto con lo que le decía y lo que menos quería era mentirle.

-Erick, tenemos que hablar – le dijo en el momento que agachaba la cabeza, no podía mirarlo a los ojos ya que de seguro lloraría y no quería hacerlo delante de todos.

-Nomi, por favor ¿qué sucede? ¡Me estas asustando! – ya le decía bastante angustiado, en ese momento se les acercó Sara tratando de aliviar la ocasión, ya que se dio cuenta que había llegado la hora de hablarle y contarle todo. No podrían esperar que pasaran las vacaciones, se enteraría de otra manera y todo sería peor.

-¡Hola Superman! – lo saludó tirándose ella también a sus brazos.

-¡Hola mi morenita! ¿Cómo te sientes? – le preguntó preocupado, por todo lo que había sucedido la noche anterior.

-Perfecto cariño – le respondió dándole una de su más preciosas sonrisa que llegaba hasta sus ojos – ya por fin estoy bien Erick.

- ¡Me alegro mucho por ti mi vida! – y la levantó en sus brazos dándole vueltas en el aire, sus carcajadas se hicieron escuchar por todo el lugar, el joven de verdad estaba feliz por su amiga. De repente sintieron el carraspeo de una garganta y al darse cuenta vieron como los miraba Arturo con cara de malos amigos, a los dos les hizo gracia su cara, pero igual pararon de dar ese espectáculo y Erick volvió a dejarla en el suelo. Tendió su mano para saludar al joven recién llegado, quien la aceptó, pero no sin atraer primero a su lado a Sara, demostrando que ella le pertenecía. A Erick eso le hizo gracia, pero también lo aceptó, se notaba que fuera lo que fuera, aquello que tenían era fuerte y por lo que había visto la noche anterior el joven lo daría todo por su amiga.

-¿Cómo estuvo su viaje? – le preguntó Arturo para ser cortez.

- Muy bien, en tres horas estubimos acá, hasta fuimos a la playa. ¿Ustedes por qué se retrasaron tanto? – quiso saber Erick.

-Bueno paramos a almorzar algo y después en el camino hubo un accidente y el trafico estuvo parado por casi una hora – le dio a conocer el joven.

Amor en Tres Tiempos: Sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora