Capítulo 11: "El día y la noche".
Cuando regresamos a clases lo vi, cuando notó que lo miraba me sonrió.
Quería acercarme a él, pero no sabía qué decirle.
Al final él se acercó.
- Alicia, perdón por lo que pasó ese día, espero que hayas leído la carta.
No sabía si disculparme yo también, como me dijo mi mamá, pero ¿para qué? En realidad yo no ocasioné nada.
Solamente intentare olvidar lo que pasó.
- Si, me gustó, gracias Ryan.
- La escribí con cariño.
- Lo sé.
Y me tomó la mano, me gustaba tanto sentir su mano contra la mía, pero después de lo que me hizo..
Pero no tenía la fuerza para apartar mi mano. Necesito superar este orgullo, de verdad lo quiero, además se disculpó. Está bien, ya está todo olvidado.
- Por cierto, te traje una carta, léela cuando estés en tu casa, o como quieras. -dijo mientras besaba mi frente.
Y fue cuando supe que seguía enamorada él. A pesar de lo que me había hecho, a pesar de que me lastimó. Yo lo quería, pero no quería quererlo.
Sonará tonto, pero no me importa. Me gusta que sea un idiota, me gusta que este conmigo, me gusta importarle, me gusta él, lo único que no era normal era quererlo sin querer hacerlo.
¿Era mi imaginación o el se sonrojo cuando me dio la carta?
Me lanzo una sonrisa tímida.
- Claro, gracias Ryan. -dije mientras le daba un abrazo.
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- Te extrañé tanto, Tony.
- Y yo a ti, pensaba en ir a tu casa, pero ya sabes, Ryan no me dejaría.
- Pero si tú y yo somos amigos ¿él que? -dije
- Dijo que pensarías que él me mandó.
- Obvio no. Lo que más quería estas vacaciones era verte, pero en fin ya estamos juntos otra vez.
- Lo sé, yo también quería verte. Si mi hermano te vuelve a lastimar, yo mismo le rompo la cara. -dijo sonriendo.
- Eso no curaría un corazón roto. Pero en fin, tengo que ir al baño.
Me paré y me dirigí al escritorio de la maestra de filosofía.
- ¿Puedo ir al baño? -pregunté amablemente.
- ¿para qué?
¿En serio preguntó eso? Para una pregunta absurda, hay una respuesta absurda.
- Para abrir la cámara de los secretos.
Cuando dije eso me volteó a ver claramente enojada.
- No voy a permitir tu falta de respeto hacia mi. Y no, no puedes ir.
- Usted preguntó, yo solo respondí. -dije sonriendo.
