- Eh, ya se que andan en su momento de adolescentes cursis. Pero tengo trabajo que hacer y no tengo tiempo de desinfectar los muebles.
Se escuchó al otro lado de la puerta, la habíamos cerrado porque no queríamos que nadie nos viera.
- No seas mojigata, Gina.
- Silencio, no me hagas decirle a tu hermano que tienes las fotos de la vez en la que se puso ebrio en nuestra boda.
- ¿Qué tiene que?
- Ups, olvidé que estabas aquí, vago.
- ¿No se supone que no me conocías?
- Pues el otro día estaba viendo el álbum y noté que ya te había visto antes. Hasta te veías decente ¿Qué demonios te pasó que hizo que no te reconociera?
- Mi primer matrimonio.
- Salgamos antes de que se avergüenzen más a si mismos.ㅡ Dijo ella sonriendo.
- Demasiado tarde, su existencia ya es de por sí vergonzosa.
- ¡Te escuchamos, mocoso!ㅡ Gritaron los tres desde afuera. Los dos salimos y los vimos.
- ¿Dónde dejaron al imbécil después de que nos fuimos?ㅡ Ella preguntó.
- Pues por ahí, tirado.
- Ah.
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Coffee Shop
Kurzgeschichten[Sin editar, algún día la corregiré y agregaré narración, que pena. Disculpen las molestias] Ella entró como todos los días a la tienda, se detuvo a unos cuantos metros de mi y me miró fijamente. Se tapó la boca con ambas manos y grito horrorizada...