- ¿Sabes algo sorprendente que vi el otro día?
- ¿Tom trabajando?
- Dije sorprendente, no un milagro. Yo iba por la calle y vi a Sean el imbécil de la mano con alguien.
- ¿Y?
- Pues era la misma rara que se va sin pagar cada vez que viene.
- ¿La rara que me acosaba?
- Esa misma.
- ¿Estas segura de que no era tú hermano?
- Absolutamente.
- ¿Quieres vengarte, no?
- Me ofende que preguntes.
- Ven, subamos a internet las fotos que Thomas le tomó el día en el que lo dejaste medio muerto ahí.
- No podrías hacerme más feliz.
Bueno, si podría, pero tú no me dejas.
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Coffee Shop
Short Story[Sin editar, algún día la corregiré y agregaré narración, que pena. Disculpen las molestias] Ella entró como todos los días a la tienda, se detuvo a unos cuantos metros de mi y me miró fijamente. Se tapó la boca con ambas manos y grito horrorizada...