M i l k s h a k e

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Ella entró como todos los días a la tienda, se detuvo a unos cuantos metros de mí y me miró fijamente. Se tapó la boca con ambas manos y gritó horrorizada.

- ¡¿Que demonios tienes en la cara?!

Me asusté y rápidamente me miré en la superficie brillante de la barra.

Estaba simplemente di-vi-no.

- No hay nada en mi rostro, está como siempreㅡ Le dije entrecerrando los ojos.

Ella bajo las manos luciendo aliviada y después sonrío.

- Ah, con razón.

- Soy hermoso y eso te mata.

- Eres toda una diva, Will.



Coffee  ShopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora