Capitulo 3

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Mi bello se erizó al momento. ¿de verdad se encontraba aquel acosador en la puerta de mi casa? No podía creermelo. Caminé con decisión a la puerta de mi casa y, mi nuevo compañero de clase se encontraba ahí, mirándome fijamente.

- ¿¡A QUE DEMONIOS HA VENIDO ESTO!? -le grité zarandeando el papel en sus narices. Hizo amago de hablar pero no lo dejé-. No me hace ninguna gracia, que lo sepas -mi voz seguía elevada y notaba como me hervía la sangre. Me crucé de brazos.

- Buenas tardes -me dijo solamente. Sentí como el corazón me palpitaba en la mano, pidiéndome que golpeara la nariz de este precioso hombre-. Siento haberte parecido un acosador... Me llamo Jesús, Jesús Nuñez -estiró la mano, pensando que se la cogería y estrecharía pero me limité a asentir, aún demasiado enfadada.

- Muy bien, voy a comer -me giré en los talones, dándole la espalda e ignorándolo. No me importaba absolutamente nada quien era ni que quería, pero me temía que debía de aguantarlo bastante rato-. Que quieres -dije muy irritada, entrando en el restaurante de la esquina de la calle.

- Sólo quería conocerte... -susurró detrás de mi-. Aunque mejor nos vemos mañana en clase -cuando giré mi cabeza, aun malhumorada, ya no estaba ahí.

Pase la comida y parte de la tarde pensando en Jesús el acosador y, por muchas vueltas que le daba no conseguía averiguar a que venia la cosa.

El timbre de la casa sonó, sacandome así de mis pensamientos.

Cuando me asomé a la puerta, esta estaba vacía, seguramente algún niñato había llegado a molestar. Avancé un paso hacia delante y tropecé con lo que parecía una caja y casi caigo al suelo.

-Maldición -gruñí mientras cogía el paquete y entraba de nuevo a la casa.

Me senté en el sillón de la sala de estar y moví el paquete, no sonaba nada dentro así que decidí quitar el envoltorio descubriendo que, al abrir la tapa de una caja de zapatos, se encontrabas 20 rosas rojas y una nota.

"Querida Mery:
Siento haberte dado una mala impresión hoy, solo quería que supieras mi nombre y, te demostraré que no soy ningún acosador.
Un saludo.

JN"


Me quedé alucinada y puse corriendo las rosas en un jarrón con agua. Mientras releía de nuevo la nota, la puerta volvió a sonar, esta vez el cuerpo me dio un brinco, me vino un nombre ala cabeza.

Caminé hasta la puerta con velocidad, esperando que fuera este acosador que mandaba flores pero, era Gloria y estaba... ¿llorando?

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