Capítulo 3.

15.5K 562 51
                                    

          No había dormido nada anoche. Estuve imaginando mi futuro. Imaginaba fiestas, amigos, chicos. Nunca había estado tan cerca de conseguir lo que hace cuatro años quería.

-Hoy tienes fiesta?- Dijo mi padre con cara pícara

-En la casa del vecino- Dije mientras comía mi cereal- Pero empieza temprano, es en dos horas, y solo somos unas diez personas

-No hagas nada salvaje- Me dio un beso en la parte superior de la cabeza- Nos vemos a la noche, cuídate princesa

        Me puse unos shorts, que no eran ni muy cortos ni muy largos, una remera negra y unas vans. Supongo que así estaba bien, pero algo faltaba. Todas las chicas eran populares por tener senos enormes, por lo que se me ocurrió ponerme dos medias en el sostén. No quedaba nada mal. Mis nuevas amigas llegarían en minutos, por lo que corrí a la casa de Justin y me senté a esperar que tocarán el timbre.
    El timbre sonó, me acomode el cabello, respiré hondo y abrí la puerta.

-Hol...- Abrí la boca, y me quede muda al ver que medio instituto estaba ahí afuera

-Permiso- Dijo un chico y me empujó

     Todos comenzaron a entrar a la casa de Justin. Tocaban sus cosas. Se tiraban cosas. Ensuciaban cosas. Esto no estaba bien.

-Deja eso- Le saqué una remera a una rubia- No se tiren eso- Le grité a dos chicos que se tiraban un control de xbox- No hagan eso- Dije a dos que estaban usando la maquina de correr de Justin.

        Visualice a la chica que se me acercó ayer en clases y me acerqué a ella

-Un par de amigos eh?- Dije molesta

-No te enojes Bethany, somos un par

-Un par? Son miles, y mi nombre ni siquiera es Bethany- Dije histérica

-Me quieres echar?- Gritó la chica y todos sé callaron- Esta se atreve a echarme

     Todos me miraban mal

-Me la llevo?- Dijo un beisbolista y la chica asintió.

      El beisbolista me cargó en sus brazos mientras se acercaba a la piscina. Yo rogaba, suplicaba, prometía plata, todo para que me suelte. Pero no lo hizo, me largó al agua.

    Mojada, con la ropa pegada al cuerpo, salí de la piscina y todos comenzaron a reír y a sacarme fotos. No entendía que era lo gracioso hasta que bajé la vista. Las medias que me había puesto como "senos" se me habían corrido. Tenía una en la barriga y otra en la espalda. Hice una cara de espanto y todos comenzaron a reír más. Quería desaparecer, entonces corrí hacia arriba de la casa y me encerré en uno de los cuartos.
         No pensaba salir hasta que tuviera treinta años. En algún momento esos adolescentes se iban a aburrir e irse a casa, yo aprovecharía para salir, dejarle una nota de disculpas a Justin, cambiarme el nombre y mudarme a Bora Bora.
        No se cuantas horas llevaba encerrada. Pero mis llanto no me dejaba escuchar nada. Lloraba desconsoladamente.

-Hay alguien en el cuarto- Dijo una voz desde afuera, y tocó la puerta

     Me limpié un poco las lágrimas, me acomodé la ropa y abrí la puerta.

-Que quie....- Miré fijo al asistente de seguridad de Justin, que estaba parado de brazos cruzados

-Estas en muchos problemas señorita- Dijo serio y yo agaché la cabeza.

      Bajé a la sala y observé que al parecer el asistente de seguridad había echado a todos. La casa estaba un desastre, había comida por todos lados.

-Su explicación antes de que mañana a primera hora el señor Bieber venga y vea que hacer con usted- Dijo

-Mañana?- Dije confundida- El viene en dos semanas

-Debido a que llamaron de la estación de policía a Justin diciéndole que baje la música, el señor Bieber tomará un avión a primera hora mañana

-Lo siento tanto- Bajé la cabeza y comencé a llorar- Soy una estúpida

-Señorita no llore, el señor Bieber es comprensivo

-No es por eso, él me confió las llaves de su casa, y yo lo decepcione, entiendes señor? señor..?

-Me dicen Moshe

-Señor Moshe- Dije

-Me puede contar todo lo que paso, y trataré de entenderla

       Así le conté con detalle todo a Moshe. Moshe era más que un buen asistente de seguridad. Ya entiendo porque Justin lo quiere. Él y yo hablamos más que solo de mis problemas. Me contó de su familia, de como quiere a Justin tanto como a un hijo. Nos habíamos vuelto algo así como amigos, teníamos ya nuestro saludo. Hablábamos de mis compañeras operadas, y mis compañeros inyectados.
     Ordenamos pizza, y comimos hasta que me quedé dormida en el sillón de Justin.
     Me desperté unos segundos cuando Moshe me cargaba para dejarme acostada en una de la cama de los cuartos.

-Dónde esta?- Me despertó una voz enojada que provenía de la sala

-Señor, ella tiene sus motivos- Escuché a Moshe defendiéndome

-Motivos? Que clase de motivos tiene para destrozarme la casa?- Dijo furioso-  Ahora me va a escuchar.

-Ella está durmiendo

-En uno de MIS cuartos?- Remarcó las palabras "mis"

-Hola- Dije mientras bajaba las escaleras y me encontraba con un Justin rojo de la furia

Vecinos| Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora