Capítulo 26

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"Solo será un rato y nos vamos". Ya eran las 12,30 a.m y seguía buscando a Justin. Hace como media hora me dijo "Alfredo quiere mostrarme algo, ya regreso" y nunca más regresó.
       Pude visualizar a Justin de espaldas y fui corriendo hacía él

-Mi amor nos podemos ir?- Dije tocando su espalda

-Mi amor?- El hombre al que había tocado se dio vuelta, él no era Justin, tenía unos cinco años más que Justin.- Creo que te equivocaste de chico bombón, pero no tengo problema de que nos vallamos- Me miro de arriba a abajo, este hombre estaba borracho

-Lo siento, me equivoqué- Sonreí e intenté irme pero el borracho me detuvo

-A dónde crees que vas?- Me atrajo hacia él- Creo en el destino, y algo te hizo que vengas hasta mi- Me pellizcó el trasero

-Me puedes soltar idiota- Empujé mi cuerpo para soltarme de su agarre pero fue inútil

-Niña asquerosa- Me pegó una cachetada que me dejó duro el cuello- Quien te crees para decirme idiota?- Me cargó en sus brazos y comenzó a caminar, intentaba soltarme pero era inútil, y por más que había personas que nos veían, nadie hacía nada.

       Él hombre me hizo entrar a una habitación. Y comenzó a toquetearme todo, me apretaba el trasero y por mas que me intentaba liberar era inútil.

-Te vas a sacar la camisa y vamos a pasar una linda noche si lindura- Intentó besarme pero corrí la cara- Y luego, no le vas a contar esto a nadie si- Se acercó a mi oído- Es nuestro secretito- Dijo en un susurro

    Por instinto comencé a gritar. Pegue el grito más fuerte que di en mi vida, con esperanza de qué alguien me escuchara.

-Que acabas de hacer?- El hombre apretó su mandíbula y me pegó en el estómago, haciendo que cayera al piso.
        Veía todo borroso y apenas podía respirar, vi una luz entrar de la puerta y corriendo hacia mí

-Mi amor, estas bien?- Escuchaba con eco y comencé a reír

       Unos segundos después todo se puso negro.

     Abrí los ojos y no estaba en mi habitación, me senté de golpe en la cama y comencé a sentir como si me estuvieran acuchillando. Grité y Justin entró corriendo a la habitación. Él tenía la remera blanca manchada con sangre, y su cabello revuelto.

-Enana- Sonrío- Gracias a dios que estas bien- Me abrazó y me quejé del dolor

-Que pasó?- Vi mi muñeca y tenía el pinchazo del suero- Eso es mío?- Señalé la remera de Justin

-No mi amor- Acarició mi cabello- Es del maldito infeliz que te golpeo

-Lo mataste?- Pregunté asustada

-No, aún

-Y que pasó conmigo?- Levanté mi remera y tenía una cicatriz por arriba del vientre, era pequeña, pero dolía

-El idiota te rompió el apéndice, tuvieron que hacerte una pequeña cirugía, pero no te preocupes, estarás bien en unos días, y vas a volver a tu rutina si?- Se veía angustia y pena en los ojos de Justin

-Y mi padre?- Pregunté

-Luego de prácticamente decirme de todo- Sonrío- Hizo guardia toda la noche y volvió al trabajo hace como una hora- Acomodó mi cabello- Siento todo esto enana, es mi culpa- Agachó la cabeza

-No es tu culpa Biebs- Acaricié su mejilla- Debería haberme quedado sentada

-Si no me hubiera ido nada de esto te hubiera pasado

-Miremos el lado positivo eh?- Sonreí- Superé mi miedo a las operaciones- Reí

-______..

-Además no tuve que sentir dolor prácticamente porque no recuerdo nada- Reí

-______...

-No fue todo tan malo como creí sabes?- Sonreí- Solo espero que esto no sea definitivo- Toqué mí cicatriz

-Tenemos que terminar- Dijo nervioso y agacho la cabeza.

-Que?- Mis ojos se volvieron cristalinos

Vecinos| Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora