Capítulo 25

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    Entré al instituto y todos me hablaban. Me preguntaban cosas de Justin, como estaba nuestra relación, si nos llevábamos bien, si lo amaba. Todos me hablaban como si lo hubieran echo siempre, era una locura.
       Entré al salón y estaban Hann y Em

-Hola idiotas- Las salude a lo lejos

-Mira Hann, la novia de Justin Bieber

-Oh por dios Emily, le pidamos una foto- La actuación de Hanna era muy mala

-Las odio- Les saqué la lengua y me senté en el primer banco- Les traje sus regalos- Hanna y Em gritaron- No se si les va a gustar pero..- Saqué los dos paquetes de mi bolso- Abranlos

     El regalo para Hanna era un iphone 6s, ella me lo había nombrado muchas veces, y estaba entusiasmada con el celular, por lo tanto y ya que es una genial amiga, y gracias a un poco de Jus, se lo compré.
       El regalo para Emily eran dos entradas, con un pase al camarín para One Direction, que las estaban vendiendo por adelantado en Londres.
     Ambas me abrazaron, me alabaron, me agradecieron, y me dijeron toda clases de piropos. Ellas se lo merecían, me soportaban en cada locura, y últimamente que no he estado con ellas, me entendieron y no me abandonaron.

       Las clases fueron aburridas, como de costumbre. Tengo unos libros completos de tarea de matemática, biología e historia, pero esas son las consecuencias de haberme ido de viaje. Además creo que le voy a decir a Justin que le cante a mi profesora de Matemáticas para que me apruebe él semestre. Ventajas de tener un novio cantante.

    Salí de clases y corrí a casa. Quería llegar antes que papá para sorprenderlo con una linda cena.
          Entré a casa, tiré mi bolso al sillón, me puse un delantal y saqué un libro de recetas que era de mi madre. No herede el don de la cocina. Todas las recetas eran muy difícil, o llevaban muchas cosas. Llamé y pedí comida china, el lema del delivery era "Si nos demoramos mas de 15 minutos la comida es gratis".
       En diez minutos ya había llegado la comida, la serví en dos platos, me ensucié la cara con harina para que mi padre piense que yo le había cocinado, y tiré a la basura todas las evidencias.

-Siento olor a comida?- Dijo mi padre sonriente entrando a la casa

-Quien es la mejor hija y le cocino a su padre?- Levanté un brazo- Ven, dame tu maletín, tú siéntate y disfruta de este almuerzo- Le acomodé la silla y tiré el maletín a un costado

       Papá se puso a comer como todos los hombres comen cuando tienen hambre, como un cerdo.

-Te gusto?- Dije pareciendo lo más inocente del mundo

-Me encanto- Me dio un beso en la frente y se levantó de la mesa- Luego me pasas el teléfono del delivery eh?- mi sonrisa se borró de mi rostro

-Rayos- Me saqué el delantal- Como supiste?

-Eres mi hija- Sonrío- Además, cuando me cocinabas siempre terminaba intoxicado, y, cuando fui a tirar mi servilleta a la basura, vi los envoltorios de la comida

-Nota mental, la próxima no pedir comida tan rica y quemar los restos- Sonreí- Justin vendrá por mi a las siete, esta bien?

-Mañana tienes instituto ________, no se si te dejaré ir

-Por Favor- Hice un puchero, la debilidad de mi papá

-Esta bien ______, pero vuelves antes de las 2 a.m y te prohibo faltar mañana

-Te amo- Le di un beso en la mejilla y corrí a mi habitación.

         No tenía nada para hacer y agarré la cámara de fotos que usamos en Londres con Jus. En la mayoría de las fotos él salía con sus anteojos de sol, sin sonreír. Pero había una en la que él estaba agachado a mi altura y yo le daba un beso en la mejilla. Amaba esa foto.
     La descargué en la computadora y la imprimí para ponerla en un portarretratos. 
       Aún faltaban unas horas para que Justin viniera por mi, por lo que decidí tomar una "pequeña siesta" de dos horas.
       Abrí los ojos y Justin estaba allí, sentado en mi cama

-Mierda Justin- Me levanté de golpe- Que hora es? Me dormí

-7 p.m amor- Sonrío y me dio un beso en la frente- Tu papá me dejó entrar para que te despertara

-Y porque no me despertaste inútil?

-Eras tan tierna durmiendo- Sonrio- Parecías un bebe cacheton

-Vámonos ya, no quiero que lleguemos tarde- Me miré al espejo y me acomodé el cabello- Estoy bien así? O es demasiado casual para ver a tus amigos?

-Estas perfecta ______- Sonrio- Eres perfecta- Me dio un corto beso

           La casa de Alfredo estaba a treinta minutos de mi casa. Era en el campo, y según los rumores escuché que es enorme, por lo que sus fiestas son las mejores.
       Nos estacionamos al frente de la casa. Si era grande y muy bonita, pero al ver la cantidad de hombres que había ahí me arrepentí de haber ido.

-Justin aquí solo hay hombres- Dije mientras caminábamos a la puerta

-Solo estaremos un rato y nos vamos si?- Beso mi mejilla

Vecinos| Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora