Vecinos| Justin Bieber y tu

Capítulo 36

-Justin ya despiértate- Abrí las cortinas de la habitación dejando que la luz entre

-Puedes dejar de molestarme?- Me gritó enojado- Si no me quiero levantar no lo voy a hacer

-Tienes que ir a dar un concierto, hazlo por tus fans que son las únicas que te siguen queriendo después de todo- Grité

-Que me importan mis fans?- Dijo- Quiero dormir en paz mujer

-Que acabas de decir Biebs? Sabes que sin ellas no serías nada- Él se levantó de la cama, agresivo, y comenzó a vestirse. Me daba miedo su actitud

-Sin ellas tampoco sería un maldito drogadicto- Gritó

-Deja de echarle la culpa a todos por tus problemas- Remarqué las palabras tú- Bieber me estás matando, todos los días tengo que estar discutiendo así contigo- Me senté en el sofá- Ya estoy cansada

-Y porque mierda no te vas a tu famosa universidad de Nueva York y dejas mi vida en paz?- Esas palabras me hirieron, estas semanas me habían salido canas verdes y él no valoraba eso

-No valoras nada Justin- Me agarré la cabeza- No ves a la cantidad de personas que quieren ayudarte

-Haber si me entiendes- Se acercó a mi agresivo- NO QUIERO LA MALDITA AYUDA DE NADIE- Gritó

-Estas enfermo Justin- Dicho eso, él apretó sus dientes y me pegó una cachetada haciendo que quede en el piso. Yo solo lo miraba y me tocaba mi mejilla, estaba esperando a que sienta compasión por mí y me diga un "perdón" pero no lo hizo, solo se quedó allí mirándome con la respiración agitada- Eres un maldito moustro Bieber- Me levanté del suelo y caminé hacia mi maleta

-Que haces?- Preguntó

-Me voy Bieber- Una lágrima cayó por mi mejilla- Intenté todo contigo sabes? Me convencí a mi misma que todo esto era una etapa, y que ibas a salir de esto- Sonreí- Pero sabes, todo esto me terminó enfermando a mí

-Vete- Dijo frío- Pero no esperes que voy a ir a buscarte por atrás, ni esperes un perdón de mi parte

-Eres un egoísta y te vas a quedar solo Justin- Cerré mi maleta y cargue a Jerry

-Yo me voy a quedar solo?- Sonrío- Por favor ______, sabes cuantas mujeres me estuvieron rogando que esté con ellas mientras yo estaba contigo?

-Te hubieras ido con esas mujeres- Dije

-Piensas que no lo hice?- Eso fue un cuchillo en mi pecho, me había dolido. Intentaba no llorar para no quedar débil frente al moustro que tenía adelante

-Me lo hubieras dicho y no me hubiera molestado en desperdiciar meses de mi vida en ti- Me acerqué a la puerta con lágrimas en los ojos-Me arrepiento tanto de haberte conocido

-Estamos en la misma situación, eres una histérica-Gritó- Debería haberte dejado hace meses

-A ti te gustaba esta histérica- Sonreí- Buena vida Justin, y no te preocupes, ahora me voy y no regresaré nunca- Cerré la puerta y antes de que pudiera dar un paso me quebré en llanto.

         Odiaba amar a Justin como lo hago, cuando a él lo único que le importa es si tiene droga en su bolsillo. Me sentía enferma. Tomé aire y caminé, dejando atrás a Bieber. Un ciclo de mi vida se había cerrado, y por más que me duela, era lo correcto. Justin debía recibir ayuda y yo debía seguir con mi vida.

-Al aeropuerto por favor- Dije subiendo a un taxi con lágrimas entre los ojos, alejándome de Bieber.

           Llegué al aeropuerto y compré el primer vuelo a Nueva York. Mientras esperaba pensaba en todo lo vivido con Justin, quizás no me arrepentía de haberlo conocido, porqué él me enseñó tantas cosas. Extraño a mi pequeño Bieber mal cocinero y mal cantante, a quien podía pelearlo sin tener miedo a que me lastime, a quien podía molestarlo sin tener miedo a que me grite, a quien podía abrazar y besar cuando yo quisiera y no me tenia que finar si él estaba de malhumor o no. De ese Justin me había enamorado yo, no de este frío, agresivo y perdido Bieber.

"Pasajeros del vuelo número 483 con destino a Nueva York presentarse en puerta número 3"

      Estaba levantando mi valija cuando mi celular comenzó a vibrar

-Hola?- Dije con voz ronca

-_____, no te vallas- Dijo desde el otro lado de la línea

-Lo siento Bieber, debo hacerlo por el bien de los dos

-______, te amo- Colgué la llamada y dejé mi teléfono en la silla. Tomé mi valija y a Jerry y caminé hacia la puerta número 3.

           Nueva vida, haya voy.