| 11. Sabor a agua |

217 13 1
                                    

N/a.-

¡Hola! ¿Cómo están? Bueno esta historia ya esta llegando al final de la primera parte, y quisiéramos saber si les gustaría leer la segunda parte. Tenemos bastantes lecturas y una cantidad de votos buena pero casi nunca comentarios, sería genial si nos dieran su opinión y apoyo para seguir escribiendo.

K&A.

-------------------------------------------------------------------

Querido, muy querido, Ryan.

¿Acaso ya no recuerdas a tu pequeña hermana? Los días aquí ahora son muy tristes, todos los días llueve y el sol ya no sale tan a menudo. Lo más emocionante ha sido que ha llegado un nuevo niño al vecindario, es un chico muy agradable. Se ha vuelto mi nuevo compañero de juegos.

¿Tú como vas? Todos los días te extraño cada vez más, no importa que apestes cuando te abrace solo quiero hacerlo por la noche antes de irme a dormir.

Espero que no me escribas tan seguido como antes porque estés muy ocupado estudiando, más te vale que sea así. ¿Cómo está Park? ¿Sigue comiendo mucho? Dile de mi parte que eso no le traerá nuevo en el futuro, hoy la profesora de ciencias se puso hablar de las grasas y ya no me quedan muchas ganas de comer hamburguesas o pizza.

Escríbeme pronto, te quiere mucho muchísimo mucho,

Peaton.

Al final del correo electrónico habían muchos emoticones, Peaton los había descubierto recientemente. Sonreí ampliamente al terminar de leer la pequeña carta, Peaton había mejorado mucho en su ortografía. Ya no tenía que adivinar que cosas me decía entre líneas.

Decidido a sorprenderla levanté el telefóno y marqué el número que sabía de memoria pero casi nunca utilizaba, al poco rato me contestó una voz chillona.

- Residencia Smith, ¿A quién busca? - era increíble como Peaton a pesar de estar a kilómetros de distancia podía romperme el tímpano.

- A la ratona de Peaton - enseguida escuche un gruñido seguido de un grito de emoción.

- ¡Ryan!

- ¿Cómo estás enana? - nuevamente su gruñido, escuché como jalaba una silla para sentarse junto al teléfono.

- Yo muy bien, me encargué de contártelo en la carta. La pregunta es como estás tú - no estaba preguntándome, exigía saber que estaba pasando conmigo.

- Se puede decir que bien, no en cuanto a estudios claro, pero bien en cuánto a mí - solo imaginarla poner los ojos en blanco me sacó una pequeña sonrisa, Peaton podía tener un genio peor que el de Marie multiplicado por diez.

- ¿Cuántas veces tengo que repetirte que debes ser aplicado? - de pronto parecía que estaba siendo regañado por mi madre, las risas empezaron a fluir por mi garganta.

- Tranquila, Pey, todo va a estar bien. Estoy mejorando en mis notas, lo prometo - no era del todo mentira.

- ¿Cómo están el resto? - ser discreta no era algo que Pey poseía, siempre quería saber de los demás.

- Muy bien.

- ¿Tú? ¿Ya te enamoraste? - escucharla preguntarme eso me recordó lo mucho que a Pey emocionaba la idea de que estuviera enamorado. Ella sin duda tenía conocimiento de como nunca había mantenido a ninguna chica a mi lado, o al menos se hacía una idea. Eso hacía que siempre me fastidiará por el momento en el que llegará ''la chica'', ella creía que esa chica sería sin duda especial.

|Cenizas|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora