-¿¡¿¡ POR QUE COJONES TOCAS AL PINGÜINO ASHTON?!?!
-¿Qué? Pero si yo... Es que se había caído...
-Regla numero 3 Ashton. NO. TOQUES. A. MI. MALDITO. PINGÜINO.
-Ya vale, Luke, se había caído del sofá.
Gruñí enfadado, le arranqué el pingüino de la mano y me largué echando humo por las orejas. Pude oír una débil risa.
-ESTÚPIDO ASHTON- le insulté antes de dejar el peluche sobre mi cama.
-La próxima vez lo dejaré en el suelo- anunció antes de dejar la última caja en su habitación.
Suspiré.
-¿Cuánto dices que te vas a quedar?- alcé la voz para que pudiera escucharme
-Unos cuantos meses- respondió.
Bufé; "esto va a ser un infierno"
Me dirigí al baño para darme una ducha, después de cargar con todas esas cajas estaba muy sudoroso. Sí lo se, soy un delgaducho y un fideo, pero nadie se resiste a mí. Me miré en el espejo, una mirada azul y profunda se encontró con la mía.
-Hola Luke- dije.
Mi reflejo me guiñó un ojo.
-¿Estás hablando con tu reflejo?- se escuchó una voz a lo lejos.
-Métete en tus asuntos- grité para que me oyera desde su habitación.
Me desvestí y me metí en la bañera, encendí la ducha y el agua helada me cayó sobre la espalda.
-¡¡JODER!!- grité por segunda vez en el día.Aparté la cortina de golpe y salí de la bañera.
La puerta se abrió de repente.
-¿Estás bie...Aaaah!!!
Grité a la vez que Ashton y él volvió a cerrar la puerta rápidamente en cuanto me vio desnudo.
-Gilipollas- dije lo suficientemente alto como para que me escuchara al otro lado de la puerta.
-Solo había ido a ver si te habías caído o algo, como persona altruista que soy- replicó él.
-Sí, gracias San Ashton, mi ángel de la guarda que me protege cuando el agua de la ducha está fría.
-La próxima vez dejaré que te abras la cabeza.
-Pareces mi madre- dije entrando de nuevo en la ducha. Abrí el agua y esta vez estaba templada.
No obtuve respuesta así que supuse que se había marchado. Pero pronto escuché el timbre.
-¿Quién es? Preguntó Ashton.
Tras unos segundos este volvió a hablar:
-¡¡Lukeeee!! ¿Conoces a un tal Sam?
Hice recuento mental de todas las personas que conocía. Conocía a dos chicos llamados así, y ninguno sabía donde vivía.
Salí del baño con la toalla atada a la cintura y vi a Ashton al lado de la puerta con una mirada interrogante.
-¿Es chico o chica?- pregunté
Ashton acercó su ojo a la mirilla de la puerta.
-¿Eres chico o chica?
-Ashton, ¿de verdad eres tan inútil como para no reconocer el género de una persona a primera vista?
Me ignoró y una voz femenina graznó al otro lado de la puerta.
-Soy una tía, idiota.
Me encogí de hombros.
-No conozco a ninguna Sam.
-Lo siento no te conocemos- afirmó Ashton.
-¡¡Luke si me conoce!!- respondió la chica- anoche me acosté con el.
-Déjala pasar- ordené ante la mirada de confusión de mi compañero.
La chica de esta mañana entró en casa y clavó su mirada en mí, hasta que lo recordé. Había olvidado que estaba semidesnudo. Fui rápido a cambiarme mientras Ashton la invitaba a pasar. Cuando salí de mi habitación, aquella chica fue directamente al grano.
-¿Puedo quedarme aquí durante unas semanas?
-¿Perdón?- ¿Había oído bien? ¿Era la misma chica que ha montado un pollo hace unas horas en el pasillo de mi portal?
-No puedo quedarme en casa de Ronald, y tampoco en la de mis padres. Solo será hasta que encuentre otro piso- me suplicó.
-¿Qué es esto? ¿Fiesta en casa de Luke?
-Oye que yo pago para vivir aquí.- intervino mi nuevo compañero de piso.
-Por favor.- Sam le ignoró.
-No, definitivamente no. Ya tengo suficiente con este cargante- dije señalando a Ashton- además, apenas te conozco.
-Pero si te acostaste conmigo- protesta.
-Eso no te convierte en mi novia.
-Soy tu amiga- volvió a insistir.
-Ni siquiera sabía tu nombre hasta hace un minuto.
-A lo mejor tu amigo quiere opinar.
-A lo mejor no tiene derecho a ello.
-A lo mejor lo está pasando mal- intervino Ashton señalando a Sam.
Solté un bufido y coloqué las manos a los lados de la cabeza.
-Te doy una semana- dije finalmente- ni un día mas.
-Siiii- saltó de alegría y abrazó fuertemente a Ashton, que era el que estaba mas cerca.
-¿No tienes amigos o que?- pregunté.
-Sí... Pero sus casas son unas pocilgas. Cuando me desperté esta mañana observé que eres muy ordenado.
-¡Qué cara mas dura!- rió Ashton.
-Ni que lo digas.
-Traeré mis cosas mañana. ¿Dónde duermo yo?
-En el salón.
-¿Qué?- protestó
-¿Esperabas un una suite de lujo, princesa?
Bufó, cerró los ojos y se dirigió a Ashton.
-¿Puedo quedarme con tu habitación esta semana? Porfiii- juntó las manos y puso ojitos de cordero mirando a mi compañero.
-¿Qué? Yo... Esto...
Sam pestañeó varias veces, moviendo los labios como si estuviese diciendo "Por favor"
-De acuerdo- dijo arrastrando las palabras.
-¿Cómo es que esta mujer consigue todo lo que quiere?- protesté.
Sam me sacó la lengua y dio un beso en la mejilla a Ashton. Este sonrió.
-¡Qué hoyuelos más monos!- exclamó tocándole ambas mejillas con sus dedos.
Rodé los ojos. Si van a estar así todo el rato mejor que se larguen. No pienso tolerar ternura y amor en esta casa.
Bueno, bueno Luke ya veremos...
¿Os gusta mi fanfic?
Tengo muchísimas ideas y pienso actualizar cada vez que pueda. No pasará todos los días pero siempre que pueda subiré algún capítulo. Y una cosa. Este fanfic no es la realidad, obviamente es un universo alternativo y no toda la historia del pasado de Ashton y Luke serán iguales que las de verdad, sed tolerantes por favor.
No os olvidéis de votar y darle a la estrellita.
Os quiero.
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A Penguin and a Worm // Lashton
FanficLuke realmente necesita dinero, así que decide alquilar una habitación. Pero su nuevo compañero de piso es un completo idiota.