A Penguin and a Worm // Lashton

#12

Me removí incómodo y sentí un pinchazo de dolor en el cuello. Pasé mi mano por él y me di cuenta de que seguía en la misma postura con la que me dormí anoche, solo que ahora con una contractura probablemente causada por el ángulo extraño que mi cuello hacía al apoyarse en el pecho de Ashton. 

Le miré.

Seguía profundamente dormido y con la cara manchada de naranja.

Me restregué los ojos para desperezarme y cogí el móvil para revisar la hora y los mensajes.

"No os olvidéis de ir al ayuntamiento para el cambio de residencia" decía Sam.

El corazón me dio un vuelco y miré la hora en la esquina de la pantalla para asegurarme de que aún no es la hora, pero las cifras decían claramente 11:43.

Salté de la cama maldiciendo la mala suerte que me hacía llegar siempre tarde y tiré a Ashton de la cama de un empujón para que se despertara.

-Aaay- se lamentó mientras me miraba molesto desde el suelo frotándose la frente.

-Llegamos tarde!¡Date prisa!Yo voy a ducharme- le apresure mientras cogía la ropa de cambio y me dirigía al baño.

-¿Qué?- exclamó aún algo aturdido- No, de eso nada. Tengo que ducharme yo primero.

-Ni hablar, lo dije yo antes- le respondí mientras corría hacia el baño. 

Pero lo malo fue que me siguió y llegó antes que yo. Comenzó a quitarse la camiseta y antes de que pudiera hacer nada más me metí en la bañera de una zancada y abrí la ducha. El agua fría cayó sobre mi pijama y lo empapó. Me estremecí pero traté de no darle importancia, así que me quité la ropa a toda prisa, pero un golpe me desequilibró mientras me sacaba por un pierna el pantalón y los brazos de Ashton impidieron mi caída hacia la derecha.

-Fuera- le dije- Me toca a mí.

-¿Quieres que lleguemos tarde acaso?

Negué con la cabeza mientras me reincorporaba dificultosamente, ya que la bañera estaba situada a dos metros de distancia de la pared y no podía apoyarme en ella.

Una mano musculosa apareció delante de mí tratando de alcanzar la esponja amarilla de Ashton, dándome a entender que ya estaba desnudo.

Tuve que girarme y quedar frente a él para poder coger el champú y aunque lo intentara no pude evitar fijarme en sus brazos y abdomen definidos, cubiertos de espuma blanca y burbujas, y... Bueno... Su pene. ¿Para qué andar con sutilezas?

Noté como el calor me ascendía a las mejillas, sin motivo aparente, si total, era igual que yo. No, mentira, yo era mejor

-Ya se que soy muy guapo, Lucas, pero date prisita.

Parpadeé un par de veces. "Mierda, me he quedado mucho tiempo mirándole" pensé.

No dije nada, solo rodé los ojos y me enjaboné el pelo con un champú mentolado.

El agua templada que comenzaba a calentarse caía sobre ambos produciendo un débil sonido que acallaba nuestros respiraciones aceleradas debido a las prisas que llevábamos.

Miré el reloj de pared del pasillo que se podía ver desde el baño con la puerta abierta. Ya habían pasado cinco minutos.

Me apresure y volví a girarme, quedándome de frente a Ashton, que estaba concentrado en lavarse su cara anaranjada por el tomate.

-Tienes un pegote en la mejilla.

-¿Aquí?- preguntó llevándose la mano y rascando su mejilla izquierda.