#35

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Cerré mucho los ojos para impedir que la fuerte luz atravesase mis párpados, quise girarme pero la cabeza me dio vueltas y rápidamente me desperté, sobresaltado. Me di cuenta de que estaba en casa de Maddy, en el colchón hinchable, durmiendo con otras tres personas: Sam, Matt y Mel, y con una resaca colosal. Decidí no moverme para causar aún más dolor y mareos, y tratar de recordar algo de la anterior noche.

"Me acuerdo del "yo nunca", ese endemoniado juego hizo que bebiese demasiado... Luego, canté con Tris como loco ¿O fue con Aria?, y después... Oh Dios, la manzana, ¿en que demonios estaba pensando?"

Me froté la cara y suspiré, lo único que me apetecía hacer era volver a casa y meterme en mi cama, pero ni siquiera sabía si podía volver. Tendría que buscar a Ashton, si no se había ido aún.

-¿Qué hora es?- se desperezó Sam.

-No lo sé- la dije en un susurro. Ella miró la pantalla de un móvil que estaba en el suelo.

-¿Qué tal estás? ¿Te duele la cabeza?

-No te puedes imaginar cuánto.

-Si puedo, cualquiera sabría que estarías hecho mierda después de beber tanta mierda y esnifarse sal.

-¿Perdón?- parpadeé repetidamente para despejarme. Quizá había escuchado mal..

-No te acuerdas.- afirmó mientras se recolocaba la ropa y el pelo con una sonrisa en los labios.- Pues sí, volcaste un salero en el suelo y te la esnifaste.

-Virgen santa.- Me tapé la cara con las manos.- Nunca más me dejes hacer eso. Pégame si es necesario.

-Oí que luego vomitaste hasta hartarte, seguías diciendo estupideces después de eso, pero no estabas tan borracho.- Se agachó y pasó los dedos por el pelo de Matt, mientras le susurraba "Despierta" o "Ya tenemos que irnos", con tono cariñoso.

Al verlos de esa manera, visualicé involuntariamente a Ashton, un fugaz recuerdo de anoche acudió a mi mente, aún borroso. Una carcajada, su sonrisa radiante iluminando la noche "Nunca sobran los momentos pastelosos", "El amor no es lógico", "No me importaría repetir, pero me da mucho miedo herirte"...

Mi respiración se aceleró a medida que desenterraba el resto de la conversación de mi memoria, a la par que me iba horrorizando por las cosas que dije a Ashton, en especial, el tema de comerle la boca, obligarle a decirme lo que sentía o la mención de los diarios. Si llegaba a decir que los leí a escondidas, todo se habría ido aún más a la mierda.

Suspiré y reuní las pocas fuerzas que me quedaban para levantarme; a pesar del terrible dolor de cabeza y de espalda, causado por la mala postura en la que había dormido, conseguí ponerme en pie, recoger del suelo mi móvil y mi cartera y llegar al baño.

En mi mente, volvía de nuevo el dilema de cómo comportarme con Ashton a partir de ahora; había dicho que no le importaría repetir ¿Qué significa eso?

Me miré en el espejo. Un Luke despeinado, con ojeras y la ropa arrugada me devolvió la mirada. Muy diferente al de hace un año, y algo roto por dentro, a pesar de su imagen.

-¿Qué te ha pasado?- me dijo el reflejo.

No le respondí, abrí el grifo y me lavé la cara para despejarme, y prepararme para las situaciones a las que tendría que enfrentarme hoy con Ashton.

Abajo, en el salón, se encontraban ya Thomas, Maddy y Aria limpiando. Me comí una manzana para no desmayarme de hambre y ayudé barriendo y llevando los bancos y las mesas a la camioneta de Mel, lo más rápido que pude, para terminar e irme a mi casa cuanto antes; y cuando terminamos, se marcharon y me dispuse a pedirle a Sam a que me llevase de vuelta.

-¡Luke!- gritó alguien. Me giré. Ashton estaba saliendo de su coche, con el pelo revuelto, mirándome desde el lado opuesto de la calzada.- ¿Pensabas regresar caminando?- sonrió y cerró la puerta del automóvil, para poder apoyarse en él.

Hoy estaba inexplicablemente guapo. Más de lo normal.

El corazón comenzó a latirme a una velocidad supersónica y caminé hacia él.

-¿Cómo has dormido? Espero que mejor que yo...- Seguí caminando, olvidando todo lo sucedido entre nosotros, todo lo que podría suceder y todo lo que no, reduciendo la distancia que nos separaba, hasta hacerla desaparecer, cuando le rodeé con los brazos y le besé, sin darle tiempo a que terminase de hablar, enterré los dedos en sus rizos salvajes, pude notar su sorpresa pero enseguida movió sus labios, en perfecta sincronía con los míos.

-¿Recuerdas lo que dije ayer?- se separó y atisbé alegría en sus ojos.

-En su mayor parte sí. Pero te vuelvo a decir, ahora sobrio, que estoy enamorado hasta los huesos de ti, Ash, desde que te mudaste a mi casa he sido una de las personas más felices del...

Un coche pitó justo a mi lado después de que casi me arrollara, y el sonido se amplificó mil veces en mi cabeza, a causa de la resaca. Me aparté de la carretera tapándome los oídos, con una sensación persistente de mil taladros agujereándome el cerebro.

Ashton entrelazó sus dedos con los míos.

-No necesito que me digas palabras bonitas, sé lo que sientes, lo veo en tus ojos.- Me rodeó la cintura y me atrajo hacia sí, mientras volvíamos a besarnos.

-¡IDOS A UN MOTEL!- gritó Sam desde la otra acera.

Queda poco para que termine el fanfic. No os olvidéis de votar y comentar. Os quiero.

A Penguin and a Worm // LashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora