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-¡Ash corre que llegamos tarde!- le grité a todo pulmón mientras observaba como mi compañero corría por la casa en busca de su móvil..

-¡Que ya voy!

-¿Quieres que te llame para que lo encuentres más rápido?

-No importa, tiene que estar por aquí- revolvió los cojines y mantas del sofá.

-¡Ashton Irwin! !Si Sam llega antes que nosotros a casa de Maddy estamos bien jodidos!

-¡Ya lo encontré!

Salimos de casa echando leches y nos metimos en el coche lo más rápido que pudimos, y durante el trayecto, como costumbre desde hacía una semana, reinó el silencio entre nosotros. Las risas, los vaciles y nuestras charlas sobre gilipolleces habían dejado paso a conversaciones hostiles, incómodas, forzadas, o plagadas de indirectas y miradas llenas de dolor en menos de siete días.

En aquella semana me centré únicamente en dejar pasar el tiempo, tratar de hacer que el dolor se desvaneciera, pero no podía. No si Ashton no me decía nada sobre cómo se sentía respecto a mí, y el malestar que sentía en mi interior no mejoraría con la presencia de Brianna, el alcohol y todo lo que una fiesta conllevase. Lo único que me motivaba a asistir era la importanca del evento.  Si no hubiese sido el cumpleaños de Sam de seguro que no me habría tomado la molestia de levantarme del sofá y despegar los ojos de la tele.

Mi móvil vibró y tras desbloquearlo, leí un mensaje de Penny, del grupo de arte de Sam: "MADDY Y SAM ESTÁN DE CAMINO EN 10 MIN LLEGAN ¿DÓNDE ESTÁIS?"

-Dicen que en diez minutos llega Sam, ¿Crees que llegamos a tiempo?- pregunté a Ashton, que conducía con los ojos fijos en la carretera.

-Eso espero

Suspiré y escribí a Penny: "De camino, ya llegamos". Y efectivamente, tras cinco minutos estábamos ya en la casa, ayudando a preparar todo. La bebida estaba fría en un cubo con hielos, al lado de una pila de vasos de plástico, los snacks estaban en los cuencos, las guirnaldas en la pared y el equipo de música listo para sonar durante toda la noche.

Habían venido también Brianna, Matt y dos amigos de la infancia de Sam, Sarah y Thomas, los cuales estaban moviendo un banco hacia la pared opuesta a la mesa. La vivienda estaba escasamente amueblada con los objetos del club de arte de las chicas, así que había suficiente espacio para bailar y apiñarse en el centro de la sala de estar.

-¡Ya vienen!- avisó otra chica, Mel- ¡Coged todos un puñado de confeti y redordardad que debe haber absoluto silencio hasta que enciendan las luces!

Todos hicimos lo que ordenó y apagamos las luces, luego esperamos y esperamos, impacientes hasta que pudo oírse el motor de un coche detenerse y pasos. Traté de imaginarme la cara de sorpresa de Sam y no pude evitar sonreír en la oscuridad. Quizá no sea tan malo como pensé venir a la fiesta. En un abrir y cerrar de ojos, la puerta se abrió, el salón se iluminó y todo el mundo (mayormente Sam y Maddy) estaba cubierto de confeti multicolor.

-¡No me lo puedo creer!- exclamó cuando terminamos de decir "¡Sorpresa!" o "¡Felicidades!". Una gran sonrisa se dibujó en su cara- ¡Y lo has grabado!- se dirigió a Mel- ¡Que vergüenza!

La cumpleañera recibió más felicitaciones y abrazos,, la música comenzó a sonar y los vasos llenos de bebida empezaron a circular.

-¿Qué quieres de beber, Luke?- me preguntó Aria, también del club de arte- tenemos vodka, ron, whisky, ginebra, cerveza...

-Mmmh... ¿Cerveza, supongo?

-Aquí tienes- me ofreció un vaso muy lleno.

Le di un sorbito y me propuse internamente no beber nada más fuerte; me había malacostumbrado a tomar demasiado cuando salía de fiesta. Divisé a Sam al otro lado de la habitación y fui hacia ella para felicitarla personalmente. Cuando llegué a su lado, estaba hablando con otra persona, Brianna. cuando esta me vio, paró de hablar y de repente me sentí muy, muy incómodo.

-Hey, Luke- saludó Sam- ¿Cómo te va?

-Bien, bien... Quería felicitarte en persona y nada, decirte que cualquier cosa que necesites puedes contar con Ashton y conmigo.- Me obligué a no mirar a Brianna ante la mención de su ex.

-¡Gracias!- me dio un fuerte abrazo- ¡No sabes cuánto me alegro de que hayáis venido! Ha sido todo un detalle invitar a Brianna y Matt.

Brianna me miró y asintió.

-En fin, voy a por una bebida- anunció a continuación- ahora vuelvo.

La chica y yo nos dirigimos mutuamente miradas incómodas.

-Esto... Siento mucho lo que te hicimos hace unos meses. Lo de tu coche, y la purpurina, y la comida de perro. Fue algo muy infantil.

-Es agua pasada, no te preocupes- esbozó una tímida media sonrisa- de todas maneras estoy segura de que el cabecilla de todo eso fue Ash.

-Si, es cierto. ¿Vosotros dos estáis... bien?- las palabras comenzaron a salir de mi  boca sin permiso

-Bueno, todo lo bien que se puede estar después de dejar una relación de cinco años. Pero sí, supongo que somos amigos.

De verdad, viéndola me arrepentía bastante de todo lo que la hicimos pasar, así que me volví a disculpar, y comenzamos a hablar sobre banalidades.

-¡¿Quién quiere jugar a verdad o atrevimiento!?- gritó una chica del club de arte subida a un banco- Vosotros- Nos señaló- Acercaos.

Brianna y yo nos miramos, y sin decir nada, hicimos lo que la chica nos decía.

-Tris, querida, ya no somos adolescentes- Sam se hizo oír por encima de la música.

-Cállate, Dixon, si sabes que te encantan estas cosas.- respondió con una gran sonrisa.

-Pero vamos a jugar a otra cosa, que verdad o reto ya está muy visto- intervino Brianna.

-El "yo nunca"- sugirió Tris

-Con eso siempre acabas borracha como una cuba ¿Qué pretendes?- se mofó Mel.

-¡Es buena idea!- la apoyaron varias chicas, que se sentaron en el suelo tras volver a rellenar sus vasos.

Brianna, yo y algunas otras personas también se unieron. Ashton no estaba entre ellas.

-Luke no puedes jugar a "yo nunca" con cerveza, la gracia es que cuanto más bebas, peor te pongas.- me avisó Sarah, mientras me quitaba mi vaso y me entregaba otro con un líquido transparente. La poca fuerza de voluntad que tenía se desvaneció y ni siquiera repliqué.

La historia va a ser más jugosa a partir del próximo capítulo, lo prometo. Si votáis y comentáis con ganas lo publico mañana.
Os quiero.

A Penguin and a Worm // LashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora