CAPÍTULO 5:El Pasante

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Ya era un nuevo día y tenía que volver a mi rutina. Hice lo mismo de siempre y me dirigí hacia la parada del autobús; hoy iría a casa de Jaden y esperaba que nada me lo impidiera.

Llegué al instituto y  fui a mi casillero en busca de mis libros, cuando me voltee para ir a clases, Sarah se encontraba frente a mí.

-Sarah eres muy silenciosa.- dije tratando de regular mi respiración, realmente me había asustado encontrarla de repente.

-Lo siento, he estado buscándote. ¿Dónde estuviste ayer?

-Estuve todo el día en mi casa, porque me sentía muy mal pero ahora estoy mejor.- creía que la mentira había sido convincente, pero ella me miró como si supiese la verdad, aunque es imposible ya que las únicas personas que lo sabían eran yo y...Nate. Si había abierto la boca, se podía considerar hombre muerto, aunque por ahora sería mejor no encontrarlo mientras trato de investigar sobre él y Jaden.  

Finalmente largó un suspiro derrotada, eso confirmaba que no sabía nada de mi visita al despacho del director.

-Bien, por ahora te creo. Pero esto no se termina aquí.-dijo, mientras tanto yo saltaba de felicidad en mi interior por no haber sido descubierta.

Luego nos dirigimos hacia el salón de clases, y en lo que quedaba de la mañana Sarah no me preguntó nada más sobre el tema.

Hoy teníamos gimnasia, nos dirigimos a los vestuarios y una vez que nos cambiamos fuimos a la pista de correr. Al llegar, la directora nos dijo que corriéramos cinco vueltas.

Al empezar a correr noté a lo lejos que los chicos jugaban en la cancha de fútbol, pero lo que más llamó mi atención fue que Jaden miraba a Sarah, y parecía que le hacía señas con sus gestos; para que no se percataran que los estaba observando miré al frente y me giré un poco para observar a Sarah, ella parecía muy concentrada a lo que decía Jaden, y luego le empezó a contestar de la misma forma en la que él le hablaba.

En ese momento sonó el silbato y deje de observar a Sarah para comprobar que ese sonido provenía del entrenador de los chicos y como quería despejarme un poco le dirigí toda mi atención.

-Buenos días chicos, tenemos un pasante. El cual me ayudara con mis actividades deportivas en casos que yo no esté presente por asuntos personales.- me detuve y observé quien era esa persona, me quedé sin respiración en ese momento.- les presento a Nathaniel, mi nuevo ayudante.

Estaba helada, mi cuerpo no respondía a las órdenes de mi cerebro, hasta que escuché la voz de Sarah llamándome desde lejos, y en ese momento estaba confundida, porque cuando creía que había parado de correr, nunca lo había hecho; pero esto era diferente a otras ocasiones, porque había empezado a correr más rápido por instinto. Me detuve al ver que Sarah trataba de alcanzarme.

Cuando llegó a mi lado estaba realmente cansada y esperé hasta que pudiera regular su respiración para escucharla, mientras tanto miraba a Nate hablando con los del equipo de fútbol. Hasta que el sintió mi mirada y se volteó a mi dirección.  

Comenzó a mirarme de pies a cabeza, hasta detenerse en mis ojos y acto seguido me sonrió, para luego guiñarme el ojo y volver a concentrar su atención en el equipo. Entonces fijé mi vista en Sarah hasta que pudo respirar calmadamente y habló.

-Eres muy rápida...-tomó una bocanada de aire antes de seguir hablando - ¿Ocurre algo?, estas realmente pálida como si acabaras de ver un fantasma.

-Estoy bien, solo estaba pensando. No tiene importancia, mejor seguimos corriendo.- dicho esto, volví a correr. Pero esta vez mi mente estaba ocupada pensando un plan para entrar al hogar de Jaden.

(...)

Al terminar de correr todas las vueltas fuimos a los vestidores, para ducharnos y cambiarnos. Sarah tenía que ir a su casillero por sus libros y yo al mío; tenía que pensar lo que iba a hacer, sin preocupaciones; para esto era esencial mantenerme concentrada.

Llegué a mi casillero y busqué todo lo que necesitaba para el siguiente período, sentía a alguien a mis espaldas. Una vez sacados mis libro cerré el casillero y Nate estaba observándome a mi lado.

-Sé que soy guapo, pero ¿ser una obsesión para tus ojos?, la verdad no me sorprende.- dijo sonriendo de manera arrogante. Puse los ojos en blanco y le respondí.

-Creo que el que tiene la obsesión es otro.- dije hablando cada vez más bajo para provocarlo y fui acercándome a él, quedando muy cerca.- ¿Qué escondes?

Su sonrisa se amplió más al escucharme.

- ¿Qué pasará si mi respuesta no es de tu agrado?- cuando iba a contestarle volvió a hablar.- No respondas, adivinaré, averiguaras hasta saber que sucede, ¿verdad?

Junté mis labios en una fina línea; su respuesta me había dejado completamente perpleja, pero no iba a quedarme callada.

-¿Lo que escucho es miedo?- Ahora fue él quien se quedó perplejo al escucharme- si no ocurre nada, nada hay de que temer.- me fui acercando a su oído y le susurre:- ¿Verdad?

Cuando me separé y volví a mirarlo directamente a los ojos, Jaden apareció a su lado y nos observó a ambos para luego hablar.

-¿Qué está sucediendo?- me giré a ver que Nate aún no había procesado la situación hasta que despertó y vio a Jaden, luego me observó a mí sonriéndole esperando escuchar su respuesta.

- Nada, estábamos hablando con Eleonor sobre algunos ejercicios que me dijo que el entrenador tiene pensado para el equipo.- dijo con una sonrisa fingida, mientras que lo miraba con odio.

-¿Seguro?- Preguntó Jaden al observarme a mí y luego volver su atención hacia Nate.- Porque realmente te ves nervioso Nate.- finalizó con una gran sonrisa en su rostro.

-¿Nervioso? ¿Porque estaría nervioso?-dijo un poco alterado.

Sabía que debía irme, pero fue él quien se había acercado antes para ponerme nerviosa a mi  y hacerme confesar, y nadie hacia eso sin una devolución de mi parte.

-Si Nate, ¿Porque estas tan nervioso?- respondí mirándolo con mi más pícara sonrisa.

-Yo...- se quedo pensando que decir, hasta que la campana sonó anunciando el inicio del receso antes del segundo período.

-Salvado por la campana amigo.-dijo Jaden apoyando su mano en el hombro de Nathan.- Vamos a hacer unas prácticas con el equipo y Nate tienes que supervisarnos, ¿vienes Eli?- apenas Nathan lo escucho volteó hacia Jaden abriendo los ojos como platos, parecía furioso por la idea de su amigo.

-No, absolutamente no- dijo Nate casi gritando.

-¿Por qué no?- le preguntó Jaden elevando las cejas.

-Si Nate, ¿Por qué no?, me encantaría ver la practica.- dije sin sacar en ningún momento mi sonrisa.

Nate gruñó mientras decía por lo bajo: Bien, vamos. Se dio vuelta sin preocuparse si Jaden o yo lo seguíamos. Jaden me hizo una seña para que lo siguiera, y emprendimos camino a la cancha de fútbol.





Mi Pasado (MP #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora