-Por favor cómpramelo-escuché la misma voz de la niña de siempre.
-No Mía, papá se enojará si no nos apresuramos- contestó una voz un poco mayor.
Al igual que los otros sueños, en este no podía ver o reconocer nada de mi entorno, solo percibía dos siluetas. Ahora mis sospechas eran confirmadas, yo era aquella niña de mis sueños.
-Vamos, solo uno.-decía la menor a la mayor.
-Haremos un trato-dijo la mayor resignada al ver que la más pequeña no quería cooperar-mañana volveremos y te comprare uno.
-Gracias...
Abrí mis ojos poco a poco acostumbrándome a la luminosidad de la habitación. Lo último que recordaba antes de ese sueño era a la abuela de Nate y Sarah asignándonos los que serían nuestros dormitorios por los próximos días.
Respecto al sueño, hacía tiempo que no sentía esa sensación de familiaridad. Algo en la chica mayor me llamaba la atención pero no sabía que, creía que a ella le pertenecía el rostro que había visto aquella vez; esta vez el sueño fue diferente, no me desperté sobresaltada y mi mente estaba completamente relajada. Si recordaba bien, ella había dicho papá, sería posible que ella fuese......no, no lo creo. Mi intuición me dice que eso no es lo correcto; no saber nada es realmente frustrante.
Finalmente me rendí al intentar buscar en mi mente, resoplé exasperada incorporándome y despojándome de mi pijama para vestirme con unos jeans, una camiseta y mi cazadora, ya que como había escuchado aquí en Inglaterra el clima no es muy caluroso.
Salí de mi cuarto y me dirigí hacía el comedor. Desde aquí podía escuchar las voces de los chicos provenientes de allí.
La casa no era muy grande pero era lo suficientemente cómoda para un número de personas como el nuestro. En total había cuatro habitaciones, por lo que Sarah y Nate tuvieron que compartir cuarto, también había un comedor, una sala de estar con un enorme televisor y una pequeña cocina.
Al llegar al comedor me encontré a Katherine, Nate y Sarah sentados en la mesa tomando el desayuno.
-Buen día.-dije mientras me sentaba en una silla libre al lado de Sarah. Podía sentir la mirada de Nate sobre mí.
-Buen día querida, ¿dormiste bien?-me preguntó Katherine con una de sus amables sonrisas. Hasta lo que la conocía podía asegurar que era una mujer muy simpática.
-Sí, muchas gracias por dejarnos quedar aquí.
-Ho no te preocupes por eso, para mí es un placer. Además hacía mucho que Sarah y Nate no me visitaban.-dijo mientras tocaba las mejillas de Nate.
Así transcurrió el desayuno, entre charlas y risas. Hasta que Jaden entró y se sentó con nosotros, fue cuando Nate habló.
-Abuela, hoy iremos al bosque al que papá nos llevaba a Sarah y a mí de pequeños.
-Ho, está bien. Si quieren pueden llevarse el auto del abuelo, está en la cochera hace mucho y nunca lo uso, así que no sería ninguna molestia.-dijo Katherine.
-Muchas gracias.-dijo Jaden sonriendo.
Al terminar el desayuno todos nos fuimos a alistar para el pequeño viaje. Según lo que la abuela de Nate y Sarah nos había contado, el bosque quedaba a unos kilómetros de aquí.
Cuando salía del baño de mi habitación escuché que alguien tocaba la puerta, la abrí y me encontré a Nate. Tenía la misma ropa que antes, unos jean y una remera corta negra, se veía realmente hermoso. ¡LO HICE OTRA VEZ!, Mía respira.
-¿Sucedió algo Nate?-pregunté lo más natural posible para que no notara lo que su presencia provocaba en mi.
-¿Puedo pasar?-preguntó.
Como respuesta me moví de la puerta dándole el suficiente espacio para que el pudiese pasar. Cuando lo tuve cerca pude oler el aroma que desprendía, ¿Cómo hacía para estar tan calmada? Ni yo lo sabía. Cerré la puerta y me voltee para poder velo de frente.
-¿Qué te sucede Mía?- preguntó al ver que no iba a hablar.
-¿A qué te refieres?-pregunté actuando desconcertada.
-Sabes a lo que me refiero, estos días has estado muy rara.-dijo acercándose cada vez más.
Intenté escapar pero me acorraló contra la pared.
-No no me pasa nada.-tartamudee.
-Por favor, no sabes cuánto me duele verte así.-dijo triste
Ja! Me hacía reír, ¿Se preocupaba por mí? No creo que haya pensado en cómo me sentía mientras me besaba y pensaba en volver a recuperar a la otra Mía. Eso fue suficiente para volver a recuperar la poca cordura que me quedaba.
Salí de su agarre y me dirigí hacía la puerta diciendo:
-No me pasa nada y ya es hora de irnos.-cerré de un portazo la puerta y me dirigí hacia la salida para encontrarme con los demás.
ESTÁS LEYENDO
Mi Pasado (MP #1)
AléatoireEl pasado es algo inexplicable, que está escrito y que nunca podremos cambiarlo, aunque lo intentemos de todas las formas: posibles e imposibles. Es lo que nos hace lo que somos en el presente, nuestra manera de ver la vida, nuestra felicidad, hasta...