Llegamos a la cancha y Jaden se fue a los cambiadores para ponerse el uniforme de fútbol. Mientras tanto, Nate y yo estábamos en las gradas; el miraba la cancha y yo el cielo, era una situación un poco incomoda para mirarnos entre nosotros, cualquiera podría darse cuenta por el ambiente.
Estábamos al aire libre y el día cada vez iba volviéndose gris, aunque no lo pareciese a simple vista.
-Lloverá- dije en voz alta.
-¿Cómo lo sabes?, hace mucho calor y hay sol, es casi imposible que llueva.-Dejé de mirar el cielo y fije mi vista en el que seguía observando la cancha.
-No te dejes llevar por las apariencias.- dije sonriendo para volver a mirar el cielo mientras sentía su miraba encima de mí.
Nos quedamos así un rato, en silencio; yo seguía sintiendo su mirada, entonces me giré y lo volví a mirar, pero esta vez levante las cejas en forma de pregunta. Se me quedo mirando unos segundos, por su expresión supe que estaba peleando consigo mismo en decirme o no lo que pensaba.
-Dilo.- me miró desconcertado por lo que acababa de decir- Se que quieres decirme algo. No muerdo.
-¿Segura?, porque la verdad es no estoy tan mal.- soltamos una pequeña risa los dos al mismo tiempo por su comentario, y cuando paramos dijo:-Bien...no se mucho de ti, así que... ¿Porque te mudaste aquí?- preguntó al final.
-La verdad nos mudamos mucho con mi madre y mi padre.- Lo miré de nuevo y contesté:- Nos mudamos siempre por el trabajo de mi padre.-mientras respondía observe como formó sus manos en puños, pero al notar que lo observaba los volvió a relajar.-Bien, mi turno, ¿Cuántos años tienes?
Sonrió satisfecho con mi pregunta y respondió:-Tengo 19.-me sonrió y volvió a hablar- Te preguntaría pero con mis conclusiones deduje que tienes 16 ¿Cierto?
-Cierto-dije asintiendo.- pronto 17, espera, ¿conclusiones?- le pregunté, a lo que el asintió con una sonrisa.
-Tenía que conocer a la linda chica de ojos cafés.- en ese momento no sabía que responder. Iba a tratar de decir otra cosa para hacer como si no lo hubiese escuchado y no se notara que aumentó mi incomodidad, pero en ese momento salieron los del equipo para empezar la práctica.
-Creo que ya es hora de trabajar ayudante del entrenador.- dije sonriendo.
-Sí, el deber llama.- se quedo viéndome y en ese momento no podía dejar de ver aquellos ojos tan hermosos, como me gustaría saber lo que pasa en su mente.
-Creo que debería ir a clase.-dije parándome para dirigirme hacia el salón de clases.
-Eso creo. Pero primero no has respondido la pregunta que te he hecho- dijo con una gran sonrisa y una mirada pícara.
-¿Qué pregunta?
-¿Saldrías conmigo alguna vez?- dijo agrandando cada vez más su sonrisa.
-Mm..., que extraño, recuero si haberla respondido.-dije pensativa mirándolo de manera interrogante.
-Pero no con la verdad. -Iba a hablar pero fui interrumpida, de nuevo- y solo acepto la verdad.
-No puedo, mis padres no me dejan salir con chicos- mentí.
Me miro estudiándome y dijo:-Mientes. Sé que lo haces.
-No miento.- me miró esta vez con una mirada de decepción.-Bien, ¿quieres la verdad?, no te conozco, y no salgo con desconocidos.-dije- Además no me apetece salir contigo.
-No sabía que mentías tanto, y tan bien. Admítelo: te mueres por una cita conmigo-dijo lo último con una gran sonrisa arrogante, idiota.
-Yo... ¿sabes algo? Me voy- dije ya enfadada.
-¿Te pones así de nerviosa con todos los chicos o solo conmigo?
-¿Nerviosa?, nunca me pongo nerviosa.- hasta ahora había sido así. Nunca lo hacía, porque sentía vulnerabilidad y ese sentimiento no era algo de mi agrado.-Aunque alguien sí creo que se pone nervioso cuando hago esto.- dije acercándome cada vez más a él, lo cual funciono porque empezó a tocarse sus manos de manera nerviosa.
-¿Quién?- dijo tragando saliva muy fuerte. Al haber probado mi punto sonreí y me fui hacia el salón de clases.
(...)
Al terminar las clases me dirigí hacia el barrio de Jaden. Estaba anocheciendo, una ventaja para que mi presencia sea difícil de notar.
Decidí ir caminando para tener un mejor panorama del territorio. Hasta que llegué al edificio de Jaden y lo estudié para ver mis opciones de cómo entrar, además que había omitido averiguar en qué piso se encontraba del edificio, algo muy tonto de mi parte.
Mientras esperaba por un milagro, divisé a una mujer mayor intentando entrar al edificio, pero traía muchas bolsas ocupando sus manos y parecía que no podía sacar las llaves de la entrada; sonreí para mis adentros y me acerqué a ayudar a la mujer.
-Hola, disculpe pero ¿Necesita ayuda con eso?- ella levanto la vista de su cartera para ver quien hablaba y sonreí con mi sonrisa más convincente.
-Sí, muchas gracias.-dijo dándome las bolsas y luego se puso a buscar en su bolso las llaves. Cuando las encontró me volvió a observar.- ¿Sería mucha molestia pedirte si me ayudas a llevarlas a mi apartamento?
-No, me encantaría ayudarla.
Nos encaminamos hacia su apartamento y mientras estábamos en el ascensor me tendió la mano y se presentó.
-Hola me llamo Rose, pero puedes decirme Rosie.- como pude, ya que tenía las bolsas, le tendí mi mano y me presenté.
-Mucho gusto me llamo Eleonor.
-Hermoso nombre, perdón que te pregunte Eleonor pero que hacías por el barrio por si necesitas mi ayuda con algo.-dijo sonriendo de manera amigable.
-Un amigo me invito aquí a este edificio, pero parece que se quedó dormido.-dije con una tristeza fingida.
-Si quieres puedes ir, considéralo un agradecimiento de mi parte.
En ese momento se abrió el ascensor y nos dirigimos a una puerta cercana a él para dejar las bolsas. Cuando llegamos y ya todo estaba en su lugar dije lo primero que se me ocurrió para salir de este embrollo.
-Me encantaría ir a visitarlo pero no se cual es su apartamento. ¿Sabe donde vive Jaden Douglas?
-Es en el piso de arriba el 3B- dijo mientras me abría la puerta.
-Muchas gracias Rosie, espero volver a verla.- dije sonriendo.
-Si eres amiga de Jaden nos veremos mucho; al menos espero verte seguido aquí.- y con eso la despedí y fui directo hacia el apartamento de Jaden.
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Mi Pasado (MP #1)
De TodoEl pasado es algo inexplicable, que está escrito y que nunca podremos cambiarlo, aunque lo intentemos de todas las formas: posibles e imposibles. Es lo que nos hace lo que somos en el presente, nuestra manera de ver la vida, nuestra felicidad, hasta...