6 - MAL'AKH

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VI

MAL'AKH



El sonido de una alarma le hizo querer despertarse. Sentía un dolor de cabeza insoportable.

-Ya es medianoche. ¿Por qué aun no despierta?- una voz masculina resonó en la habitación, provocándole molestias.

Se sentía aturdida. Como si le hubiera pasado un camión por encima.

-Aún no lo sé, no ha reaccionado todavía- respondió otra voz, ésta vez se trataba de una chica.

No podía reconocer a ninguna de las dos. Hizo un gran esfuerzo por abrir los ojos, pero sentía los párpados pesados.

-Ya debería haber despertado- la voz del chico se tornó preocupada.

Elena quería decirles que estaba bien, pero no encontraba la forma de moverse, era como si estuviera paralizada.

De pronto, a su mente vinieron las imágenes del hombre que la abordó fuera de su casa, el frío del cuchillo atravesándole la piel y el dolor. Sintió el dolor en todas partes. Un grito salió de su garganta. Quería que aquello parara. Se sentía como si la estuvieran quemando por dentro.

-Tranquila, tranquila- alguien la tomó en brazos, provocando que el dolor comenzara a disminuir-. Eso es, tranquila...- el agarre comenzó a liberarse hasta que ella dejó de gritar.

Elena parpadeó, la luz la cegó momentáneamente. Tuvo que esperar un rato hasta que su vista se acostumbrara a ella.

-¿Dónde estoy?- su voz sonó rasposa.

-Bienvenida a la eternidad, Elena- ante ella había un chico de cabello y ojos castaños, le sonreía como si estuviera orgulloso de algo. Lo cual la puso incómoda.

-¿Quién eres?

-Tu ángel guardián.

Elena rodó los ojos.

-No estoy para juegos, ¿quién eres?

-Se llama Rafael- Elena reparó en la chica que se encontraba parada a su costado, era alta y de finos rasgos que podían ser comparados con los de un duendecillo, ambos compartían el mismo color de ojos, castaños. Ojos que la miraban evaluándola como si tuviera visión de rayos-X. En su rostro se formó una media sonrisa-. Mi nombre es Raquel.

Elena sintió como algo en su cerebro hacía clic. ¡Eran los nietos de Sofía! Intentó incorporarse, pero terminó enredándose con lo que parecían ser sábanas, haciendo que terminara en el suelo. Fue entonces que se dio cuenta en dónde estaba. ¿Cómo había llegado a su habitación?

-¿Cómo entraron aquí?

-Sí, de nada por sacarte de la calle y salvarte de aquél demonio- le respondió con sarcasmo Raquel-. No fue ninguna molestia. ¿Es que acaso los miradrolión no te enseñaron nada de modales?

-¿Mira-qué?- soltó Elena confundida.

-Miradrolión- respondió Rafael-. Mortales.

La joven frunció el ceño.

-¿Qué?

-Así llamamos a los mortales, miradrolión o miradrol.

Elena comenzó a reírse. Si aquello era un sueño post-mortem, realmente era de lo más bizarro.

-Bueno, creo que esa ha sido una buena primera impresión- murmuró Rafael, mirándola con preocupación-. Mira, Elena, sé que te será difícil de asimilar, pero acabas de morir.

Mal'akh: GÉNESISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora