(Narrador omnipresente)
Tras dejar las cosas en las tumbonas que había en el césped, los chicos se fueron directos a la piscina y las chicas decidieron quedarse allí tomando el sol y charlando.
- Ay, sister, no me puedo creer que estemos aquí, libres de exámenes, de vacaciones, y mucho menos con... -Sara desvió la mirada hacia la piscina y se encontró a Carlos saltando en bomba por encima de Álvaro y a Dani y Blas haciéndole aguadillas a David-, con estos locos -ambas se echaron a reír ante tal escena.
- La verdad es que yo tampoco, me parece todo tan irreal... Pero míralos -las dos volvieron a mirar hacia los chicos-, parecen unos críos ahí jugando. ¡¿Quién nos iba a decir a nosotras hace tan solo unos meses que íbamos a estar aquí con ellos?!
- Vamos, esto se lo contamos a cualquiera y nos toma por locas.
- ¡Y que lo digas! -rieron-. Anda, vamos a disfrutar que nos lo merecemos.
- Pues sí.
- Oye, ¿y si nos sentamos en el borde de la piscina y tomamos allí al sol? Así hablamos con estos, a ver si nos cuentan los planes que tienen pensados para estos días porque yo no he sido capaz de sacárselo a Dani en el viaje.
- ¿Y arriesgarnos a que nos tiren a la piscina? Mmm... ¡Está bien!Y, entre risas, se levantaron de las tumbonas y se sentaron en el borde la piscina más alejado de los chicos para disfrutar del sol un poco más antes de charlar con ellos sobre lo que harían los próximos días, aunque de nada les sirvió porque a los pocos segundos ya los tenían al lado salpicándolas con el agua.
- Nos acabamos de sentar y ¿ya nos estáis incordiando? -dijo Paula intentando parecer enfadada.
- Yo... Esto... Lo siento... -contestó Dani un poco confundido.
- ¡Que era broma, canijo! -gritó mientras se acercaba al agua para salpicarle en la cara.
- ¡Ahora verás!Y, dicho esto, Dani salió de la piscina trepando por el borde mientras Paula empezó a correr alrededor de ella sin saber dónde meterse para que no la cogiese. Pero sus intentos de escaparse de Dani fueron nulos porque, antes de que terminase de dar una vuelta entera a la piscina, ya la había alcanzado y la llevaba en sus brazos dispuesto a tirarla al agua sin piedad mientras ella pataleaba y le suplicaba entre risas. Al llegar a la parte más honda de la piscina, Dani la soltó en el suelo y entrelazó sus manos por delante de su cintura mientras la daba un ligero empujón con su cuerpo. Para sorpresa de Paula, ambos cayeron juntos al agua. Al salir a la superficie, Paula vio que Sara también se encontraba dentro de la piscina junto con el resto.
- ¿Qué os parece si jugamos a algo? -preguntó David mientras salía de la piscina y se dirigía hacia las tumbonas.
- A mí me parece bien -contestó Álvaro.
- Y a mí -respondió Dani mirando a Paula para buscar su, podría ser, aprobación.
- Nosotras también nos apuntamos -añadió Sara agarrando la mano de Paula para levantar sus brazos.
- Mmm... ¡Creo que ya lo tengo! -gritó David rebuscando y sacando algo de su mochila.Mientras tanto, totalmente ajenos a la conversción, Carlos y Blas continuaban haciéndose aguadillas mutuamente, aunque la verdad es que Carlos tenía tal ataque de risa que apenas salía del fondo del agua y, cuando lo hacía, era para volver a los pocos segundos. ¡A este paso iba a beberse todo el agua de la piscina!
- Lo primero es hacer equipos y luego os explico a qué vamos a jugar.
- Tú, David, ¿inventándote un juego? -bromeó Álvaro en tono sarcástico.
- ¡Que sí! ¡Calla, idiota! -le dedicó una mirada fulminante-. Vosotros -dijo dirigiéndose a Carlos y Blas-, ¿dejáis ya de hacer manitas y os apuntáis o qué?
- ¿A qué? -preguntó Blas, que era el único capaz de hablar en aquella especie de pelea.
- Ha dicho el genio de David que primero tenemos que hacer los equipos y luego nos deleitará con su gran idea -bromeó Dani.
- ¡Está bien! Que hacer aguadillas al Charlie me estaba resultando ya demasiado aburrido.
- Me has cogido en un momento de debilidad -protestó Carlos-. Yo voy a ver si me recupero un poco y, si eso, después -añadió mirando al resto.
- ¡Está bien! Ahora tenemos que hacer equipos. Álvaro -dijo David mirándolo-, tú conmigo. Y una de las chicas también... ¡Sara!
- Vale, entonces a mí me toca con la parejita feliz -replicó Blas en tono de burla, a lo que Paula no pudo evitar responderle con una mirada asesina-. Eh, que era broma -añadió levantando las manos a modo de defensa.