Tomo el manillar de la puerta entre mis dedos, suplicándole entre suspiros que me detenga.
-No quiero hacerte daño - susurra por fin. Mi mano se detiene y me giro, buscando un indicio para poder quedarme.
-Es justo lo que estas haciendo ahora - mis palabras caen duras sobre el frío ambiente.
-Solo quiero protegerte - y ahí están de nuevo sus lágrimas, mostrándome la realidad de sus palabras.
-Sabes que odio la clase de personas que hacen algo doloroso para proteger a la otra persona - contesto entonces.
-Sabes que eres una de las personas más importantes para mí.
-Sabes que tú eres mi persona más importante y que no estaría aquí de no ser por eso.
-No sabes cómo he sido siempre con las chicas - mi respiración se corta.
-Sé cómo has sido con las chicas - remarco el verbo en pasado -, lo que no sé, es si realmente soy igual a todas ellas - Jimin alza su rostro.
-¿Lo sabes? - asiento en silencio.
-Lo he sabido todo este tiempo.
-Entonces... ¿por qué... tú...?
-Porque quería creer que la persona que yo conocía era real y diferente a la que estuvo con todas esas chicas - le interrumpo -, quería arriesgarme a creer que yo podría recompensarte lo mucho que me has cambiado, cambiando una sola cosa tuya, y más que nada, porque cuando me di cuenta de lo que sentía por ti ya era demasiado tarde - el silencio inunda la habitación como hace constantemente. Jimin se levanta y arrastra los pies hacia mí, lentamente.
-¿Por qué yo?
-¿Y por qué no? - sonrío, esta vez de verdad -. ¿Soy igual a todas esas chicas?- su mano se posa en mi mejilla.
-¿Cómo ibas a serlo? - una breve risa escapa de sus labios mientras niega con la cabeza.
-¿Y por qué soy diferente?
-¿Y por qué no? - me devuelve el juego de palabras.
-¿Por qué no puedes quedarte entonces conmigo?
-¿Y si acabo haciéndote daño?
-¿Justo como lo estás haciendo cuando me abandonas? - pega su frente a la mía y cierra los ojos.
-Siempre tan testaruda... - susurra. Tomo sus brazos y hago que me rodeen por la cintura, paso los míos por su cuello y separo nuestros rostros para poder hundir el mío en su pecho, para poder fundirme en un cálido abrazo. ¿Y ahora... qué? ¿qué va a pasar ahora? Aprieto el agarre de mis brazos.
-¿Vas a volver a casa? - solo obtengo un suspiro, noto como su pulso se acelera al tiempo que mi estómago se revuelve. Alzo mi rostro y le sonrío, mi mano se posa en su mejilla -. Está bien, no pasa nada si no quieres volver.
-Solo... necesito tiempo - ¿tiempo para qué? ¿para olvidarme?. Me abofeteo mentalmente, no puedo ser tan egoísta. Asiento a pesar de no comprender para qué necesita un tiempo que yo aprovecharía con él. Suspira de nuevo y me mira algo entristecido, parece que me entiende demasiado bien -, quiero asegurarme de que no es algo pasajero, de que... realmente te quiero en mi vida - asiento de nuevo.
-Vale - es la única palabra que sale de mis labios -. Te esperaré lo que haga falta, ¿lo sabes, verdad? - Jimin asiente para mi placer -. Quita esa cara de amargado o realmente perderé la fe - digo entre risas, intentando amoldar el tema a un tono más amistoso. Sus labios se ensanchan en una sonrisa algo inanimada, pongo los ojos en blanco y me separo levemente de él -. Debería volver a casa, Jin estará empezando a preocuparse.
-No creo que Jin se esté preocupando realmente al saber que estas conmigo, podrías quedarte a dormir - hago un amago por golpear su cabeza y se ríe.
-En vez de decirme eso date cuenta de que me quieres y vuelve a casa, idiota - le saco la lengua. Esto empieza a hacerse incómodo... -. Bueno, ya sabes donde estaré - tomo el manillar de nuevo entre mis dedos, esta vez consiguiendo abrir la puerta. Me giro para despedirme una última vez, nuestras miradas se encuentran y por primera vez no sé cómo debería despedirme de él. Jimin toma el primer paso y se acerca a mí, encorvando su cuerpo hacia el mío y dejando a mi altura sus labios.
¿Por qué me haces esto? ¿De verdad no sientes la necesidad de besarme como yo la siento por tus labios, por la textura de ellos, por la calidez con la que me envuelves? - Te amo - digo de nuevo, esta vez como una despedida. Beso sus labios y me alejo con una sonrisa que perdura hasta la salida del edificio.Dime Jimin, ¿no estás destrozado como yo?
Deambulo por la oscuridad de la calle, lentamente. Desearía difuminarme en el cielo oscuro, desaparecer. Sonrío débilmente y lágrimas comienzan a escaparse. Lloro, inevitablemente. Seco mis mejillas. Solo necesita tiempo, ¿por qué lo estoy dando por perdido?
Los focos de un coche se enfrentan a mis ojos, interponiéndose en mi camino, deslumbrándome. No sé quien será el conductor, pero me está cegando de lo lindo. No avanza, ¿qué ocurre?, ¿por qué no avanza? Suspiro y entrecierro los ojos, intentando centrar mi vista en las sombras tras los focos, nada. La puerta del coche se abre y yo boqueo.
-¿Subes o te subo yo? - y sé que no tengo otra opción.
Mierda.
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Run Away
Fanfiction-Déjame ayudarte - es lo último que dice, mi último recuerdo sobre la primera vez que lo vi. Las últimas palabras de mi primera bendición. ----------------- Aviso: contenido sensible.